coplas de ronda partituras

PRIMER ACTO

Nº1. Chorritos y coro de mozas – Introducción y escena

Unas:
Decirle a doña Julia,
so adulaoras, que así se esmigue
no logrará el cariño
del guapo mozo que ella persigue.

Otras:
Eso ya lo veremos,
so fantesiosas.

Unas:
Visto está ya.

Otras:
Gabriel pa doña Julia será.

Unas:
Decirla con nosotras que ¡quiá!

Otras:
Como ella se proponga
de toas maneras
lo logrará.

Chorritos:
Es bien seguro
que no habrá un lugar
donde sos ganen
a chismorrear.
Aquí hay galocha
que hace que el marido
cuide del cocido
por cotillear.

Todas:
Eso a mí nunca
me ha llegao a pasar,
que yo mi casa
la sé bien cuidar;
pero si te hablan
debes enterarte,
y ties que pararte
para contestar.

Chorritos:
Hay cada lengua,
que si yo fuera
la que pudiera
mandar aquí, /
con buena lumbre
yo las guisaba,
o las cortaba
por la raíz.
Pues se debe castigar
a quien gusta murmurar.
Critican las mozas
que menos debieran hablar,
y son más parleras
aquellas que tien que callar.
Y de esas hay muchas
que tién luego tal condición,
que sufren mareos
en viendo colgao un pantalón.

Otras:
Eso sí que son ganas
de hablar y de calumniar.

Unas:
Tó eso y más se merece
la que trató de encismar.
¡Av si llego yo a estallar!…

(Recitado.)
Otras:
¡Ay qué miedo!

Unas:
¡Adulaoras!

Otras:
¡Envidiosazas!

Otras:
¡Eslambrecías!

Unas:
¡Roemendrugos!

Otras:
¡Ahí van las ricas!…

(Cantado.)

Chorritos:
No me gusta murmurar;
mas esta zurriaga
no le quita el novio a Asunción,
porque yo sé de ella…
Lo callo por educación.

Todas:
¿Será un chismecillo?
O puede que sea verdad;
la vida tié cosas
que a una la dejan pará.

Unas:
A ver si resulta
que tienen razón.

Otras:
Pa mí lo que tienen
es un sofocón.

Chorritos:
Las muy picoteras,
que no han de callar,
y tién unas lenguas
que son pa picás.
Jamás me gustó murmurar.

Descargar partitura


Nº2. Dúo cómico

Saltacharcos:
No siendo dormío,
no me he de casar,
que tóo el que se casa
se hincha de rabiar.
La mujer le insulta,
gruñen las cuñás,
y si tiene suegra,
¡pa qué quiere más!…

Chorritos:
Tú qué sabes lo que es la dulzura
de una esposa, piazo bruto.

Saltacharcos:
Lo que sé que ni en la cama tendría
esta holgura que hoy desfruto.

Chorritos:
El hombre soltero
es un descarriao;
se las da de listo
y va equivocao.

Mozas:
Tié razón Chorritos,
bien le has contestao.
El hombre soltero
es un desgraciao.

Saltacharcos:
Sí, sí, desgraciao…
En la fiesta
ya me habéis de ver bailar,
tan majete,
que sus voy a atontilar,
como las mariposuelas
correrís volando
tras de mí, pensando:
¡miá quién le pudiá cazar!…

Mozas:
Más quisiera
el mariposo que lograr
que la moza
se dejase acompañar,
pa en la fiesta junto a ella
presumir de majo,
siendo el espantajo
más idiota del lugar.

Chorritos:
To el hombre que es hombre
y no está lisiao,
desea de verse
cuanto antes casao,
que, entre otros deberes,
no debe olvidar
que aquí Dios le trajo
pa multiplicar.

Saltacharcos:
Otra más que yo no me case,
pues las cuentas las repuzno.

Chorritos:
Ya sabía yo que tú acabarías
por lanzarnos un rebuzno.

Saltacharcos:
Que insultes o adules,
igual te va a dar;
ni a buenas ni a malas
yo me he de casar.

Mozas:
Eres un zopenco
y un bruto cerrao.
i Pobre Saltacharcos!
¡Es un desgraciao!

