Cuadro Segundo – Las mujeres de los cuentos
Nº1.
Telón decorativo que representa un libro de tamaño monumental. Ante él aparecen Las mujeres de los cuentos acompañadas de Arístides y Niceto.
Ellas:
La vida el arte nos dio
Delirio de artista fue
lo que nos creó
Ellos:
¡Mi madre, vaya gachís!
¡No vi jamás cosa igual!
Con hembras así
se puede triunfar!
Ellas:
De un bohemio galán y poeta
fui la musa creadora,
y a sus cuentos logré dar, coqueta,
un perfume de frivolidad.
Es mi historia galante fingida
y, por eso, más sabrosa,
que el amor es vulgar en la vida;
¡cuando es bello jamás es verdad!
Arístides:
¡Maravillosas son!
Niceto:
¡Están pero jamón!
Ellas:
Mujeres ¡Azahares en flor!
¡Mujeres!… ¡Os brindan amor!
¡Mujeres!… ¡Que ofrecen placer!
¡La vida se llama Mujer!…
Ellos:
¡Son hembras de mucho poder!
Ellas:
¡La vida se llama mujer!
Ellas:
En los cuentos soy reina o pastora,
soy feliz o desdichada;
pero siempre un galán me enamora
y del cuento es la trama este amor.
Mis ensueños y mis desventuras
interesan y conmueven,
y lo extraño de mis aventuras
son deleite sin par del lector.
Arístides:
¡Las musas son mi afán!
Niceto:
¡Qué bien vestidas van!
Ellas:
¡Mujeres, azahares en flor!
etc…
Cuadro Tercero – Las noches del harén
Nº2.
Decoración de cortinas en primer término. Por un lateral salen Niceto y Arístides, éste no ha abandonado el manuscrito de los cuentos.
Tras el texto se descorre la cortina. Decorado oriental. Recostado indolentemente en una cama turca se halla el Príncipe (tiple) fumando opio.
Príncipe:
Sólo tú sabes evocar
la mujer
que yo supe amar.
¡Sólo tú,
humo azul,
eres dulce realidad de mis ensueños!
(Por un pebetero monumental aparece la figura de la Bayadera. Poco a poco, se va aproximando al Príncipe, atrayéndole con sus encantos.)
Sólo tú
logras disipar
el dolor
de mi amor fatal.
¡Humo azul,
suave tul,
brindas voluptuosidad con tus caricias!
¡Humo azul!
Baile. El príncipe se deja arrastrar como alucinado por la belleza de la Bayadera. Dentro se oye el canto de las Odaliscas, que van saliendo poco a poco.)
Odaliscas:
Leve cendal,
suave luz
ideal,
que aprisionas
mi tesoro
virginal.
Espirales
que serán
tu placer
cuando el sueño
te haga dueño
de mi ser.
(Rodean al Príncipe.)
Sólo tú
sabes evocar
la mujer
que supiste amar.
etc. etc. (Quedan formando grupo.)
Número de los espejos luminosos.
Añadido para la nueva versión del Teatro Maravillas
Nº3. Fox-trot
Tiples:
Es triunfar en amor
nuestro placer mayor
y vencer de un don Juan
su desdén y su afán
un ardid traigo yo
que jamás me falló
y que sabrá lograr
al galán dominar,
mire usté el talismán,
a él debéis preguntar
si al fin vais a lograr
esa loca quimera,
sueño de primavera
que el alma prisionera
quiere siempre gozar.
En mi espejo verás
mis ojos brillar
pidiéndote amor,
y mis goces tendrás
si logras mirar
la luz que reflejan.
En mi espejo verás
la sed que de amar
embriaga mi ser,
y al mirar sentirás
la eterna felicidad.
Cuadro Quinto – Las delicias de la terraza
Nº11. Tango «A dos velas»
Terraza de un café céntrico, dejos situados en la calle de Alcalá. La puerta del café, practicable. Mesas y sillas en la terraza es de día y en época primaveral.
Al levantarse el telón, el Camarero está terminando de cobrar a una parroquiana, que paga y se va. En otra mesa están senta- das dos señoras con «chapín», pero que en el fondo sbn más chulas que un botijo con el pitorro roto. El camarero es muy calvo y de muy mal genio; todo lo dice con voz muy agria, pues el pobre tiene la desgracia de padecer del hígado.
