El monte Helicón

El ceñidor de Diana (1929)
Texto: Antonio Paso Cano y Ricardo González del Toro
El monte Helicón – One step

Carmen Lamas

(Hablado)

Júpiter:
¡Os juro, amadas diosas inmortales,
que hemos perdido todos los papeles,
y en vez de las antiguas bacanales
hoy vivimos aquí como peleles!
(Pausa.)
La humanidad avanza enloquecida;
se cambian las costumbres y las cosas,
y nosotros, los dioses y las diosas,
sin cambiar de costumbres ni de vida.
¡Lo mismo! ¡Siempre igual, día tras día,
y al fin se va a acabar, y esta es mi pena,
viéndosele la antena
a la Mitología.
Nuestra vida es inútil por inerte;
nada nuevo la Historia nos abona…
Oye, Venus, ¿lograste ya aprenderte
ese vals que le llaman La Ramona?

Venus:
¿La Ramona? ¡Qué asquito!
Esa canción trae cola.

Júpiter:
¿No sabes La Ramona?

Venus:
Sé… La Lola,
que es mucho más moderno y más bonito.

Júpiter:
Y tú, querido Marte,
¿es que no hay quien te aparte
del lado de Diana?

Marte:
¡Es mi deber!
Como buen militar,
la tengo que tocar…,
sin querer.

Júpiter:
Pues debías tocarla más temprano;
que quien de militar bravo se ufana,
toca siempre a Diana
lo mismo en el invierno que en verano…,
pero muy de mañana.

Diana:
¡Castigándome está!

Júpiter:
Qué, ¿te castiga?
iLa cosa tiene miga! ¿Me vas a resultar pollo cañón?

Marte: 
Yo la castigo porque está jamón.

Júpiter:
Y nuestro hermano Apolo, ¿por qué calla?

Diana:
¡Porque lo tira el Banco de Vizcaya!

Júpiter: 
Pues hay que distraerme,
o del Olimpo por quien soy me salgo…
¡Que me bailen las ninfas,
y vosotras también hacedme algo!

(Aparece el monte Helicón, lleno de árboles, ramaje, flores y arroyuelos. A un lado los personajes antes mencionados y en escena las Ninfas, bailando. Entra un Sátiro, buscando a las Ninfas, que huyen de él, y cuando va a escapar con una ya vencida, aparece Marte, que se la arrebata, y huye el Sátiro. Marte va por Diana y baila con ella. Aparece Terpsícore, y les acompaña en su danza. De pronto, cuando Diana, rendida, cae en brazos de Marte, se le desprende el ceñidor de la cintura. Todas las Diosas y Ninfas dan un grito y rodean a Diana, cubriéndola con su cuerpo. Júpiter, adelanta y le da su mantolín a Diana, que queda envuelta en él, y así termina la danza.)

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