Introducción
Romance castellano
La princesa está llorando
en su ciudad de León,
cómo doblan las campanas,
ha muerto en su corazón.
Ven conmigo, ven cristiana,
a mi Granada de amor,
porque quiero, mi sultana,
de tu cariño la flor.
Cómo doblan las campanas
ha muerto en su corazón,
su dolor gritó a la aurora,
la llama de su pasión.
Ven a mi lado cristiana,
para escuchar la canción,
de la granada moruna
con las alas de León.
Yo te daré el rosal en flor,
el blanco verso de mi amor.
La princesa está llorando
en su ciudad de León,
surgen lágrimas calladas
regadas sin compasión.
Yo te espero junto al río
para llevarte, mi hurí,
a mi corte de Zahara
que guardo yo para ti.
Surgen lágrimas calladas
regadas sin compasión,
castellana
perdido en el corazón.
Sonríe rosa galana
y batalla tu penar,
que allá, lejos, en Granada
por ti se viste de azahar.
Yo te daré rosal en flor
el blanco verso de mi amor.
La princesa está llorando
en su ciudad de León,
cómo doblan las campanas,
ha muerto en su corazón.
Ven conmigo, ven cristiana,
a mi Granada de amor,
porque quiero, mi sultana,
de tu cariño la flor.
Canción de la reja
Letra: Carlos Valdivieso
Voz: Antoñita Colomer
¿Por qué no puedo ser suya
si sus palabras no mienten,
mis ojos sólo le miran,
mi alma sólo le siente?
¿Por qué perderle si muero,
buscando su primavera?
Aguarda, amor de mi vida,
que voy adonde tú quieras.
Yo le quiero, reja mía
florecida de ilusión.
Los caminos de la luna
que le lleven mi canción.
Te quiero jurar quereres,
al son de aquella campana,
que la Torre de la Vega
me dice que llega el alba.
Te quiero jurar quereres… ¡Ah!
Presa entre hierros me tienes,
cielo mío,
yo sólo quiero mi vida
para entregártela a ti.
Plegaria a la Vírgen de las Angustias
Perdón, Madre mía, perdón.
Ay, Virgen de las Angustias
no me dejes que me muero
Ayúdame en mi camino
y sálvale que le quiero,
Virgencita de las angustias.
Dame tu mirada pura
y el amor de tu mirada,
dame tu risa fluida
a mi alma enamorada
Virgencita de las angustias.
Ay, dulce Santa María
concédele tu perdón,
y el mío, que está penando
de sangre mi corazón.
Nardos igual que la nieve
son como ramos de azahar.
Tiene tu cara morena,
flor de color de bondad.
Lágrimas dulces que lloran
lleva el gemío a calmar.
Lágrimas dulces que lloran
lleva el gemío a calmar
por mi penar.
Sálvale, Madre mía, sálvale.
Tiene tu cara morena
flor de color de bondad.
Pasodoble