LA PARRANDA
Introdución. Coro de Alfareros y dúo (Nº 1)
Todos:
Festejando la flor primera
vamos todos al campo a por flor,
que es la entrada de la primavera
y almendros cortamos para nuestro amor.
Carmela:
¡Bonita es la copla!
Carmela:
¡Ay!, si a mí con los ramos viniera
y en mi propia ventana tejiera
una linda enramada de flor,
una linda enramada en mi honor.
¡Mi ventana esta noche no tiene flores,
y en mi reja ninguno me cantará,
ni con ramas de almendros, que hablan de amores,
una mano amorosa la Adornará,
Miguel:
(Trabajando en el horno)
Toda la leña a podar
en los montes del contorno
no basta para saciar
la sed ardiente del horno.
Acerca leña, muchacha,
que arda el fuego sin cesar,
que, como el horno, mi alma
se consume sin hablar.
Aurora:
¡Corazón que te estoy pintando,
más que el mío de amor gozarás!
Miguel:
¡Ay, si en mi hoguera su alma ardiera
como el fuego del hogar!
¡Ay de mí!,
vivo lleno de ilusión por ti,
y al mirarte yo no sé qué sentí
que la calma me robó tu amor,
pues no hay poder igual
al de tu candor.
Aurora:
(Al mismo tiempo)
No te ilusiones con el color
de su mirada, que dice amor.
Que nunca habrá ilusión
en tu corazón.
Alfareras:
(Al mismo tiempo)
Fíjate qué mirándola está,
con los ojos la quiere hechizar,
y el buen Miguelón, si se lo propone,
logrará el favor. Si ella dice que sí,
para bien de los dos, dicha tendrán,
y felices serán al lograr su amor.
Coro:
(Interno). (Al unísono)
Festejando la flor primera
vamos todos al campo a por flor,
que es la entrada de la primavera
y almendros cortamos para nuestro amor.
Cortad la flor, la flor, para vuestro amor.
Miguel:
Todos los bienes del mundo
quisiera poderte dar,
y colocarte en un trono
o ponerte en un altar.
Los seis botijeros. Dúo Carmela y Retrasao (Nº2)
Tres botijeros:
(Cómicamente)
Aquí estamos los tres botijeros
más chirigoteros
que ha habido jamás.
Retrasao:
¡Y aquí hay otro más!
Los otros tres:
Que venimos buscando a las mozas
más jacarandosas
de todo el lugar.
Retrasao:
¡Hay que aprovechar!
Retrasao y los seis botijeros:
Si se encuentra la puerta cerrada
la cosa está clara, no hay más que saltar,
que el amor no se asusta de nada
y es cosa probada, llegar y besar.
Carmela:
¡Mirad, mirad!
Seis alfareras:
¡Ahí están!
Retrasao:
¡Chitón, chitón!
Seis botijeros:
¡Ellas son!
Carmela:
¡Bajad de ahí!
Alfareras:
¡Venid, venid!
¿Quiénes son esos siete mochuelos,
que están en los cielos mirando hacia acá?
Carmela:
¡Son burros de arar!
Retrasao y alfareras:
Pues abrid en seguida la puerta
que estamos cansados de tanto esperar.
Retrasao y botijeros:
¿Quién se va a gastar ese dineriquio
que tú te has ganao con tu trabajiquio?
Carmela y mozas:
Quita, condenao, que hasta verme rica
no te has acordao de tu alfareriquia.
Retrasao:
Iremos a la fistiquia, te compraré olivas negras.
Carmela:
Y para merendoliquia vino moscatel y yemas.
Retrasao:
Y te compraré un ramiquio de claveles y azucenas,
y toitiquios se harán cruces al mirar mi elicaeza.
Carmela:
Pero dimpués del convite entrarás en la taberna
y tendrán que ir a sacarte metidiquio en una espuerta. ¡Ah!…
Retrasao:
¡Dame el dineriquio que yo te lo guarde
pa comprar las arras que he de regalate;
nómbrame, mociquia, tu administraor…
Todos:
Y cuando la hucha esté repletiquia
que venga el curiquia con la bendición de Dios.
Retrasao:
Nómbrame mociquia tu administraor…
Carmela y mozas:
Que cuanto yo tengo y el alma y la vía,
¡ay!, mi panochiquio te diera yo a ti.
Retrasao y botijeros:
Y cuando la hucha esté repletiquia que venga el curiquia con su bendición.