Saltacharcos:
Sí, sí, desgraciao…
En la fiesta
ya me habéis de ver bailar,
tan majete,
que sus voy a atontilar;
como las mariposuelas
correréis volando
tras de mí, pensando:
imiá quién te pudiá cazar!…

Mozas:
Más quisiera
el mariposo que lograr
que la moza
se dejase acompañar,
pa en la fiesta junto a ella
presumir de majo,
siendo el espantajo
más idiota del lugar.

Descargar partitura


Nº3. Romanza de Gabriel

Gabriel:
La ‘‘Valiente’’ y la “Torda”
son las mulillas que yo prefiero,
que me llevan volando
a ver la moza
que yo más quiero.
Fuentecica de rico caudal,
de agua clara
como el más limpio cristal,
es tu murmullo un grato arrullo
que a mi ilusión suena a copla de amor.
Fue aquí mismo donde la encontré,
y prendado de sus hechizos quedé.
¿Cómo no amarte, fuente blanquina,
si aquí logré el amor que soñé?
Y en las noches que la luna
viene tu agua a platear,
mis suspiros son coplicas
que acompaña tu sonar
pa decir mi cantar.
Morena,
por hermosa y por buena,
te quiero,
y sin ti yo me muero.
¡Qué día
me darás la alegría
de que pueda llamarte
mi mujer y adorarte
con el ansia que sueña
mi pasión alcarreña!…
Fuente prodigiosa,
la imagen de mi moza
en ti la veo de plata.
Morena,
no me mates de pena,
que te juro, alma mía,
que vivir no podría
sin la cara risueña
de mi moza alcarreña.

Descargar partitura


Nº4. Dúo de Gabriel y Asunción

Gabriel:
¿Pero a ti qué te importa, chiquilla,
que quien quiera me escuche un cantar,
si en ca copla ha de oír que te quiero,
que tú eres mi vida, que tú eres mi afán?
¿Cómo quieres que exista quien pueda
de mi pecho tu amor arrancar,
cuando tiene raíces tan hondas
que se iría mi vida detrás?

Asunción:
Mi Gabriel, si tú cantas a otra,
todo el pueblo dará la razón
a esas coplas canallas que dicen
que quieren quitarme,
quitarme tu amor.

Gabriel:
No hagas caso de coplas que digan
que yo puedo de ti separarme,
pues no hay nadie que pueda arrancarme
el cariño tan loco que siento por ti.

Asunción:
Yo te creo, Gabriel de mi vida,
que tus ojos jamás han mentido,
y bien claro al mirarlos me dicen
que el mismo que has sido
serás para mí.

Gabriel:
No dudes de mi cariño,
que sólo de ti ha de ser.

Asunción:
Dudar yo no puedo, viendo
lo firme qus es tu querer.

Gabriel:
Alcarreña de mi vida,
dueña de mis pensamientos,
por la que suspiro y canto,
por la que suspiro y canto,
y un altar llevo en el pecho.
No te asustes si el cariño
en tu frente puso un beso,
que una flor de tal aroma,
que una flor de tal aroma,
no deshoja un alcarreño.
Alcarreña, bella moza,
a quien quiero con pasión,
ven y dile tú a la Virgen
lo grande que es nuestro amor.

Asunción:
Gabrielico, tus palabras
son cantar de ruiseñores,
que me llenan de alegría
y es arrullo en mis amores.
No me engañes, que sería
tan horrible sufrimiento
como si al lograr la gloría,
como si al lograr la gloria
fuera a hundirme en los infiernos.

Gabriel:
No seas chiquilla
ni tengas recelo,
la luz de tus ojos
es mi único anhelo.

Asunción:
Ya sé que tú quieres
tan sólo a tu moza,
pero es que hay quien goza
sembrando el dolor.

Los dos:
De nuestro cariño
no extingue el brillar
las nubes que quiere
la envidia forjar.
Podrán nuestras almas, felices, dichosas,
por senda de rosas
la vida llevar.

Descargar partitura


Nº5. Introducción y escena

Tenor:
Adiós calle de las armas
que merecías tener
cuatro pilares de plata
y, en medio,
tu chapitel.

Pascasio:
Seguid bebiendo
que hay que celebrar
que un par de botas
vengo de estrenar.

Serenos:
Usté descuide,
que las dos botejas,
trago tras trago
dejaremos secas.

Saltacharcos:
¿Esta merluza va a ser
ballena!…

Pascasio:
No hay que preocuparse, y beber,
que el que bebe es hombre feliz,
y si se emborracha,
eso es ya la dicha conseguir.

