Nº1. Las motoristas
Finita:
Vamos en un auto chiquitín
por carretera,
que ahora está el camino todo
en flor
y es primavera
del amor.
Antolín y Angélico:
Vamos en un auto chiquitín,
aunque me inquieta
que podamos ir a la cuneta,
y es un fin
que no me hace tilín.
Finita:
La senda del placer
he de cruzar,
y allí más que correr
hay que volar;
que es lo mejor en el amor
pisar a fondo el acelerador.
Antolín y Angélico:
Pero no se de exagerar
al ir deprisa,
pues viajando en coche o autocar
hay el peligro de volcar.
Finita:
Hoy tras el placer
he de correr
a cien por hora,
que es de miel la luna encantadora,
y si no el amor
huye traidor.
Chófer, apriete, corramos más,
que quiero a todos dejar atrás…
Chófer, chofer,
y al amanecer
llévenos a todo meter.
Antolín y Angélico:
Chófer, cuidado, levante el pie,
que un motorista nos ve,
y así resulta
que pago multa.
Finita:
¡Chófer, yo quiero correr!
Foxtrot «Los ojos en blanco» (Nº2)
Enfermas:
Por Dios, doctor,
por un favor,
a ver si abrevia el tratamiento,
por mi impaciencia natural
de ser mujer escultural.
Boni:
El procedimiento
que usa el doctor Blanco,
como es un portento
se lo he de aplicar.
Leonor:
Yo sus casos clínicos
voy a referir.
Boni:
Y yo ante su ciencia
me he de descubrir.
Leonor:
Dos pollitas casaderas
y la dos bastante chatas,
no encontraban un marido
y ya estaban turulatas.
Boni:
Pero Blanco en un instante
consiguió hacerlas felices,
al dejar a las dos chatas
con un palmo de narices.
Leonor y Boni:
Los ojos en Blanco
tenéis que poner,
pues una vez puestos
los ojos en Blanco
ya no hay más que hacer.
Leonor:
Viene aquí a arreglarse el pecho
una dama de Sevilla
que nos hace reír mucho
con sus chistes y caídas.
Boni:
Pues a mí, precisamente
me decía su marido:
Por tener esas caídas
es por lo que la he traído.
Todos:
Los ojos en Blanco
tenéis que poner,
etc., etc.
Nº3. Blues filipino
Indio:
Blanca sampaguita del Panay,
linda filipina de mi amor,
ojos más hermosos no los hay,
ni de mirar más tentador
al asomar tras del pay-pay.
Filipina:
Indio filipino de Joló,
tus palabras nunca he de creer.
Siempre has engañado a la mujer
y no te quieres convencer
que conmigo, no.
Indio:
Cuando río arriba mi piragua va,
canto mi querer, y el remo el compás me da.
Filipina:
Al oír tu canción
a esperarte saldré al balcón.
Indio:
Y al llegar
te suelo así cantar:
Tu boca es una flor,
tagala de mi amor.
¿Por qué te vi pasar,
por qué me enamoré
del sol de tu mirar?
¿Por qué?…
Filipina:
Indio filipino de Joló,
en tu amor jamás he de creer.
Vas buscando un beso de mujer
y a lo mejor voy a caer
en el engaño de tu amor.
Indio:
Ven sampaguita del Panay,
la del mirar abrasador;
retira tu pay-pay
y dame amor.
Conjunto:
Blanca sampaguita del Panay,
linda filipina de tu/mi amor,
ojos más hermosos no los hay,
ni de mirar más tentador
al asomar tras del pay-pay.
Filipina:
Anda de aquí,
vete a Joló,
porque allí no voy yo.
Mira que sé
que una que fué
su flor allí perdió.
Indio:
Es de abacá mi casa,
llena de flor está;
brillante sol la alegrará,
de un cielo azul
dosel tendrá
y allí mi amor te arrullará.
Conjunto:
Anda de aquí,
vete/vente a Joló,
porque allí no voy yo.
porque de allí soy yo.
Mira que sé
que una que fué
su flor allí perdió.
Es de abacá tu/mi casa,
llena de flor está…
Todos:
Anda de aquí,
vete/vente a Joló,
porque allí no voy yo.
porque de allí soy yo.
Nº4. Miradas
Márgara:
Nada
como una mirada
de dulce promesa
que no se expresa
por timidez.
