Me llaman la presumida

Me llaman La presumida (1935)

Género: Sainete lírico en tres actos.
Texto: Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño.
Música: Francisco Alonso.
Estreno: 4 de diciembre de 1935, en el Teatro Ideal, de Madrid.
Intérpretes del estreno: Maruja Vallojera (Gracia), Amparo Bori (Doña Olga), María Téllez (Pepa), Sra. Piñero (Lola), Sra. Gómez (Tere), Sra. Carrión (Paloma), Srta. Zafra (Pompi), Luis Sagi-Vela (Paco), Francisco Arias (Don Basilio), Salvador Castelló (Pepe), Eladio Cuevas (Cayetano), Francisco Ruiz (Señor Urquijo).

Sinopsis: Paco, un aprendiz de joyero enamorado de Gracia, modista presumida, encarga a su amigo Pepe el Chevalier que indague para ver si la muchacha le corresponde. Pepe accede, pero Gracia cree que es él quien se interesa por ella. Cuando Paco le pregunta, Pepe vacila y no contesta. Gracia, que aparece casualmente, presume de que Pepe se le ha declarado, lo que indigna al pobre Paco.

Han pasado dos meses. La vida sigue y, como algo extraordinario, se anuncia un simulacro de ataque con gases asfixiantes. Paco consigue hablar con Gracia y la acusa de presumida; ésta contesta con indiferencia, pero antes del simulacro se aclararán los malentendidos y la pareja se reconciliará.

Otras historias paralelas también tendrán final feliz: Basilio y doña Olga, Cayetano y Pepa, y Paco y Lola.

Este conjunto de historias entrecruzadas se desarrollan en una abigarrada y variopinta plaza de los barrios bajos madrileños, a la que dan vida los más diversos tipos: pollos, modistillas, camareros, una verdulera, un fotógrafo y un nervioso locutor de radio. Es decir, un sainete de estructura e intencionalidad tradicional aunque modernizado en sus formas externas.

El Maestro Alonso compuso para Me llaman la presumida una partitura de melodías fáciles y agradables. En ellas se aprecia el carácter personal que el autor de tantas admirables zarzuelas sabía dar a sus partituras. Merecen destacarse el conocido pasodoble «Una mujer madrileña», ejemplo de garbo y casticismo, el famoso «Dúo de barítono y tenor» al cadencioso ritmo de una mazurca, y el «Dúo de Gracia y Paco», que no es otro que el popular chotis «Si presumo es porque puedo», carta de presentación de la chulapa protagonista.