Marie Brizard partituras

ACTO PRIMERO

La escena representa un salón en casa de Don Juan Fernández, amueblado costosamente, pero con poco gusto. Puerta al fondo que conduce al exterior, y dos puertas a cada lado, que llevan alas habitaciones interiores de la casa. Entre las dos puertas de la derecha una chimenea, y ante ella una mesita con papeles y periódicos, tintero y plumas. Por la habitación, convenientemente distribuidos, un sofá, butacas y sillas. Todos los muebles están enfundados con cubiertas de dril para que el uso no los deteriore Por las paredes, cuadros y cortinas, y sobre el suelo una rica alfombra.
Para que los pies no vayan desgastándola, hay tendidos sobre ella unos pasos de linoleum, o de esa alfombra gris con franja encarnada, que es cosa más barata. Es de día. Al levantarse el telón, Ramón sale de la derecha y contesta a alguien que se supone que le habla desde dentro.

Nº1. Ramón, vaya usté corriendo a Colón

Ramón:
¿Está bien señora?
Señor, muy bien está.
¡Al punto!
¡Voy corriendo!.. a echarme en el sofá.
¡Que vaya al sastre y a la modista
y al camisero y al ebanista!
¡Esto no hay cuerpo que lo resista!
Y con los fríos y los calores
de mil encargos seguir la pista,
aquí hacen falta más servidores,
o le aniquilan a un servidor;
están los amos que es un horror,
no tien finura para mandar,
y no me dejan ni respirar;
a veces dicen: aquí, Ramón;
me mandan igual
que a un perro pachón,
y no dejo de correr,
y aquí voy a perecer.
Ramón, Ramón,
Ramón, vaya usté corriendo a Colón,
Ramón, Ramón,
después vaya usté a Rosales;
y sin parar allí va Ramón
igual que un ciclón,
y no pué ser,
que ya no estoy pa correr.
Entrar, salir, correr y trotar,
bajar y subir;
nos ven sudar
y no suben los jornales.
Ramón, Ramón,
Ramón, ya de aquíno sales,
pues ya me cansé yo de trabajar
y voy ahora a descansar.

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Nº2. En amor

Juan:
La mujer al despilfarro
no se debe acostumbrar,
porque como no lo gana
no lo sabe administrar.
Es vulgar que las mujeres
con un duro te hacen dos;
lo que pasa es que te engañan,
y lo que hacen es peor.

Remedios y Blanquita:
Con esa idea de las mujeres
se ve bien claro que no nos quieres;
no hay para el hombre
nada mejor.

Emérito, Remedios y Blanquita:
Porque la mujer en cambio
nos obsequia con su amor.

Ellos:
En amor, en amor,
la mujer más simple a lo mejor
nos resulta un diablo engañador.

Ellas:
No, señor; no, señor,
las mujeres siempre dan su amor
y se satisfacen con una flor.

Juan:
En mis tiempos a Remedios,
cuando hacía yo el amor,
nunca tuve que gastarme
el dinero en una flor;
y después que nos casamos,
una vez recuerdo yo
traje flores cordiales
porque se me acatarró.

Ellas:
No fuiste un hombre nunca galante
pero tacaño fuiste bastante;
ser generoso siempre es mejor,
porque la mujer en cambio
nos obsequia con su amor.

Todos:
En amor, etc., etc.

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Nº3. En locos amores yo nunca he pensado

Carmen:
Yo soy una chica modesta y sufrida,
que supo en el mundo luchar con valor.
Que quiere tranquila ganarse la vida
y nunca ha pensado que exista el amor.
Yo sé de cocina, yo sé de costura,
mis ratos perdidos me gusta leer;
me agrada esta casa, y se me figura
que todos ustedes me van a querer.

Todos:
La muchacha es una perla,
que encontramos de ocasión;
a la fuerza hay que quererla,
y ha de ser la solución
su adquisición.

Carmen:
Lo que quieran ganaré
para mí lo principal
es saber si les gusté
o si les parezco mal.

Todos:
Del salario nadie habló,
pues aquí lo principal
es saber si nos gustó
o si nos parece mal.

