El ceñidor de Diana

El ceñidor de Diana (1929)


Género: Extravío mitológico, en un prólogo y dos actos.
Texto: Antonio Paso Cano y Ricardo González del Toro
Música: Francisco Alonso
Estreno: 11 de mayo de 1929, en el Teatro Eslava de Madrid.
Intérpretes del estreno: Eugenia Zúffoli (Diana), Lola Puchol (Marte, Modelo tecero), Carmen Malaver (Venus, Trini), Cristina Pereda (Terpsícore, Modelo cuarto, Bramina), Petra García (Apolo), Carmen Lamas (Minerva, Modelo séptimo, Gúdula), Blanca Rodríguez (Ganímedes, Modelo quinto), Carmen Buendía (Juno), Nati Esteban (Euterpe), Eugenia Galindo (Milagros, Modelo primero), Olvido Rodríguez (Castora, Modelo segundo), Mercedes Brisach (Gabina, Modelo sexto), Carlos Rufart (Júpiter, Jaretón), Lino Rodríguez (Benito), Eduardo Hernández (Tolomeo), Manuel Murcia (Perico), Manuel Alares (Serapio), Antonio Iborra (Custodio), Emilio Stern (Julepe, D. Aquiles), Teresa del Río (Ninfa primera), Concha Morcillo (Botones primero), Rafael Ala (Malabar), Miguel García (Hilario). Orquesta Demon’s Jazz.

Sinopsis: En el prólogo, Júpiter se lamenta de que se han acabado las bacanales. Habla con Marte, Venus y Diana. Marte persigue a Diana, entran ninfas y sátiros que bailan, y en el lance Diana pierde el ceñidor de su túnica. Júpiter la expulsa del Olimpo y la envía a la Tierra a recuperar el ceñidor.
El ceñidor tiene la facultad de volver irresistible al que se lo pone, en este caso transformará al camarero Benito, feo de nacimiento, en un Adonis. Diana va a la tierra y es testigo de una sucesión de situaciones picarescas, en una obra coral con multitud de cuadros y personajes, en la que se habla de los nuevos bailes, el charlestón y el “chimi”, el tango, el fox, y se alude a un imaginario Sindicato Feminista de Damas de la Medianoche, que se reúnen en el cabaret Fémina (incluyendo a la mujer de un Marajá indio).
En el cabaret tiene lugar un número a modo de tríptico que se llama “Las rubias, las castañas y las morenas” y que constituye además el fin de fiesta. El número de las rubias es un charlestón y el de las morenas un pasodoble, produciéndose la típica dialéctica entre lo foráneo y lo castizo.

El chotis de la Lola

Un comentarista de la época dejó escrita una simpática descripción de este Ceñidor de Diana: «Paso y González del Toro, que en mitología, mundología y dramaturgia son dos ases en colaboración con Alonso, que en eso de acompañar diosas con notas alegres también es otro castigador, han hecho que a Diana se le pierda el ceñidor, que vaya a parar a las manos de Lino Rodríguez y que se arme una de músicas, bailes y jocundas exhibiciones como para hacer la competencia a las Exposiciones internacionales. Aquí se ve muchísimo para las pocas pesetas que cuesta».