Saltacharcos:
Digo yo que tiene razón,
y el vinejo está superior.
Este par de botas
yo las dejo rotas,
por mi salvación.

Serenos:
¡Trae pa ca!

Pascasio:
¡No que no!

Serenos:
Deja este vinejo
buen gustejo
en el garganchón!…

Saltacharcos:
Dices bien.

Pascasio:
Claro está.

Serenos:
Si nos ve el alcalde
nos deja cesantes,
pero sin chistar.

Pascasio:
Serenito, serenito,
no da luz tu farolito,
pero ties una toquilla
de doscientas lamparillas.

Saltacharcos:
Tío Pascasio, tío Pascasio,
mi cabeza es un ginasio,
me da vueltas tóo el serrín,
o to lo que tenga aquí…

Serenos:
Yo estoy viendo que tendré que hacer
el servicio a cuatro pies.

Saltacharcos:
¡Ay, qué salao
le encuentro a usté!
Por su cariño
siento yo esta sed.

Pascasio:
Pues yo pa ti
soy un pachón,
y al que te falte
partiré un riñón.

Saltacharcos:
Si me lo pide
puede que me case,
aunque al matrimonio
le he tomao coraje.

Pascasio:
No seas pesao
y ten cuidao,
que a pisotones
me tiés estrozao.

Serenos:
Hay que probar
y comprobar
si es que sus botas
valen para andar.

Todos:
To el que está triste
debe de alegrarse;
la vida es corta,
y hay que aprovecharse;
con este vino
siento una alegría,
que no acabaría
nunca de empinar.
Él maldecío
es tan divertío.
que hace andar torcío
y tropezar.
Es vino alegrillo
y revoltosillo,
que te hace un ovillo
si quiés andar.

Pascasio:
¡No arrempujar,
piazos de tal!…

Saltacharcos:
¡¡Ahí va el tirrimoto!!…

Descargar partitura


Nº6. Bella niña de ojos negros – Rondalla

Pinchapeces:
No te impacientes, galana,
que ya vamos a cantarte,
que es que vamos de uno en uno
y está cojo el de delante.

Gabriel:
Bella niña de ojos negros,
y carita de azucena
no te extrañe que la gente,
no te extrañe que la gente
flor te llamen alcarreña.
Eres gardenia orgullosa,
perfume de rosa y blanco jazmín
Eres la flor más hermosa,
gentil y graciosa
de que se ufana tu jardín.

Mozos:
Puede estar bien orgulloso
el que logre tu querer
que se lleva de este pueblo
la que «tié» de más valer.

Bajos:
Si, es verdad que es «pá» envidiarle
lo feliz que habrá de ser
el que consiga tu querer !

Gabriel:
Las flores de tu ventana,
que celos me dan galana,
pues dice un clavel que son
para él, tus más dulces besos
que en sus hojas tiene preso
y que nunca yo tus mieles probaré.

Mozos:
Las flores de tu ventana,
te quiere quitar serrana
un mozo que está acechando.

Gabriel:
Ah, las flores de tu ventana
quisiera cuidar.

Descargar partitura


SEGUNDO ACTO

Nº7. Dúo Chorritos y Saltacharcos

Chorritos:
¡Matarle, sí!

Saltacharcos:
¿Matarle yo?…
Recuerda que su cabra
a mí me amamantó.

Chorritos:
Si no pues cara a cara
le asesinas a traición,
que así es como el granuja
se burló de la Asunción.
Oculto en las sombras de los soportales
que hay frente a su casa
te tiés que apostar…

Saltacharcos:
Me apuesto dos duros
a que me se humilla,
y entonces, ¿quién tiene
valor pa matar?

Chorritos:
Tan pronto se te acerque
tú le das dos puñalás,
y así que esté en suelo
lo acabas a pedrás.

Saltacharcos:
¿Nada más que eso
es lo que hay que hacer?

Chorritos:
Nada más, y el premio
mi amor ha de ser.

Saltacharcos:
¡Caray qué fácil!…
Lo que tú quieras he de hacer,
y a quien me digas mataré,
por tu querer yo he de dejar
el vecindario
redudo a la mitad.

Chorritos:
De ser verdad que tiés valor
conquistarás pa mí tu amor,
y te querré y mimaré
tó cuanto quieras,
que mí orgullo habrás de ser.

