Marcha de los soldaditos (Nº1)
Genovevo:
Soldadito, no te fíes,
de una moza, si te sonríe.
No te rindas, sé valiente,
y si atacas, por el frente.
Soldaditos:
Soldadito, no hay cuidado,
que en amores soy veterano,
y al asedio femenino
no me rindo, no.
Fox de las pielas (Nº2)
Los renard:
El invierno no me da temor,
y me importa poco ver nevar,
porque tengo para el frío
un magnífico renard.
Coquetonamente puesto así,
aunque al aire lleve lo demás,
pues tapando lo preciso
no me voy a constipar.
Las demás pieles:
Son las pieles elegancia y chic,
de las féminas la tentación,
y a los hombres por lo caras
les producen desazón.
Hay mujer que por un petit gris
da el corazón.
y daría muchas cosas más
por un vissón.
El armiño:
Pieles que acarician voluptuosas,
pieles sugestivas y galantes,
mi cuerpo aprisionando
cual brazos de un amante
tan suaves, me parecen
el roce inquietante de un beso de amor.
Pieles encantadoras,
que el alma excitan de la mujer.
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Java de la pava (Nº3)
Diana:
Para asar una rica pava
y que tenga gustito bueno,
al compás de una alegre java
preparar debes el relleno.
Genovevo:
Al pensar en la rica pava,
de ilusión se me cae la baba.
Diana:
¡Echa perejil!
Genovevo:
Y ocho granos de nuez moscada,
dos castañas y toronjil.
Diana:
iPon, pon, pon, pon!
Ponle mantequilla, vino y azafrán.
Genovevo:
iPon, pon, pon, pon!
Ponle unas almendras, que estén bien tostás.
Diana:
Y después diez yemas,
añadirle debes, Genobobo.
Genovevo:
Me parecen,
para una pavita,
demasiados huevos.
Diana:
Echa unos polvitos
de pimienta y sal.
Genovevo:
Eso, ¡vida mía!
nunca sienta mal.
Diana:
Y una vez que está,
átala,
cósela y rehógala.
Genovevo:
iLo que va a sufrir
la infeliz!
Dana:
iDéjame seguir!
Se pone al asador,
para tostar,
su carne fina.
Genovevo:
¡Ahí suda el costipao,
aunque no tome
la aspirina.
Diana:
Mira los muslitos,
que ya están doraos,
y un poco pasaos.
Genovevo:
iCuando he visto un muslo,
jamás lo he soltao!
Diana:
¡Jesús, qué desahogao!
Genovevo:
El fuelle atraparé,
y soplaré,
con ardimiento.
Diana:
Te van a motejar
primer soplón
del regimiento.
Los dos:
Y cuando la pava
esté ya dispuesta
pa el atracón,
se baila la java
con dislocación.
Genovevo:
¡Echa perejil!
Los dos:
Ya está el ave a pedir de boca,
para darnos el gran festín.
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Tonadilla de la capa (Nº5)
Todas:
La capa blanco y grana, que altiva y ufana
con singular donaire llevaba Godoy,
fué la castiza abuela, graciosa y chispera,
de esta juncal pañosa, que tan garbosa lucimos hoy;
y si me embozo en ella, pidiendo guerra yo siempre voy.
Diana:
Con la capa lo soy todo, sin la capa no soy nada,
y si me la cruzo así, o a la rebolera,
no hay una gachí cañí que no me prefiera.
Con las vueltas y las revueltas que tiene la capa mía,
iMujer! Lograré tu querer.
¡Ven aquí, ven aquí!,
que yo te arrope en mi capa,
junto a mí junto a mí
quiero tu boca sentir.
¡Qué ganas tengo, nena, de besar tu piel morena!
iVen aquí, ven aquí!,
ponla en tu cuerpo chulón!
iTómala! ¡Lúcela! ¡Llévala!
Que en ella va un corazón.
Todas:
¡Ven aquí, ven aquí!, que yo te arrope en mi capa!,
junto a mí junto a mí quiero tu boca sentir.
Diana:
¡Qué ganas tengo, nena, de besar tu piel morena!
iVen aquí, ven aquí!, ponla en tu cuerpo chulón!
iTómala! ¡Lúcela! ¡Llévala!
Que en ella va un corazón.
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En el Turquestán (Nª6)
En el Turquestán
están
sedientas de amor
las hijas de Irán,
que van
tras una ilusión.
En el Turquestán
son todas flores
de vivos colores,
que brindan amores.
En el Turquestán
están
deseando querer
las hijas de Irán,
que van
buscando placer.
Allí es la mujer
ardiente rayo de sol,
que enciende un deseo
soñador.
Y si al pasar
la mira un varón
Y apasionada
suele entonar
las dulces notas
de este cantar.
En el Turquestán
las mujeres son
cuando quieren a un galán
un volcán en erupción.
En el Turquestán
te darán su amor
las mujeres del Irán,
iTurquestán!
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Marcha de las maniobras (Nº8)
La victoria al fin pudo lograr
por la gloria todo buen militar.
Y en la lucha, si le inspira el amor,
sabe siempre que saldrá vencedor.
Es nuestro lema morir o vencer,
pues nos alienta un firme querer,
son nuestras armas preciado valor
que jamás cederán si las guía el amor.