La picarona (1930)
Canto a Segovia
Texto: Emilio González del Castillo y Luis Martínez Román
Intérprete: Faustino Arregui (tenor)
Marcos Redondo (barítono)
Coro:
Paso al adivino que va de camino
y dá por dos cuartos la felicidad.
Si nos ilusiona con su alegre sino,
¡qué importa que luego no sea verdad!
Ginés:
Vengo caminando por la cinta blanca de la carretera,
y traigo ilusiones para quien me aguarda para quien me espera.
Curo el mal de amores, curo los pesares, curo los dolores,
y de magia entiendo y en dos cuartos vendo hierbas de virtud.
Coro:
¿Será verdad?
¿Podrá decir lo que ha de ser en nuestro porvenir?
Si el sino es engañador,
no es novedad pues siempre miente amor
y el acertar no es gran virtud,
el milagro lo hace nuestra juventud.
Viene caminando por la cinta blanca de la carretera,
y no hay moza o mozo que no sienta gozo.
Puede que sea cuento pero en un momento me ha puesto contento,
y eso da salud.
Ginés:
Los secretos del destino he logrado descubrir,
porque soy el adivino que predice el porvenir.
Voy vendiendo la alegría sin hallarla para mí,
y a Segovia he visto un día y a su encanto me rendí;
que si llora el río Clamores yo sus quejas comprendí;
llora regando sus flores y a Segovia dice así:
Segovia de mis amores,
la causa de mis dolores es separarme de ti.
¡Segovia!
Segovia del sol es la novia
por eso al beso de la despedida,
en oro de rayos de sol encendida,
Segovia se viste su traje de novia
y muestra el tesoro de sol de su manto
que es de oro.
¡Segovia!
Coro:
Tiende su manto que es de oro, Segovia.
La Sierra con nieve la viste de novia
y el sol que se abrasa de celos
por eso la envía sus rayos y en ellos un beso.
Ginés:
Segovia nos muestra de luz su tesoro
pues viste de novia con un manto de oro,
Segovia.
Coro:
Florón de Castilla, es una gavilla y un rayo de sol.
¡Segovia!