Saltacharcos:
¿Por qué no vamos juntos
y a Gabriel le paro yo
y mientras por la espalda
tú le arreas el morrón?

Chorritos:
SI tiemblas de miedo
ya puedes marcharte,
que a un hombre cobarde
no pienso querer.

Saltacharcos:
El miedo es que veo
que si no le atino,
igual que a un gorrino
me raja Gabriel.

Chorritos:
Le pegas cuatro tiros
y seis palos en la sien,
y luego, si aún respira,
que ruede un terraplén.

Saltacharcos:
¿Nada más que eso
es lo que hay que hacer?

Chorritos:
Nada más, y el premio
mi amor ha de ser.

Saltacharcos:
iCaray qué fácil!
Lo que tú quieras he de hacer,
y a quien me digas mataré;
por tu querer yo he de dejar
el vecindario reducido a la mitad.

Chorritos:
De verdad que tiés valor,
conquistarás pa ti mi amor,
y te querré y mimaré
tó cuanto quieras,
que mi orgullo habrás de ser.

Saltacharcos:
¡Le mataré!…

Chorritos:
¿Le matarás?

Saltacharcos:
¡Voy a coserle
a puñalás!

Descargar partitura


Nº8. Número de la Jan Ban – foxtrot

Hombres:
¡Qué contento el pueblo está!
La Virgen es y brilla el sol,
que quiere ver la animación,
que así tendrá más esplendor.

Mujeres:
De diez leguas en redor
tó el mundo aquí se presentó.
¡Habrá que ver la animación
que va a tener a procesión!

Todos:
Hay que cantar
y disfrutar.

Una vendedora:
Escapularios benditos
de la Virgen de la Peña.

Una vendedora:
Venid, golosos, que tengo
delicaos v madalenas.

Hombres:
He de bailar esta noche
hasta quedarme rendío.

Mujeres:
¡Qué majo está el mocerío!
iVaya barbianes que son!

Todos:
Día grande es el de hoy.
La Virgen todos quieren ver,
y nadie habrá que el corazón
no se le ensanche de emoción.

Saltacharcos:
Soy el diretor
de este gran jan ban,
que lo he organizao
pa no trabajar.
Les hago cantar,
les hago bailar,
y lo que les den
a su diretor
tienen que entregar.

Todos:
El Cateto jazz
es la admiración
desde Fuente el Saz
hasta Sacedón
Nos han demostrao
que son tan salaos
como el bacalao.
Tiene que asombrar
el Cateto jaz.

Descargar partitura


Nº9. Dúo de Asunción y Gabriel

Asunción:
¡Virgen Santa de la Peña, piedad,
un consuelo para mi dolor,
yo lo imploro de tu infinita bondad,
no me olvides, Madre mía!
(Al ver a Gabriel, que entra por la izquierda.)
¡Gabriel!

Gabriel:
¡Mujer!… ; A qué vienes?
¿Qué quieres de mí,
si sabes que nada
soy ya para ti?

Asunción:
De mí lo eres todo,
que todo te di:
mi vida y mi honra
depende de ti.

Gabriel:
Ya te he dicho mil veces, galana,
que procures de mí no acordarte,
pues no quiero más tiempo engañarte,
que ya aquel cariño murió para mí.

Asunción:
No es posible, Gabriel de mi vida,
que me puedas haber olvidado,
por la culpa de haberme entregado
después que juraste el ser para mí.

Gabriel:
Aquella boquita fresca
que yo creía joyel de plata,
luceros que me pidiera
luceros que yo robara.
Te quise con toa mi alma,
mas yo no puedo sufrir desprecios,
de modo que ten paciencia
y deja correr el tiempo.

Asunción:
Igual que dos arroyuelos
que se deslizan tranquilamente
irán tu querer y el mió
juntitos eternamente.
Así tu amor se expresaba,
y bien sé que no mentía
tu boca, que me decía
lo que en tus ojos vo adivinaba.

Tía Candiles:
No tiene remedio.
Perdona, Asunción.

Asunción:
Ten caridad
de mi situación.
(Por la izquierda entra Julia, que los sorprende abrazados.)

Julia:
Ya ves como no mentían
aquellos que aseguraban
que a mí también me engañabas.

Tía Candiles:
¡Julia!…

Asunción:
¡Calla!… ¡Vente!…

Julia:
Tú no sabes quién soy yo.
Limosna de amor la pide
aquél que tiene por qué humillarse.
A mí que no me la ofrezcan,
que valgo yo más que nadie.
Por uno que va dos vienen,
y quien me quiera no ha de faltarme.