Dúo de Aurora y Miguel (Nº3)
Aurora:
¡Miguel!, yo no te creía
tan tierno de corazón.
Miguel:
Porque nunca me escuchaste
sin testigos ni temor.
Sé que tienes una pena
que no me quieres decir.
Guárdala, que tus secretos
son sagrados para mí.
Aurora:
Gracias por tu nobleza;
tus palabras son las únicas que oí
que aliviaran mis pesares. ¡Pero sueñas!
Miguel:
¡Sueño en ti, sueño en ti!,
Déjame soñar, Aurora
Déjame, déjame, ¡ah!
Mirándome en tus pupilas
parece que estoy soñando,
que yo también tengo rosas
en esta noche de mayo;
y que en tu reja florida,
hablándote de mis penas,
lagrimas y flores
suspendidas quedan,
igual que nidos de ruiseñores.
Aurora:
Oyendo lo que me dices
parece que estoy soñando,
que cantas en mi ventana
rendido y enamorado;
y que es mi reja florida
altar de nuestro cariño,
donde, enamorada,
Dios ha bendecido
las ilusiones de nuestras almas.
Miguel:
Si es cierto que sueñas
así ser feliz,
pondré en tu reja guirnaldas
de clavellina y jazmín.
Aurora:
Miguel, no me dejes creer lo que dices,
que, en vano, queremos lograr lo imposible.
Miguel:
No hay nada imposible
queriendo los dos,
que amor vencerá de todo
cuanto se oponga el amor.
Aurora:
Por Dios te lo pido,
no insistas en ello,
o harás que, de nuevo,
me vaya de aquí.
Miguel:
Por Dios, Aurorica,
no me hagas sufrir.
Aurora:
¡Miguel, yo no quiero
que sufras por mí!
Miguel:
¡Aurora!, sin tu amor me muero;
mi vida, por lograrle, diera.
Aurora, en el mundo entero
no habrá quien te quiera
como yo te quiero.
Aurora:
Mi alma ya te pertenece;
mi vida, tuya es toda entera;
pero, has de olvidarte
de quien no merece
que tanto la quiera
como tú me quieres.
¡Pobre Miguelón!
Miguel:
¡Jamás te querrán como yo!
Aurora:
Ni nadie me quiso mejor.
¿Por qué su querer tan tarde llegó?
Miguel:
¿Por qué conocí tan tarde su amor?
¿Por qué es para mí una vana ilusión?
Una vana ilusión. ¡Ah!
Aurora:
No sé para qué, Miguel, soñó;
Miguel, soñó, ¡ah!…
Miguel:
Mirándome en tus pupilas
parece que estoy soñando,
que yo también tengo rosas
en esta noche de mayo;
y que, en tu reja florida,
hablándote de mis penas,
lágrimas y flores
suspendidas quedan
igual que nidos
de ruiseñores
Te juro que siempre en ti pensaré.
Aurora:
(Unísono)
Oyendo lo que me dices
parece que estoy soñando
que cantas en mi ventana
rendido y enamorado;
y que es mi reja florida
altar de nuestro cariño,
donde, enamorada,
Dios ha bendecido
las ilusiones
de nuestras almas.
No puedo quererte, no puedo, Miguel
Terceto cómico (Nº5)
Carmela:
Mira, qué arracadas.
¡Jesús, qué rosario!
Retrasao:
Ten cudiao, muchacha,
no esmangarillarlo.
Don Cuco:
(Esta parejita
ya me va escamando)
Te daré otra cosa
que será mejor.
Carmela:
¡Don Buho!
Don Cuco:
¡Don Cuco!
Retrasao:
Don Escarabajo,
¡qué más tiene el nombre,
siá por pocos años…!
Carmela:
Este es el que quiere
regalarme algo.
Don Cuco:
No tiene dinero
pa comprar regalos.
Retrasao:
¡Menudo regalo
te estoy preparando…!
Carmela:
Yo no soy antigua,
quite de mi lado.
Don Cuco:
Yo soy mago y hechicero;
soy curial, memorialista,
latinista, pendolista,
herborista y relojero.
Soy poeta y anticuario;
rey de armas y orador;
sacamuelas, sangrador,
curandero y boticario.
Y tan clásico el estilo
restaurando conseguí,
que por la Venus de Milo
a mi suegra la vendí…
¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!
Retrasao:
Los celos me matan
de verle accionar,
y al viejo trapero
le voy a lisiar.
