Las lloronas partituras

Las ratas de hotel (Nº1)

Rata de hotel 1:
Como soy mujer,
mi ventura está
en las horas brujas de la noche
que convidan al placer.
Triunfadora soy
en la sombra fiel
y vencer dichosa yo he sabido
como rata del hotel.
Mas alguna vez,
al querer robar
a un galán resuelto su cartera,
yo sentí la sed de amar.
Y de su pasión
yo la presa fui:
ahora es el galán quien me ha robado
mi rendido corazón.
Por las noches, cuando duerme el hotel,
misteriosa suelo entrar a robar;
pero, a veces, yo me encuentro con él
y me roba en sus caricias
el ansia de amores que me hace soñar.

Ratas de hotel:
Ten cuidado, ¡pobre rata de hotel!,
no te roben en un beso tu flor;
ten cuidado, no te encuentres con él,
que siempre es amor traidor.

Rata de hotel 1:
Por las noches, cuando duerme el hotel,
misteriosa suelo entrar a robar;
pero, a veces, yo me encuentro con él
y me roba en sus caricias
el ansia de amores que me hace soñar.

Ratas de hotel:
Ten cuidado, ¡pobre rata de hotel!,
no te roben en un beso tu flor;
ten cuidado, no te encuentres con él,
que siempre es amor traidor.

Descargar partitura


Las cocteleras (Nº2)

Todas:
No hay un placer mayor
que el de beber;
así podrás triunfar
de la mujer.
Si quieres del amor
ser triunfador,
mi cóctel sin tardar
has de apurar,
que no hay mayor placer
que el de beber.

Coctelera 1:
Cuando yo sirvo a un parroquiano,
sin querer viene junto a mí,
y, después, dice muy ufano:
«¿Quién te quiere a ti?»
«¡Cocte-coctelera,
ay, si yo pudiera,
que esos lindos ojos
no me miren con enojos!»

Todas:
«¡Cocte-coctelera,
deja que te quiera,
deja que en tu boca beba
y que luego muera
coctelera!»

Descargar partitura


Las enfermeras (Nº3)

Enfermeras:
¡Ay doctor, doctor!
Siento un no se qué
una desazón
y tengo sintomas
de congestión.

Doctor Mata:
Eso debe ser
algo de riñón.
o de corazón,
y hay que reconocer
con precaución.

Enfermeras:
Doctor, doctor, por caridad,
Doctor, doctor, recéteme
porque sino mi enfermedad
me matará
y no podre
servirle ya.

Doctor Mata:
«In salutem
vis molieribus
In galenum est.»
Con extracto de tebaico,
cinco gramos de morfina
otros tres de cocaína
y un poquito de alcanfor.
Por las tardes una toma
Por las noches tomas dos
y no olvides al usarlo
agitarlo con calor.

Enfermeras:
Yo no tomo la morfina
Ni tebaico ni alcanfor,
sólo quiero que tus ojos
me chamusquen con amor,
que el termómetro me pongas
por las noches a las diez
y, si ves que sube mucho,
me lo pongas otra vez.
¡Ay doctor, doctor!
Yo me siento mal
auscúlteme usted
que tengo aquí un dolor
intercostal.

Doctor
Eso debe ser
algo de aprensión
aunque aquí, en verdad,
noto al reconocer
cierta hinchazón.

Enfermeras:
Que el termómetro me pongas
por las noches a las diez
y si ves que sube mucho
me lo pongas otra vez.

Descargar partitura


La java del mareo (Nº5)

Agripina:
La cura del mareo
se logra enseguida,
con este balanceo
que vuelve a la vida.
Se mueve las cadera
a modo de ensayo,
y, así, de esta manera
se acaba el desmayo.

Lucas:
¡Señores, qué gachí!

Meléndez:
¡Bailando volverán!

Los dos:
¡Yo voy a ver, que aquí
por fin recetarán
jarabe de «jaz-ban»!

Agripina, Amor y Sari:
La cura del mareo
se logra enseguida,
con este balanceo
que vuelve a la vida.
Con tanto movimiento
estoy que reviento,
¡mis nervios no los puedo sujetar,
y estoy para saltar!

Agripina:
Mi receta es infalible
su virtud es singular.
La java
dejaba
delgao
a don Simeón,
La java
le dejaba
tronchao
por su agitación.
Y el viejo
pendejo,
con aires de pirandón,
hecho un jabanés,
hoy es campeón
de «simmy», java, charles, fox
y baile inglés.

Todos:
La java
dejaba
delgao
a don Simeón,
la java
le dejaba
tronchao
por su agitación.
Y a Rosa
la hermosa
bailando le dijo así:
«La java dejaba por ti».

Descargar partitura


Chotis (Nº6)

Hércules:
Tengo un truco que es fetén
pa domar las hembras bien,
y a mi nombre ya lo lo he patentao.
Pa tenerlas cautivás
se las suelta dos morrás
que las deje en seguida nocao.

Agripina:
No amenaces, so chulón,
que me da la conmoción.
Si me miras así, criminal.

Hércules:
¡Amos, anda!
¡Amos, anda!
¡No te pongas en actriz a lo Rambal! (bailan)
¿Me vas a permitir,
que quiero registrar? (se aprovecha)

Agripina:
Pareces de la aduana
que hay en Gibraltar.

Hércules:
¡Mia que te atizo!

Agripina:
¡Por Dios, Lacuerda, no me trates tan remal!

Hércules:
¡Mia que te doy!

Agripina:
Porque los ojos se me nublan al llorar.

Hércules:
¡Ahí te va;
ahí te va ese directo, so negra!
¡Ten cuidao,
ponte en guardia que yo pido guerra!
¡De esta lucha, de seguro,
voy a ser el vencedor!

Agripina:
¡Qué placer
debe ser
pegarse un palizón!

Hércules:
¡Me va a hacertrabajar
más que en la estación!

Descargar partitura