Asunción:
El hombre que finge amores
castigo le deben dar.

Gabriel:
Jamás lie mentido amores,
que siempre hablé con verdad.

Julia:
Limosna de amor la pide
aquel que tiene por qué humillarse.

Asunción:
Limosna de amor te pido.
que no me duele por ti humillarme.

Julia:
Si me quiere
pronto lo he de ver,
pues he de intentar
ganar su querer.
Su amor ha de ser para mí,
por él lo que sea yo haré.
y quiero esperar,
lo habré de lograr,
y yo me le llevaré.

Asunción:
Por él
tengo que luchar,
porque su querer
yo he de conseguir.
Por él sufriré,
mas no he de aguantar
me llegue a abandonar,
y me defenderé.

Gabriel:
¿Por qué no sé
lo que pasa en mí
desde que la vi,
que quiero
marchar de su lao pa siempre
y no sé por qué no puedo?
Mas tengo que ser hombre,
que di mi palabra a otra,
y espero que de esta moza,
pasando el tiempo,
me olvidaré.

Descargar partitura


Nº10. Escena final – La procesión

Coro:
Ya el alcalde viene aquí
pa presidir la procesión,
que va a tener la brillantez
que en muchos años no se vió.
La Virgen va que es un primor,
con tanta luz va a relumbrar
aún más que el sol, y lucirá
lo guapa que la Virgen es.

Virgen Santa de la Peña
que en Brihuega
tienes tu sitial,
a tus hijos, que te adoran,
gran Señora,
líbralos del mal.

Descargar partitura


TERCER ACTO

Nº11. Coro general – Seguidilla

Coro:
Veremos ahora
si saben bailar
tan bien como dicen
los mozos del lugar.

Una:
Pues venga una copla,
que nos hable de amor,
y a ver de vosotros
quién canta mejor.

Mozas:
Formad las parejas,
y vamos allá,
que vean que bailando
tenemos calidá.

Coro:
Si quieres bien bailar,
te tienes que cuidar
de no piropear
a tu pareja, que
la pués equivocar.
Si no te has de fijar,
no salgas a bailar.
Bailando seguidillas
se ven las pantorrillas,
y sé de exagerás
que te dejan ver
un poquejo más.

Mozo 1:
Dios te libre, muchacho,
de enamorarte,
que el que siembra cariños
coge pesares.
Los amores son rosas
tan engañosas,
que te alucinas,
y el alma dejas
en sus espinas..

Mozos:
Cada cual de la feria
cuenta a su modo,
lo que unos afirman
lo niegan otros.
Yo no puedo quejarme,
que mis amores
sólo son flores
sin los espinos
engañaores.
Del limonero
tú eres la flor.

Coro:
Antianoche te han visto en las calles
de palique con uno de Fuentes,
que querían que tú le siguieras
a dar un paseo
por donde no hay gente.
El amor es de mucho cuidao
en los sitos de poco alumbrao.
Debe la mujer
saberse guardar
y desconfiar.
Bailando contigo quisiera
que no se acabara jamás,
pues tiene tu baile salero,
gracejo y salero
que no cabe más.

Descargar partitura


Nº12. Romanza de Gabriel

Gabriel:
Ni en la paz del campo
consigue mi alma
encontrar la calma
que quiero lograr,
harto de penar.
Y es que me domina
tal desasosiego,
que en vano yo intento
quererlo arrancar.
Es no vivir
esta lucha
que yo sostengo,
y que no puedo sufrir.
Su recuerdo
no hay un instante
que yo lo aparte
de mí.
Y el tormento
de ese martirio
que no me deja vivir,
es tan cruel
que es mejor morir.
A veces reniego
de mi cobardía,
que logró aquel día
que de un mal querer
me dejé vencer.
Y vuelvo a mi moza,
y aquellos amores,
que pa mi son flores
que no olvidaré.
Ahhh
sueño
que tus ojos abrasadores
brillan
en el cielo de mis amores;
veo
tu carita linda y graciosa
que ríe venturosa
al verme llegar.
Sueño
que tus labios, que son claveles,
quieren
regalarme sus dulces mieles.
Sueño
que eres mía para adorarte,
para besarte,
para jurarte
que sin ti
no podré vivir.

Descargar partitura