Ritmos sudamericanos en la obra de Alonso

MÚSICAS AMERICANAS EN EL TEATRO DEL MAESTRO ALONSO.

Por José Prieto Marugán

Como es sabido, la zarzuela nace como espectáculo cortesano a mediados del siglo XVII, evoluciona con altibajos en el siglo XVIII, se consolida hacia 1830 y, atravesando etapas felicísimas y épocas dramáticas, llega hasta nuestros días. Hablamos de más de 350 años de historia de un espectáculo que nuestro Diccionario define como “obra dramática y musical de origen español en que alternativamente se habla y se canta”. Conviene recordar también, que en España llamamos “zarzuela” a un buen número de géneros teatrales distintos (zarzuelas, comedias musicales, operetas, sainetes, …). Se habla también, aunque no hay estadísticas fiables, de unas doce o catorce mil zarzuelas, de las que sólo se conservan las partituras y libretos de unas 2.500 con unas 200 grabaciones discográficas y sólo unas 50 en video.

Como es natural, en toda esta cantidad de obras, hay de todo en cuanto a calidad se refiere: obras magníficas, buenas, regulares y hasta insignificantes. Por otra parte, la zarzuela no solo es un importante género de teatro musical genuino español; a lo largo de su historia ha sido mucho más: un género literario, un producto musical, un retrato de la sociedad popular de su tiempo, un medio de vida para escritores, compositores, cantantes, actores, instrumentistas, aficionados y comerciantes relacionados con la música, en resumen, una variada y verdadera industria, Gracias, precisamente, a esta última faceta la zarzuela llegó a expandirse por todo el continente americano, desde Méjico a Chile y hasta Filipinas. Nombres de compositores como Gaztambide, Barbieri, Bretón, Fernández Caballero, Guridi, Sorozábal, Guerrero, Moreno Torroba y Alonso, fueron conocidos y admirados en aquellas tierras.

La zarzuela en América

Hacia el año 1850 se produce un gran resurgimiento de la zarzuela gracias al trabajo de compositores como Joaquín Gaztambide (1822-1870), Francisco Asenjo Barbieri (1823-1894) o Cristóbal Oudrid (1824-187), cuyas obras fueron las primeras en llegar al continente americano. Consta que en 1853, se presentó en La Habana Jugar con fuego, de Barbieri; Catalina, de Gaztambide, se vio en la isla en 1868 y en Filipinas, en 1879, compañías teatrales españolas representaron Jugar con fuego y El barberillo de Lavapiés.

Conviene hacer un paréntesis para aclarar cómo y por qué llegaron las zarzuelas a América. El cómo podemos imaginarlo: largas travesías del Atlántico en condiciones difíciles e incómodas, auténticas aventuras. Las causas de esos viajes debemos atribuirlas a consideraciones económicas, porque, salvo en los primeros tiempos, cuando las zarzuelas se interpretaban en palacios reales o aristocráticos, el soporte financiero de esta manifestación cultural, durante casi un siglo de vida, recayó sobre los bolsillos de los zarzueleros: libretistas, compositores y cantantes, y la intervención de otros hombres de teatro que fueron quienes formaron las compañías, quienes soportaron los costes de montar una obra y quienes sufrieron los descalabros financieros cuando el éxito no acompañaba. No olvidemos que hasta los años 30 del siglo XX, la zarzuela no contó con ayudas económicas oficiales.

Otra razón para llevar la zarzuela a ultramar fue la migración española que buscaba en el Nuevo Continente un medio de vida o soñaba, simplemente, con enriquecerse. A los colonos había que ofrecerles entretenimiento y la zarzuela lo era. Y muy popular y querido. Sería muy interesante analizar en profundidad el alcance y validez de estas razones, pero, por desgracia, no es fácil encontrar documentación adecuada.  Lo cierto es que, desde la llamada “época de la restauración” de la zarzuela (hacia 1850), el repertorio más escogido fue presentado en América.

El primer lugar (entonces era provincia española) en conocer este espectáculo fue Cuba. Desde la isla, las compañías emprendieron la expansión del género por todo el continente y se asentaron en distintos lugares, incorporando muchas veces artistas autóctonos, en prácticamente toda América: México, Colombia. Venezuela, Perú, Argentina, Chile, y hasta Filipinas.

Desgraciadamente no tenemos disponible documentación suficiente como para reconstruir esta verdadera aventura artística y personal, que, de conocerse adecuadamente, pondría en evidencia la capacidad creadora de grandes libretistas, compositores e intérpretes, cuya actividad ha llegado a los corazones del público durante casi cuatro siglos.

El éxito de la zarzuela fue espectacular y el género se asentó en aquellas tierras, llegando a dar frutos salidos del trabajo y el ingenio de los artistas americanos, que incluyeron temas autóctonos y referencias musicales a su propio folclore.  En Cuba se llegaron a componer más de mil zarzuelas, firmadas por autores de la talla de Ernesto Lecuona, Gonzalo Roig, Eliseo Grenet o Jorge Anckermann. El éxito de algunos fragmentos fue tanto que estos números pasaron a la música más popular. Es el caso del joropo venezolano Alma llanera, perteneciente a la zarzuela el mismo título con música de Pedro Elías Gutiérrez, del bolero Quiéreme mucho, incluido en el sainete El servicio militar obligatorio, del cubano Gonzalo Roig, y del tema instrumental de El cóndor pasa, de la zarzuela de igual título, del peruano Daniel Alomía, versionado por el dúo Simon & Garfunkel, y del que según la célebre Wikipedia existen unas 4000 versiones de la melodía con 330 letras distintas.