Aspavientos:
Era yo un niño mimado,
mi cuna de plata fue
y hoy me encuentro «destrosado»
porque quise a una mujer.
Entre la farra maldita
del infame cabaré
«conosí» a una mocosita
tan bonita, tan bonita
que era linda como un sol,
y «vensido» por su encanto
yo la quise tanto, tanto
como al «huisqui» y al «pernot»-
¡Te di mil joyas y coches!
¡Te di champán y brioches !
¡Te di, te di por las noches
«calefarsión»!
Mas hoy por tus francachelas,
tus trenes y carretelas,
me estoy quedando a dos velas
con menos luz que un velón.
Pero un mal día «vensieron»
tus «visios» del arrabal
y hubo algunos que te vieron
con un «taita» en el portal.
Los «vesinos» me dijeron
lo que «hasías» tú con él,
y con gesto «canfinflero»
el idiota del portero
comentaba mi papel
y «desía»: cabayero,
ande, váyase al chiquero,
que la novia le es infiel».
Recitado sobre la música:
Ahora soy como una estrella que, errabunda
camina por el «sielo» sin mancharlo,
porque un día, con gesto que no abunda,
me jugué la fortuna en Monte-Carlo
¡fortuna que a la niña de mi anhelo
no pudo retener mi amor en pos!
Y hoy Veguillas es mi único consuelo
y al que coba le doy…¡Válgame Dios»
Los dos:
¡»Pobresita» mocosita
tan bonita, tan bonita
que era linda como un sol!
Cuadro Sexto – Frutas tropicales
Nº5 One-step
Telón corto que representa un paisaje tropical pintado humorísticamente.
Voz:
Al probar
mis frutas que dan
dulzor,
sentirás
la suave sensación
de amor,
¡al probar,!
(Salen dos tiples y el conjunto, vistiendo trajes hechos con frutas. Bailable.)
Estribillo:
El ardor
juvenil
lo produce la fruta en Brasil.
El amor
es febril
si la fruta se coge en abril.
Cuadro Octavo – No hay prenda como la vista
Nº6.
Una plaza en la ciudad de Nápoles, año 160… Al fondo, una vista panorámica, en la que puede destacarse el Vesubio. Son necesarios para el juego escénico dos laterales que representen dos lujosas viviendas con ventanas practicables para que por ellas pueda saltar una persona. Al levantarse el telón es de día. Al final del cuadro irá anocheciendo.
Corocopulo:
Venid con sigilo,
mi plan ayudad.
Paje 1:
Si dais diez florines
conmigo contad.
Corocopulo:
Aquestas dos bambinas,
divinas querubinas,
caerán entre mis brazos
en los dulces lazos
de mi tierno amor.
Pajes:
Mandadnos, caballero,
que yo serviros quiero,
mas ved de adelantadnos
el dinero.
Corocopulo:
Vuestro laúd
hay que afinar
pues una trova quiero yo cantar.
Recitado sobre la orquesta
(Distribuyendo los Pajes, unos a la ventana de la derecha y otros a la de la izquierda.)
La mitad a esta «fenestra»
y la otra mitad a «estra».
Así las dos serenatas
me resultan más baratas.
Aunque al final, sin protesta,
me va a costar esta fiesta
¡un ojo de la mía testa!
Tu mirar, mujer,
es luz de amor que me ilumina
¡divina!
Yo quisiera arder
bajo ese brillo que fascina
¡fascina!
Por lograr tu amor
capaz seré de convertirme en traidor.
Y sabré luchar
valiente siempre y decidido
y en aras de mi amor triunfar.
Paje 1:
¡Ay, napolitana, sal!
¡Abre pronto tu ventana!
Oye, figulina,
mi mandolina
que cantarina
diciendo está
mi loco afán etc., etc., etc.
Pajes:
¡Ay, napolitana, sal!
¡Abre pronto tu ventana!
Oye, figulina,
esta mandolina
que cantando va
mi afán.
(Orquesta sola hasta el estribillo. Los pajes evolucionan con mímica constante)
Paje 1:
¡Ay, napolitana, sal!..
Pajes:
¡Ay, napolitana, sal!..
En este mismo cuadro, pero modificado, se escribió Las de la farándola y la bailarina
Estrella, Catalina, Corocópulo y Paje 1:
Noche feliz que a la mujer invita a amar
triunfa el placer al loco son de mi cantar
se oye el gemir de un trovador con su laud.