Carmen:
En locos amores yo nunca he pensado,
pues sé que los hombres no son de fiar;
ninguno hasta ahora mi amor ha logrado,
ni quiero que alguno me pueda engañar.
Yo sé que los hombres nos mienten amores,
que siempre es su esclava la pobre mujer.
Lo dicen los libros de grandes autores;
por eso en mis ocios prefiero leer.

Todos:
La muchacha es una perla, etc.

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Nº4. Dúo de Juanito y Carmen

Juanito:
¡Qué sorpresa inesperada!

Carmen:
¡Qué feliz casualidad!

Juanito:
¡Tú en mi casa acomodada!

Carmen:
¡Vamos, ten formalidad!

Juanito:
¿Olvidaste aquellas noches
de la clásica Bombilla;
olvidaste aquellas cenas
de Rosales y el Turó,
cuando el alba me vio siempre
abrazado a mi chiquilla,
a los sones candenciosos
del chotis y del fox trof?

Carmen:
¡Ay, Juanito,no recuerdes
esas noches madrileñas
en que fuimos parroquianos
de Maxim y casa Juan,
que mis buenas intenciones
voy perdiendo si te empeñas,
y los pies al escucharte
sin quererlose me van!

Juanito:
Pues márcate conmigo, si quieres, un fox trot.

Carmen:
¡Ay, Juanito, que me pierdes!

Juanito:
¡Ay, qué más quisiera yo! (Bailan.)
Si a buscarme vienes, tu amor es verdad.

Carmen:
Sólo nos unió la casualidad.

Los dos:
Y yo la bendigo, pues trae la felicidad.

Carmen:
Oye, no me aprietes tanto
que no soy de amianto,
y en tu fuego me vas a prender.

Juanito:
Calla, no me dejes, cielo mío,
que me voy a quedar frío
y tus brazos me han de sostener.
Otra vez contigo dichoso seré.

Carmen:
No me engañes, Juan, que me moriré.

Los dos:
De tu amor al fuego
te juro que me abrasaré.

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ACTO SEGUNDO

La misma decoración del primer acto, pero completamente transformada. Han desaparecido los pasos que había sobre la alfombra, y las fundas de todos los muebles, y éstos están arreglados con mejor gusto.
Al levantarse el telón aparece Ramón por el foro con una librea muy vistosa y el pelo empolvado. Llega muy furioso y se deja caer en una butaca.

Nº5. Como somos doncellitas

Todas:
Como somos doncellitas,
arrogantes y bonitas
y llamamos la atención,
nunca faltan pretendientes,
que con frases insolentes
nos persiguen con tesón,
y hay que ver qué brutos son.
No exagero nada,va usted a saber
algunos piropos que me han dicho ayer.

Carmen:
Cuidadito, niñas, y circunspección,
porque el referirlos tiene exposición.

Una:
Le daba a usté un bocao.

Otra:
Si fuera usté Abdel-Krim.

Otra:
¡Mi madre, qué ganao!

Otra:
La gorda ya se ha armao.

Carmen:
El mío fué en latín.

Todas:
Al oír al galán
tales cosas decir con afán
nos pusimos coloradas, porque la verdad
no se puede oír tanta atrocidad.

Carmen:
Hay que ver y pensar
que a ninguna compromete el escuchar,
y que el hombre es un juguete
que nos tiene que alegrar
para luego romper y tirar.

Todas:
Otra vez por esas calles
paseamos nuestros talles
provocando admiración,
y los mismos pretendientes
con sus frases insolentes
nos persiguen con tesón,
y hay que ver qué pelmas son.
No exagero nada, va usted a saber
qué graciosos tipos me han seguido ayer.

Carmen:
Cuidadito, niñas, y circunspección,
porque el exhibirlos tiene exposición.

Una:
A mí fue este guerrero.

Otra:
A mí este carcamal.

Otra:
A mí este novillero.

Otra:
A mí este comunero.

Carmen:
Y a mí este clerical.

Todas:
Al mirar a un galán
que os asedia con cálido afán,
le miráis apasionadas y le prometéis
que le escucharéis y le adoraréis.
Le juráis un querer,
que el jurar no compromete a la mujer,
porque el hombre es un juguete
que nos tiene que alegrar.

Carmen:
Para luego romper y tirar.

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Nº6. Vaya un automóvil

Juan:
Con estas sillas.

