Música: Francisco Alonso. Letra: Alejandro Gómez Asiasín. 1912
Gitanilla mía, canta, canta, mi pobre canción,
que siempre que tú la cantas, la siento en el corazón.
Siempre que te miro, hermosa gitana,
y admiro tus ojos, y admiro tu cara
y veo tus labios, igual que la grana,
sueño con cerrarlos, sueño con besarla,
sueño con tus labios temblones y fríos,
sueño con tus labios…
Hermosa gitana,
cuando tú me besas, hermosa gitana,
un puñal divino creo que me clavas.
Que mi sangre es tuya, mi alma,
sueño que me quieres, sueño que me llamas,
sueño que te ríes de mí y sufro mucho,
sueño que te ríes…
Hermosa gitana,
tus labios me dan la vida,
tus ojos me vuelven loco
y la prisión de tus brazos, gitana mía,
es cárcel que sabe a poco.
Cuando no te conocía la vida no me importaba,
y ahora que sé que me quieres, gitanilla mía,
mi vida sin ti no es nada.
Tus labios me dan la vida,
tus ojos me vuelven loco,
y la prisión de tus brazos, gitana mía,
es cárcel que sabe a poco.
Gitanilla mía, canta, canta, mi pobre canción,
que siempre que tú la cantas, la siento en el corazón.