Noche feliz, noche triunfal, de juventud.
Catalina y Estrella:
Farandola que al pasar
al compás de tu canción
en tu alegre caminar
vas sembrando la ilusión.
Corocópulo, Paje 1, Giovani y Beppo:
Farandola que al pasar
al compás de tu canción
en tu alegre caminar
vas sembrando la ilusión.
Catalina y Estrella:
Noche que triunfa gentil la mujer,
todo es promesa de dicha y placer,
siento que un fuego se enciende en mi ser.
¡Qué divina embriaguez!
Paje 1:
En el suave anochecer
al cruzar la farandola
van los trovadores
cantando amores
ante las flores
que adorno son
de tu balcón.
Todos los pajes:
En el suave anochecer
al cruzar la farandola
son los trovadores
los embajadores
del amor y del placer.
Todos:
La farandola
va cantando su alegría
con loco reír
y suenan sus canciones
cual promesa
de amante feliz.
La farandola va cantando
por el triunfo de la juventud
y en todo pecho amante
es un eco de inquietud.
Quiero gozar,
quiero reír,
quiero cantar.
Cuadro Noveno – Las mujeres de corazón
Nº8. En una noche triste – Vals
Al fondo del escenario, un corazón sangrante, de tamaño monumental, preparado en forma para que, en el momento que se indique, salgan por la parte alta del mismo, descendiendo por una escalera dorada, las señoritas que han de interpretar el número de música.
Se abre el corazón, apareciendo tras él una tiple y la pareja de baile.
Fuerte en la orquesta. El corazón vuelve a abrirse y aparecen Las del corazón, seis muchachas con trajes apropiados. El vals se convierte en marcha. Todos los personajes danzan animadamente. Efecto final y telón.
La del corazón:
En una noche triste
yo supe ser mujer
gozando los amores
que es lo mejor que existe.
Capullo, luego rosa
de mágico vergel,
al hombre ofrezco
la deliciosa
fragancia de esa rosa.
Yo te sabré ofrecer
horas mil de placer
porque mi solo afán
es ser mujer
y en mis encantos tengo un talismán.
Reina del amor,
soy goce embriagador
que al hombre ha de rendir,
y llevo en mi cantar
la dicha de vivir.
Aquella noche triste
que supe ser mujer
ya no podré olvidarla
pues tú mi dicha fuiste.
La rosa deshojada
en su primer amor,
hoy de la vida
enamorada
te aguarda confiada.
Cuadro Décimo – Se necesita una mecanógrafa… fea
Nº4.
Despacho de trabajo de la oficina que en una calle céntrica de París, tiene instalado Monsieur Bouchón. Entrada por la izquierda. En dicho lado, y frente al publico, coquetona y pequeña mesa de despacho, con los útiles consiguientes. A la derecha, de costado al público, sobre mesita apropiada, máquina de escribir con su taburete o silla al lado. Más a la derecha aún, casi en el costado, ventana que da a la calle con su forillo correspondiente. Es de día.
Durante el número, Susana simula escribir en la máquina lo que va cantando.
Susana:
Mujer mecanógrafa,
serás buscadísima
sí, al fin, coquetísima
tu encanto de mujer
prodigas por doquier. (Corre el carro.)
Mas yo, sapientísima,
también modestísima,
no quiero la máquina
para coquetear,
ni flirtear.
Meca, tú sabrás
en la vida triunfar;
el placer al hombre
nunca, nunca venderás;
que estas letras son
nuestro amante mejor,
porque escribirán
la palabra amor.
Un chico, guapísimo,
jovial y simpático,
con ojos muy lánguidos,
de rostro encantador,
suspira por mi amor. (Corre el carro.)
Y yo, modestísima,
por el muy solícita,
le adoro, romántica,
buscando en mi galán
su tierno afán.
Meca, tú sabrás
en la vida triunfar,
etc., etc., etc.
Oscuro total. Se levanta la cortina y luz. Aparece, ocupando casi todo el escenario, una máquina de escribir monumental. Ante ella, ocho mecanógrafas, que en momento oportuno simularán escribir, llevando el compás de la canción que canta Susana, ya vestida con su traje. Al llegar al estribillo primero, van saliendo del rodillo las letras que constituyen dicho estribillo
Cuadro Undécimo. Acuarela española
Nº9. Bolero
Decoración fantástica. Al fondo, una gran pandereta que se abrirá a su tiempo.