Con un estacazo bien dao
ya se ha desarmao
y nadie lo puede arreglar.
Carmela:
El viejo, valiente
frescales está.
¡Nerviosa
poniéndome va!
Si sabe remiendos hacer
y lañas poner,
¡menudo tío laña está él!
Don Cuco:
(Unísono)
Pieza escultural
no he visto jamás
otra igual.
¡Diera un mundo yo
por hacer tu reproducción!
¡Vergüenza y envidia me da
al ver y aprobar,
que tenga esta Eva ese Adán.
Retrasao:
A este tío guillao,
si .sigue accionando,
le voy a dejar lisiao,
y el hongo un poquiquio abollao.
Don Cuco:
Doy informes, investigo,
caso viudas camastrona?
y en cien bodas fui testigo
de averiadas solteronas.
Vendo ardientes bebedizos
para fríos corazones.
Hago versos y canciones
para bodas v bautizos;
y tales declaraciones
a las mozas escribí,
que aún está por vez primera
que no me hayan dado el sí.
¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!
Retrasao:
Los celos, etc.
Carmela:
Este viejo sabe más que le enseriaron;
no me fío yo de su antigüedad,
y si más le dejo ahora bromear
luego, me va a pesar.
Retrasao:
Es este tío Cuco más listo que Lepe,
pero aquí estoy yo que, aunque nada sé,
al viejo su ciencia voy a estropear,
y así la gozaré.
Don Cuco:
De este majadero que tié buenos puños
no me gusta a mí su simplicidad.
Ya veré otro día que ella sola esté
cómo ablandarla más.
Ronda (Nº6A)
Miguel:
Las estrellas del cielo
son ciento doce,
y las dos de tu cara
ciento catorce.
las estrellas del cielo
son ciento doce.
Tenor:
En la casa de Aurora
nos detendremos
y en su alegre ventana
flores pondremos;
porque bien se merece
que traigamos claveles
a quien, por ser tan buena,
todos la quieren.
Mozas:
A las mozas que, en el lugar,
para mayo van a casar,
las venimos a festejar
con brazados de almendros en flor,
y en sus rejas a entrelazar
enramadas, donde el amor
su alegría las venga a cantar.
Miguel y Mozos:
Todos dicen que tienes mala fortuna.
Siempre va la desgracia con la hermosura.
Mozas:
A las mozas que han de casar
las venimos a festejar
y a tejer, con ramaje y flor,
enramadas para su amor,
donde puedan la ronda ver
v con ella felices ser.
Canto a Murcia (Nº6B)
En la huerta del Segura,
cuando rie una huertana
resplandece de hermosura
toda la vega murciana,
y en los ramos del naranjo
brotan flores a su paso.
Huertanica de mi afán,
tú eres pura y eres casta
como el azahar.
En la huerta del Segura,
cuando rie una huertana
resplandece de hermosura
toda la vega murciana,
y mirándose al pasar
en la acequia del jardín,
en el agua se reflejan,
como flores que salieron
para verla sonreir.
Huerta, risueña huerta
que siempre frutos y flores das,
¡Murcia, la que cubierta
en todo tiempo de flor estás!
Murcia, son tus mujeres
gala de tu palmar.
¡Murcia, qué hermosa eres!
Tu huerta no tiene igual,
pues son tus mujeres
la flor del palmar.
En la huerta he nacido
para amar y vivir,
y en su campo laborado
con noble trabajo me quiero morir.
Ronda de las solteras (Nº8)
Carmela:
Un regalo a la novia, las mezas solteras,
gozosas, la quieren hacer,
y traemos la fruta, la blonda, la seda,
la loza, la flor y la miel.
Mozas:
Desde todos los pueblos venimos
la boda de Aurora para festejar
las huertanas y las bordadoras
y las tejedoras y las del alfar.
Carmela:
¡Ah! Estas son cajines y albares
dulces, dulces como panales,
cuida que tu amor, niña, sea
siempre, siempre,
como el fruto encarnado
que cría el granado
y es fuego y pasión.
Mozas:
Estas son cajines y albares, etc.
Carmela:
A la novia ofrecemos la roja mazorca,
la ajorca y el lindo mantón,
la arracada de plata, la nueva naranja
y el ramo de verde limón.
Mozas:
Cuanto pide una boda de rumbo
en estos regalos la novia tendrá,
porque Murcia, mirándose en ella,
sus bienes mejores la quiere ofrendar.
