La cautiva – canción morisca

Música: Francisco Alonso. Letra: Jerónimo Cruz
Intérprete: Lidia Ibarrondo. Dirección: Francisco Alonso

En un castillo moro, a orillas del Genil,
lloraba la cautiva en su prisión, diciendo así:
«Alhambra, tú serás la fiel testigo
de mi mayor pesar,
aquí entre los cautivos
mi vida he de entregar».
«No llores tú, cristiana»
dijo el moro a la cautiva,
«porque el recuerdo del cristiano
y las penas se mitigan».

«Serás de mi palacio,
por bella y por gentil,
la perla más preciada
que pude concebir.

Tú, mi bella huri, rayo de sol, rosa de abril,
dime por qué te hizo sufrir aquel rumí.
Yo te quiero a ti, rayo de sol, rosa de abril,
con la pasión de un gran sentir
mi bella hurí.
Son tus labios igual que un rojo clavel,
y los celos me matan, bella mujer».

No puedo más, déjame moro partir,
quiero calmar mi dolor
con el recuerdo de aquel
que supo lograr mi amor .

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