Remedios:
Con esta alfombra.

Marqués:
Y con aquella máquina Yost.

Juan:
Y estos cojines, en un momento.

Remedios:
Se arma un cuarenta marca Renol.

Marqués:
El coche está esperando
que salgan los señores.

Juan:
Mi coche en el paseo será de los mejores.

Remedios:
La gente a nuestro coche
qué envidia va a tener,
y va a asombrar a todos
la pinta del chofer.

Marqués:
(Recitado.) ¿Dónde quieren ir los señores?

Juan:
¿Dónde te parece que vayamos, Remedios?

Remedios:
A la Castellana, que está menos aburrido.

Juan:
Manolo, a la Castellana.
(El Marqués hace como que le da a la manivela para poner el coche en marcha.)

Remedios:
jAy, qué movimientos;
si esto es un deleite!

Juan:
¿Qué ha sido ese ruido?

Marqués:
Que le falta aceite.

Remedios:
¡Mira! Romanones.

Juan:
Ahí va la Sofía.

Remedios:
Vaya usted despacio
que cruza el tranvía.

Juan:
No corra usté tanto,
¡qué barbaridad!,
porque me marea la velocidad.
(Salen Carmen y todos los criados.)

Criados:
Vaya un automóvil, es despampanante.
Vaya un chófer feo que va en el pescante.

Juan:
Suba, Carmencita.

Remedios:
Venga a pasear.

Carmen:
Por Dios, señorita, que esto es abusar.

Todos:
Qué jollín van a armar;
van los cuatro a volcar.

Juan:
Cuando por esas calles
yo saco el Dion Butón.

Remedios:
Vamos de todo el mundo
llamando la atención.

Ramón:
Tiene usté razón,
van ustés de pistón.

Marqués:
Siempre los nuevos ricos
vestidos de oropel.

Carmen:
Pues quieren en el mundo
representar el mejor papel.

Ellos:
Si es Packar o es Alción,
Cadillac, Elizalde o Gobrón,
debe ser de cajón,
que al final el nuevo rico no le quede un Boutón.

Criados:
(Repiten.)

Juan:
A una mujer con auto se puede conquistar.

Remedios:
Si piensas de ese modo me quiero divorciar.

Ramón:
Eso es afinar y saber diquelar.

Marqués:
Va usté a tener mujeres
rendidas de pasión.

Carmen:
Yo misma por un auto
quiero ofrecerle mi corazón.

Todos:
Si es Packar…

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Nº7. Wan Step andaluz

Doncella 1:
¡Ramón!

Doncella 2:
¡Ramón!

Botones:
¡Ramón!

Ramón:
¿A qué venís aquí?

Los tres:
Queremos que nos digas
si estamos bien así.

Ramón:
Con esa ropa nueva estáis muy bien los tres.

Los tres:
Y tú con la casaca pareces un Marqués.

Ramón:
Con dos mujeres guapas.

Botones:
Conmigo y con Ramón.

Doncellas:
La casa es una casa
de gran ostentación.

Ramón:
Venid aquí, muchachas,
ahueca, tú, guasón,
que yo con las señoras
no quiero ni un botón.

(Hablado sobre la música.)
Botones:
Oye tú, no seas ansioso, que todos somos hijos de Dios.

Ramón:
Para ti esta rubiales; pero déjame a mí esta morenaza, y verás mechuza en el Wan Step andaluz.

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Nº8. Romanza de Blanquita

Blanquita:
Ven a mí que sin tu amor me muero;
sólo a ti con ansiedad espero;
ven, mi bien, que estoy entristecida;
ven tú, mi dueño,
porque vivir sin ti no es vida,
sólo tú calmarás mi ansiedad,
sólo tú borrarás mi dolor,
pues me suenan tan sólo a verdad
tus palabras de amor.
Tu triste ausencia
me está matando,
y paso el día por ti llorando;
vuelve a mi lado, mi bien,
dime de nuevo tu amor,
que yo no vivo, pues lejos de ti
me está matando el dolor;
suspiro yo por ti, mi bien,
cada vez yo te querré más;
a mi lado, dulce amor, ven,
quiéreme, mi amor,
quiéreme y olvidaré mi dolor
entre tus frases de amor.

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