Carmela:
¡Ah! Estas son cajines y albares, etc.
Mozas:
Estas son cajines y albares, etc.
Carmela y mozas:
Cuida que tu amor, niña, sea
siempre, siempre,
Carmela:
(Sola)
como el fruto encarnado
que cría el granado
y es fuego y pasión.
Escena y Coplas del quisiera (Nº9)
Mozas, Comadres y coro:
Boda de rumbo
es esta boda
en que la novia
Será feliz;
con un padrino
tan generoso
otra, en mi tierra,
yo nunca vi.
Tartanero:
¡Arre, Ligera,
anda ya, Presumía!
Carmela:
¡Los novios llegan!
Tartanero:
Paso a los novios.
Carmela:
¡Ya están aquí!
Mozas, Comadres y coro:
Viva la novia de las huertanas,
la más hermosa que conocí;
y viva el novio y el señor cura
que los acaba de bendecir!
Carmela:
¡Olé la novia! ¡Qué guapa está!
Padrino:
¡Y olé el padrino, que pagará!
Miguel:
(Al P. Vicente) ¡Su bendición para todos
los feligreses del pueblo!
Padre Vicente:
¡Que el cielo os colme de dichas
y que os ilumine el cielo…!
Miguel:
¡Aurora!
Aurora:
¡Parece que estoy soñando!
Miguel:
¡Mi vida!
Sabelotodo:
¡Al mirarlos, recuerdo mis buenos años!
Aurora:
Me siento orgullosa de ser tu mujer.
Miguel:
Aurora, alma mía, ya nadie en el mundo
podrá este cariño por nada romper.
Retrasao:
(Dentro) Para, Lucera, no te desboques,
que, de frenarte, ya echo los bofes!
(Saliendo) No sé señores, no sé qué es lo que tengo
que el último de todos yo siempre llego.
Carmela:
(Pellizcándole)
¿En la tartana, quién ha venido?
Retrasao:
¡A falta de los novios, los monaguillos!
Los monaguillos:
(Saliendo)
¡Eche usté, eche usté,
anisitos en el delantal;
eche usté, eche usté,
dineriquios además!
Retrasao:
¡Quietos ya, quietos ya,
que el padrino ya sus echará!
Padrino:
¡Allá van, allá van,
yo no me hago de rogar!
Retrasao:
Atención, señores,
que aquí está la orquesta toda
y a cantar voy a los novios
la tonada de la boda!
Coro:
¡Atención, señores,
etc., etc.
Tiples y mozas.
¡Callad, que la tona ya empieza.
Retrasao:
Esta noche varias cosas
quisiera ser y no ser, ¡ay!,
quisiera ser el marido,
pero no ser la mujer;
ser quisiera pañolico
para enjugarte la piel;
el perfume ser quisiera
de tu palmito gentil, ¡ay!,
no quisiera ser el gato
que va en tu alcoba a dormir,
y quisiera ser el aire
pa soplar en tu candil!.
A la boda, boda, boda,
y a la tornaboda va,
que las coplas del quisiera
hasta el cura cantará.
Todos:
A la boda, boda, boda,
y a la tornaboda va.
Retrasao:
Esta noche varias cosas
quisiera ser y no ser, ¡ay!,
quisiera ver la ropica
que has tardao tanto en hacer,
quisiera ver lo que tardas
en quitártela después.
No quisiera yo esta noche
por la rendija mirar, ¡ay!;
No quisiera ver el susto
que la novia va a pasar;
y quisiera ver el sitio…
donde tienes el lunar.
A la boda, boda,
etc., etc.
(Al acabar las coplas se ríen todos y, Carmela, apareciendo a la puerta del cobertizo, llama a los convidados para tomar el chocolate)
Miguel:
¡Qué disparate! (Se ríe)
Carmela:
¡A la mesa, señores!
¡El chocolate!
Canción del Platero (Nº10)
Miguel:
¡Oyeme, mujer!
Diga usté, señor platero,
cuánta plata es menester
para engarzar un besito
de boca de una mujer.
Pues, aunque usté me lo jure,
nunca tuvo en su taller
otro diamante como éste
que le vengo yo a traer…
Ponga todo su cuidado,
mire que se lo he robado
y ella no me ha perdonado. ¡Ah!
Para tan fino diamante
plata bastante no encontrará.
¡Sueño que una perla dio en tu boca
y saltó un rayo de luz,
y, al saltar, nació este beso
que perfuma lo que toca!
