La mejor del puerto (1928)
Letra: Luis Fernández de Sevilla y Anselmo Cuadrado Carrero.
Tango gaucho
Intérprete: Mariano Sevilla
Martín:
Su querer fue mi esperanza,
su querer fue mi alegría,
y por su querer expuse
la libertad y la vía.
En la noche de sus ojos
la traición me preparaba,
y los labios de su boca
mentían cuando besaban.
¿Por qué no supe adivinar
el fingimiento de su amor?
¿Por qué cobarde no maté
a quien mi vida destrozó?
Ya no podré jamás volver
a donde todo lo perdí;
pero en mi pecho vivirás,
hermosa tierra en que nací.
¡Argentina!
¡Mi Argentina!
Al confín de tus praderas
mi caballo me llevó,
cuando dichoso gozaba
aquel querer que me enloqueció. Siempre, tierra mía,
tu recuerdo guardaré,
aunque de ti esté muy lejos
por culpa de esa mujer.
Cuando el mal me perseguía,
y el dolor me acongojaba,
el consuelo de mi pena
en sus caricias buscaba.
Pero, ciego en mi locura,
sin saber su fingimiento,
le contaba mis temores,
mi pesar y mi tormento.
Y nunca pude suponer
que se burlara de mi amor,
y que su negra falsedad
pudiera herir mi corazón.
A donde el alma me dejé
ya no podré volver jamás,
querida tierra que perdí
donde mi vieja sola está.
Todos:
¡Argentina!
¡Argentina!
Al confín de tus praderas
su caballo le llevó,
cuando dichoso gozaba aquel querer
que le ilusionó.
Martín:
¡Pobre vieja mía,
ya mi apoyo te faltó;
no he de besar más tu frente
por culpa de una traición.
¡Tierra mía!