Antolín:
¡Rediez, qué pochez
y qué languidez!
Márgara:
Nada
como una mirada
sensual y traviesa
que hiere y besa
todo a la vez.
Antolín:
¡Qué desfachatez!
Márgara:
Hay miradas que son insinuantes
y prometen horas de placer,
y otras tiernas, como suplicantes…
Antolín:
Son de miopes que no pueden ver.
Márgara:
Deja que yo te mire
porque quiero saber
si es verdad que no hay nada
como una mirada
para enloquecer.
Vicetiples:
Deja que yo te mire
porque quiero probar.
si entornando los ojos
en mis labios rojos
vendrás a besar.
Todas:
Deja que yo te mire
porque quiero saber
si es verdad que no hay nada
como una mirada
para enloquecer.
Márgara:
En un mirar de mujer
hay un poder tentador,
es fuego de amor,
sed de placer
y risa que termina en un dolor.
Entornando los ojos
en mis labios rojos
vendrás a besar.
Nº5. La melodía del amor
Márgara:
París entero
se entrega al amor,
y es hoy un jardín
de besos en flor.
Conjunto:
En cada boca
florece un rosal
y un beso no es nunca
pecado mortal.
Flor de Muguet:
Cuando abril asoma su sonrisa
por todo París se ofrece el muguet,
esa linda flor que es beso y risa
y pinta el amor de la midinet.
De la primavera trae la brisa
aroma sutil que invita al placer.
Conjunto:
Cuando abril asoma su sonrisa
por todo París se ofrece el muguet.
Flor de Muguet:
De boca en boca ruedan
un beso y la canción,
y como puedan
nunca se quedan
sin la repetición
París entero
se entrega al amor,
y es hoy un jardín
de besos en flor.
En cada boca
florece un rosal
y un beso no es nunca
pecado mortal.
Conjunto:
París entero
se entrega al amor,
y es hoy un jardín
de besos en flor,
y a cada beso
que dais o pedís,
burlón y travieso
sonríe París.
El poder de la mujer (Nº6)
Profesora:
Antes era la mujer
muñequita de biscuit,
y hoy tendrá que ser,
si es su afán vencer,
fuerte y ágil, porque así
seduce al hombre su poder.
Todas:
Antes era mujer
muñequita de biscuit,
y hoy se da al sport,
porque vence así
en las lides del amor.
Profesora:
La mujer
que quiera probar
su poder
para enamorar,
al besar
y abrazar
debe al hombre dominar,
sin ceder,
sin caer,
sin dejarse esclavizar.
Todas:
La mujer
para enamorar
al besar
y abrazar
debe al hombre dominar,
sin ceder
y sin dejarse esclavizar.
Nº7. Las detectives
Detective 1:
Si sospecha una casada
que el marido le es infiel,
me suplica despechada
que descubra yo el pastel.
Que le cele y que le siga,
le vigile y que le diga,
si es que tiene alguna amiga
de postín…
Y yo entonces día y noche
le persigo a pie o en coche,
y al fin veo el trapicheo
del pillín.
Todas:
Señoritas detectives
que descubren la traición,
con nosotras se ha caído
el marido pirandón.
Detective 1:
Y sabemos ir detrás
y la pista no perder,
y advertirle al que se escurre
lo que puede suceder.
Tenga usted cuidado,
que se empieza a murmurar,
y se va a saber
y le va a pesar…
Todas:
Tenga usted cuidado
no se entere su mujer,
que ahora hay detectives
que le pueden ver.
Tenga usted cuidado,
que se empieza a murmurar,
etc., etc.
Horchatera valenciana (Nº8)
Horchatera 1:
Sobre una alfombra de flor
que cubre la feria entera,
entre miradas de amor,
cruza la alegre horchatera.
Y hay quien me suele gritar:
¡aunque de sed yo me muero
tu horchata ya no la quiero!…
¡Prefiero primero mirarte pasar!
Tiples:
¡Oiga, señor,
si le sofoca el calor,
acérquese sin temor
a refrescar!…
Le ha de gustar
la horchata que yo sé hacer,
pues sabe a flores de azahar
y a besos de mujer.
Vicetiples:
Sobre una alfombra de flor
que cubre la feria entera,
entre miradas de amor,
cruza la alegre horchatera.