¡Sueño, que he mandado que este beso
me lo engarcen de manera,
que lo pueda, tener preso,
de mis labios, cuando quiera,
sin que trate de escapar
y poderte así besar.
Diga usté, señor platero,,
cuánta plata es menester
para engarzar un besito
de boca de una mujer.
Diga usté, señor platero,
cuánta plata es menester…
¡Quiéreme, mujer!
Cantares y baile (Nº11)
Mozas y coro:
A ver, niña bonita,
cómo te portas, jo y ja,
cómo te portas, jo y ja;
grano de sal,
flor de limón,
y malva real
de mi balcón.
Eres más dulce que la canela
y más picante que el pimentón.
Aurora:
¡Cantares, que alegres del alma salen;
cantares, son pájaros que no mueren,
volando de boca en boca,
corren mucho y viven siempre!
¡Cantares, que alegres del alma salen!
Miguel:
¡Cantares, que alegres del alma salen;
cantares, son besos que el aire lleva,
que van a alegrar el alma,
y a dar alivio a sus quejas!
¡Cantares, son besos que el aire lleva!
Carmela:
Tu marido y el mío van a Lanares
a comprar cuatro bueyes,
vendrán tres pares.
Mozas y coro:
De las murmuraciones me río yo,
que el río en la crecida se desbordó,
y después de que todo lo estropeó
de su correntica dejó en la orillica
sólo una espumica que se evaporó.
Retrasao:
Cudiao no retrasarse; al bailar
medir bien el compás.
Mozas y coro:
Tienes, morena graciosa,
boca de piñón;
tienes ojos de mora
porque quiso Dios.
Mozos:
Bésame, niña, en la boca
que muero de amor.
Mozas:
Antes me lleve el diablo
que te bese yo.
Mozos:
Un besíquio me darás;
tienes, niña graciosa boca de piñón
porque quiso Dios;
como tú no hay dos.
Aurora:
Mi alma se estremece
gozosa en este día,
y duda si es verdad
su dicha y alegría.
Mirándome en tus ojos
morir quisiera;
más si me miras
quiero vivir.
Miguel:
Eres más arrogante
que la palmera,
y más temerosica
que la paloma.
Y no hay otra en el mundo
más hechicera,
ni más buena
no la vi.
Mozas y coro:
Tienes, morena graciosa.
boca de piñón;
tienes ojos de mora
porque quiso Dios.
Como tú, no hay dos.
Dale dale ya;
baila sin temor:
mueve, niña, el pie
como manda Dios,
que tu novio así
te quiere mejor.
Aurora:
Dulce querer
que ambicioné.
Hoy ya, feliz soy
junto a ti,
pues mi ilusión
se realizó.
Miguel:
Todos te han de envidiar,
al mirarnos, gozar de amor.
Coro de los Auroros (Nº13)
Coro (tenores):
Los Auroros de la cofradía
llamando a los fieles por el pueblo van
que el cofrade que falte al Rosario
con el alma en pena se condenará.
Devotos, venid;
hermanos, llegad;
que la cofradía,
llamando a los fieles,
por la calle va.
Esperando que despunte el día
entona la salve la santa hermandad.
Coro (tiples y tenores)
Salve, Virgen de la Aurora,
que lloraste al pie de la Cruz,
Fuente Santa de la Virtud;
Dios te salve, Bienhechora,
Fuente Santa de la Salud.
Fuente Santa, sálvanos Tú,
La aurora ya anuncia el día
con sus fulgores,
que son reflejos de Dios,
y canta la cofradía
de los Auroros
con devoción.
La Virgen se viste de oro
y la iluminan
los resplandores del sol,
y al verla los feligreses,
de hinojos, rezan una oración.
Coro (bajos)
Salve, Virgen de la Aurora,
que lloraste por la Cruz.
Tú, siempre reinarás con Virtud.
Rosa mística de Jericó,
entre las rosas del huerto divino del Señor
Tú siempre reinarás con Virtud.
Los ángeles van repartiendo su amor
y proclamando la bondad de Dios.
Y, alegres, anuncian los rayos del sol,
que de los cielos son la bendición.
Aurorero primero:
Todo el que en pecado
muera esta noche
sin confesión,
sufrirá en los infiernos,
eternamente,
su dolor.
Los pecados mortales
no tienen perdón;
pobres almas tristes,
pedid, hermanos, su salvación.
Coro:
Salve, Virgen de la Aurora,
etc., etc.