Cuadro Duodécimo. El landru de Chamberí.
Nº ?
Telón corto decorativo y madrileñista, que representa ser un inmenso mantón de manila pintado con grandes rosas de colores diversos. Estas rosas deben, durante el número, iluminarse interiormente con luces distintas.
Castigador:
Las chulas de postín
de Chamberí
están por mis hechuras
«chantillí».
Chulas:
Escucha, ¡so Landrú!,
que a mí m’han recetao
un socio como tú.
Castigador:
Haber venido ayer
que había yo tomao
un real de cola Astier.
Chulas:
Con terno entrabillao
el güito ladeao
y visto de perfil,
si vas en un Pakar
te puedes comparar
con el señor de Vanderbil
o de Rochil.
Castigador:
Las tres son bibelotes
de casa de Medel
y tienen tres azotes
en pleno desnivel.
Chulas:
Pareces mismamente
un pollo de la crem.
Yo te pongo un piso
si tu quieres,
de los que tienen
calefacción.
Castigador:
Dejadme de historietas
prefiero mil pesetas.
Chulas:
Harás que falsifique
billetes de Felipe
y venda mi mantón
a precios de ocasión.
¿Qué me has dado?, ¡so ladrón!
Verbeneras:
¡Luciano, ten piedad! ¡
¡No me hagas de sufrir
ni me castigues más !
Castigador:
¡Ya ustedes pueden ver
que pierden la chavé!
Todas:
¡Dame tu amor
arrollador,
castigador!
Último cuadro. Bailar hasta morir.
Nº10. Pasodoble
Al darse la luz, aparece al fondo del escenario, en un tablado preparado al efecto, una típica orquesta de cabaret. Un actor (al que llamaremos «Jefe de orquesta», vestido igual que los señores profesores y que simula tocar el violín, acaudilla grotescamente la orquestina. El escenario no tiene apenas decorado para este cuadro. Bastará destacar sobre la cortina negra, en los ángulos del mismo, un par de figuras de buen tamaño recortadas en papel que representen graciosos tipos en caricaturescas posiciones de baile. La orquesta toca a su estilo y manera el número musical.
Todas:
Como las cuerdas de mi guitarra
que en sus gemidos hablan de amor,
tiemblan los besos en nuestros labios
con todo el fuego de nuestro sol.
Negros los ojos, roja la boca
mi estirpe mora diciendo van,
yo soy la clásica
mujer bravísima
soy la española chulapa, manola
que mata al mirar.
¡Ay! El alma de la raza
palpitó brava en mí,
¡Ay! Siempre orgullosa
y altiva, su fama,
su gloria,
cantármela así.
Tiples:
España la aventurera,
España, recia solera
de bravos que por ley
tuvieron siempre el honor.
España, eres tierra
de majeza y valor,
suelo español.
Todas:
Española aventurera,
España, recia solera
de bravos que en su honor
la defendieron.
Tiples:
España, la aventurera.
Todas:
Es tu cielo azul
el que enardece
nuestros pechos,
es tu ardiente sol
que fuego da
a mi corazón.
¡Ah! España, la aventurera,
España, recia solera,
tus hembras
hijas son de Malasaña
y mueren por la gloria
de su España.
Ella sola puede
su orgullo mostrar.
Ella sola, nadie
la logra igualar
en querer, en luchar,
en sentir, en triunfar.
Los apaches
Nº12 (No aparece en el libreto)
Ella:
Yo soy Susana, la Apachine,
y a mi hombre yo me entregué
y a sus golpes me acostumbré.
Él me arrastraba sin compasión
y me daba ca palizón
que mi cuerpo era un verdugón.
Mas ya la casa cambió
y la que atiza ahora soy yo.
Él:
Esta Susana, Jesús qué horror,
convirtiose en boxeador,
me ha tomao por entrenador.
Yo barro, friego, limpio el fogón,
guiso, plancho, y estoy de non,
y ella encima me da un capón.
Tiempo en que yo la pegué,
tiempos lejanos no olvidaré.
Ella:
Anda so randa ladrón
que te voy a dar,
que ya no me ablanda
el verte gimotear,
no seas cucanda
que tienes que liquidar.
Todas:
¡Ladrón!
que te voy a dar.
Maxixa
Nº13 – Música con bandoneón
Black-Birds
Nº15 – Música para baile