Todas:
Y hay quien me suele gritar:
¡aunque de sed yo me muero
tu horchata ya no la quiero!…
¡Prefiero primero mirarte pasar!
Horchatera 1:
Horchatera valenciana
de ojos de noche serena
con tu boca color grana
¡ay, morena
das la pena
sin querer!…
Todas:
Horchatera valenciana
tú embrujaste la bebida;
que al principio da la vida
y en seguida
da más gana de beber.
Y todos me suplican:
«No me hagas más penar,
que un día tu garrafa
te tengo que robar.»
¡Yo me defiendo
pero acabo por dejarles
su sed calmar!…
Y al beber aún suelen todos suspirar.
Horchatera valenciana
de ojos de noche serena
etc., etc.
El baile del Real (Nº9)
Vedette:
Es noche de Carnaval,
de antifaz de terciopelo
que os oculta el bien y el mal,
y os puede brindar igual
un amor, un desconsuelo,
o una aventura banal.
Que la máscara que os besa,
lo mismo pudiera ser
una elegante duquesa
que una modista traviesa
o vuestra propia mujer.
Mas si os tienta la aventura
porque una mujer os mira,
y, tras de la negra hondura
del lindo antifaz suspira,
¡dejad paso a la locura!,
seguidla sin vacilar…
Incitante y tentadora
va a ofreceros una hora
del placer que hace olvidar,
y hace reír…, ¡y llorar
después, cuando se le añora!
Y si su amor os confiesa,
y no la encontrasteis mal,
da igual que sea marquesa
o modistilla o duquesa
o casadita formal.
Lo que importa es cómo besa
su ardiente boca de fresa,
que, en noche de Carnaval,
entre amorosa y traviesa,
cumplió su dulce promesa
después del Baile del Real.
Máscaras (Ellos):
Mascarita
que es tan bonita,
no necesita
cubrir su fa
con el antifaz.
Máscaras (Ellas):
No lo crea,
pues soy tan fea,
que así que vea
mi faz como es
sale usted por pies…
Ellos:
Aunque así sea usted,
la querré…
Ellas:
¡Qué cosas va a decirme
cuando al descubrirme
se convenza usted!
Máscara (Él):
Bailando la mazurca vi
que tiene un cuerpo escultural;
la mano perfumada,
la piel satinada…
Máscara (Ella):
Bailando la mazurca vi
que lo hace usted bastante mal,
y aprieta usted por nada
mi mano enguantada.
Los dos:
En el bufett con el calor
se suelen todas descubrir,
por los vapores del licor
y por lo que hay que oír…
Ellas:
Míralos
se van los dos
al ambigú…
Ellos:
Pues debías lo mismo hacer tú.
Ella:
Probaré
y el antifaz me quitaré.
Si soy fea resígnese usted.
Él:
¡Dios te bendiga,
cara de cielo,
de ojos como terciopelo!…
¡Gloria del mundo,
cara de rosa,
que no hay otra más preciosa!
Ellas:
No creo lo que dice
pues miente usted por dos,
conque vaya con Dios…
Ellos:
¡Dios te bendiga,
cara de cielo,
de ojos como terciopelo!…
¡Gloria del mundo,
cara de rosa,
que no hay otra más preciosa!
Ellas:
¿Por qué me llamas
cara de cielo,
de ojos como terciopelo,
gloria del mundo,
cara de rosa,
si aún hay otras más preciosas?
Él:
Y cuando usted lo quiera,
fuera un landó la espera…
Ella:
¡Por los coches siento horror, caballero!
Y es que no quiero
que hable luego su cochero.
Cancanistas:
Ritmo de can-cán,
lleno de triunfo y de placer;
burbujas de champán
con risas de mujer
que sin querer
os mentirán
loca pasión.
Máscaras:
Dulce tentación
con el can-cán podéis sentir…
¡Se olvidan las traiciones
al nacer, entre ilusiones,
en los corazones
la alegría de vivir!
Nº10. Final
Todos:
Cuando abril asoma su sonrisa
por todo París se ofrece el muguet.
En la alegre fiesta
brindan el muguet.
Ellas:
París entero se entrega al amor
y es hoy un jardín de besos en flor.
En cada beso florece un rosal
y un beso no es nunca pecado mortal.
Todos:
París entero se entrega al amor
y es hoy un jardín de besos en flor.
Y a cada beso que dais o pedís
burlón y travieso sonríe París.