Ladronas de amor (1941)
Texto: José Muñoz Román y Francisco Lozano
Horas locas de pasión
Intérprete: Maruja Tomás
Director: Francisco Alonso. Orquesta del Teatro Albéniz
Alabardero:
Llega la ministra a parlamentar
para el incidente tratar de arreglar;
si los hombres nos viene a devolver,
¡qué dichosa voy a ser con su querer!
Cleo:
Mujeres de la tierra
yo vengo aquí a evitar
que estalle la gran guerra
que empieza a amenazar.
Alabardero:
¡Con vuestra escolta penetrad!
Cleo:
Todo se resuelve;
es cuestión de audacia
y de usar el arma femenina
de la diplomacia.
Escolta:
Piden que los hombres
vuelvan a la Tierra.
Cleo:
¡A saber
si ahora alguno va a querer volver!
Venus es de los hombres
el paraíso tentador;
todo está en mi planeta
sólo dispuesto para el amor.
Bocas que sonríen
para que sonrías
y ojos que prometen, cariñosos,
dulces alegrías.
Un feliz ensueño
lleno de quimera,
que ha de ser
eterna primavera
del placer.
Escolta:
Quiero
ver en ti grabadas
plácidas sonrisas,
lánguidas miradas,
tímidas caricias
y un suspiro que se escapa
desde el fondo de tu ser,
que al ver, mujer, tu boca
siento
pícaros anhelos,
ímpetu amoroso,
vértigo de celos,
cálidas delicias
y un deseo de tus besos
que hasta el alma me hace arder.
Cleo:
¡Horas locas de pasión
en que creí
morirme de ilusión
y a ti te di
con ciego frenesí
mi corazón!…
Escolta:
Horas locas de pasión
en que viví
por una eternidad,
y tuyo fui
temblando de ansiedad.
Cleo:
Horas locas de pasión
que son pecado y tentación.
Horas locas de pasión
en que creí
morirme de ilusión;
y a ti te di
con ciego frenesí
mi corazón
en horas de pasión
que son pecado y tentación.
Escolta:
Horas locas
que perfuman
nuestra vida…
Horas locas
que se esfuman
sin querer
nunca más volver.
