La boda de la Farruca

La boda de la Farruca (1913)

Género: Fantasía cómico-lírica en un acto.
Texto: Gonzalo Cantó y Guillermo Hernández Mir.
Música: Francisco Alonso.
Estreno: 22 de diciembre de 1913, en el Teatro Cervantes de Sevilla.
Intérpretes del estreno en Sevilla: Ursula López (La Farruca), Luisa Moscat (Terpsícore), Rodolfo Blanca (El garrotín),Carmen Rojas (Clara), Lucía Murillo (Clovis), Ramona Galindo (Tomasa), Emiliano Latorre (Luis Alonso), Vicente Carrasco (Pedro), Herminia Velasco (Granadina).

Intérpretes del estreno en el Apolo: Carmen Andrés (La Farruca), Julia Domínguez (Terpsícore), María Gavilán (Clara), Piedad Gavilán (Clovis), Elisa Moren (Tomasa), José Ontiveros (Luis Alonso), Isidro Sotillo (Pedro), Inés García (Garrotín), Mercedes Sala (Granadina), Rosario Leonís (el Tango), Valeriano León (el Bolero), Manuel Fernández (la Jota), Miguel Lamas (el Chotis), Robustiano Ibarrola (el danzón Cubano), Luis Fischer (el Baile inglés), Victoriano Picó (el Baile Napolitano)

Ambientada en un Olimpo en el que todos los personajes son bailes españoles (y algunos muy modernos). Su protagonista, Farruca, es una jovencita un poco atolondrada a la Terpsícore (diosa del baile) y Luis Alonso (maestro célebre del mismo) quieren casar a toda costa.
Se presentan a la cita de buscar novio Garrotín, Granadina, el Tango, el Bolero, la Jota, el Schotis, el Danzón cubano, el Can-can, el Baile inglés, la Rumba, la Polca, La Mazurca y el Minué. Todos ellos bailan para encandilar a Farruca, quien finalmente se encariña con Garrotín.

Llegó a Madrid tras el éxito obtenido en provincias, estrenándose el 21 de febrero de 1914 en el Teatro Apolo para irse finalmente al Teatro Avenida de Buenos Aires con gran éxito.
Según las crónicas de la época gustó más la música que el libro y alcanzó más del centenar de representaciones:

«La música, como también decíamos ayer, merece renglón aparte. El maestro Alongo ha compuesto una partitura superior al libro; ha hecho un verdadero alarde de inspiración y, encariñado quizás con la letra, ha elevado en armoniosas notas su pensamiento pera demostrarnos que es músico de cuerpo entero. Anteanoche gran parte del éxito fue para él: desde los primeros acordes el público se hizo cargo de lo que oía y aplaudió sin reservas el preludio o introducción y no dejó de ovacionar al maestro Alonso, que dirigió la orquesta en todos los números musicales inspirados éstos en su mayoría en aires de los bailes españoles más conocidos.
Los dos primeros cuadros son de una gran visualidad por su decorado, vestuario y atrezzo; el tercero es más bien un intermedio para dar lugar a la preparación escénica del cuadro final; y en esta se lleva al espectador a la apoteosis con que terminan todas las obras en que domina al plasticismo y la fantasmegoría. En este último cuadro decae algo el Interés escénico, pero la vibrante alegre música que contiene lo desliza de nuevo hasta la conclusión, cómica y fantástica, que es la nota característica que domina en La boda de la Farruca.
Se repitieron la mayoría de los, hasta el punto de que la fantasía, puede decirse, que se representó por duplicado.
Sea enhorabuena, señores autores, y reciba asimismo nuestro parabién la Empresa por el juego que haya de darle.