Ritmos sudamericanos en la obra de Francisco Alonso

Al ser zarzuela, en cualquiera de sus numerosos subgéneros, un espectáculo lírico y popular, su música abarca tanto formas musicales propias del teatro cantado (arias o romanzas, dúos, tercetos, cuartetos, números corales o instrumentales…), como, elementos de origen popular representados por danzas diversas, tanto de origen folclórico (seguidillas, jotas ,..) como de lo que conocemos como “folclore urbano” (formas nacidas en el siglo XX en las ciudades). Todo ello con el doble objetivo de dar ambiente y vistosidad a sus creaciones.  Los músicos españoles han ido adornando sus partituras con estas músicas de creación propia y con la incorporación de otras ajenas, pasadas por el tamiz de su inspiración y de su oficio.

Uno de los compositores de zarzuela del siglo XX que mejor supo sacar partido de estas combinaciones fue Francisco Alonso López, nacido en la ciudad de la Alhambra en 1887 y fallecido en Madrid en 1948. Alonso fue un músico dotado gran personalidad cuyas partituras tenían un estilo muy reconocible, tanto que el público decía de ellas que eran “marca de la casa”. Compuso numerosos pasodobles y, curiosamente, fue un maestro del chotis, forma musical representativa de Madrid, que él supo asimilar con personalidad propia.

Además, siendo ya un compositor asentado, Alonso quiso dotar a sus obras de un carácter innovador para adaptarse a la evolución del género y seguir obteniendo los éxitos que ya había disfrutado en ocasiones, Tenemos el testimonio de primera mano de su hija Carmen Alonso de la Joya, que nos contaba que su padre escuchaba la radio, de noche, para oír las músicas que se hacían en otras altitudes. Seguramente por esa vía, llegaron a sus pentagramas alguno de los ritmos y formas del otro lado del Atlántico.

Revisando la obra de Francisco Alonso encontramos, al menos, más de 60 fragmentos de músicas cubanas, mexicanas, argentinas y brasileñas, además de al menos tres fados portugueses y cerca de cuarenta foxs norteamericanos.

Vayamos ahora un poco al detalle de estas músicas alonsinas y latinoamericanas y empecemos por el bolero, danza de origen español que en América redujo su ritmo para dar lugar a un baile más pausado. Dos buenos ejemplos son el bolero de la fantasía musical Róbame esta noche, o la “Nana antillana”, de la revista Gran Clipper, que Alonso supo convertir en delicada canción de cuna. Podemos recordar otros dos boleros, aunque de inspiración española. El primero, es el elegante y distinguido de la zarzuela La castañuela; el segundo pertenece a Curro el de Lora y es instrumental, lo nos permite comprobar la finura de la orquestación de Alonso.

Róbame esta noche – Sueño con tu cara

Intérprete: Angelita Navalón

Gran clipper – Nana


A la Habana me voy – Bolero «Soy cariñosa» (Nº8)

Vedette:
La mujer que con el hombre es cariñosa,
a sus pies rendido siempre lo tendrá,
que no hay nadie que resista los halagos
de unos labios que no piden sino dan.
Y si alguno lo suplica cariñoso
mis cariños, de seguro, le he de dar.

Soy cariñosa, y a mis amantes yo les doy mi corazón.
Soy cariñosa, porque esta vida sin cariño es poca cosa.
Soy cariñosa, y muy melosa,
y mis caricias, besitos, mimitos,
que guardo yo en mí te entregaré tan solo a ti.
Soy cariñosa, con el que veo enamorado de verdad.
Soy cariñosa, y si lo duda cuando usted quiera,
yo se lo puedo demostrar.

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La conga es un baile popular cubano de origen africano que tiene un ritmo sincopado y se acompaña con tambores. Sirve de acompañamiento para las comparsas carnavalescas y se originó en las festividades que efectuaban los negros esclavos. Esta toponimia creada en Camagüey, aparece en los años 30, con antecedentes de “La Arrolladora” de Izaguirre, con tambores de barriles, campanas (Comandos, Muchachos Durmientes, Los Pulpos, Farola, Los Caribes). Durante esta década se convirtió en un baile de salón.

A la Habana me voy – «Ya se va la conga» (Nº2)

Arulunei:
El que quiera reír, el que quiera gozar,
que a la conga le de sin descansar.
El que quiera vivir y tener buen humor,
un consejo bueno le daré.

Todos:
Baila la conga siguiendo mi son.

Arulunei:
Una vieja con un viejo cortejaba,
y la conga la viejita le bailaba.
Y el viejito le gritó no des más vueltas
que te pueden ver lo del interior.

Todos:
Una vieja con un viejo cortejaba,
y la conga la viejita le bailaba.
Mas la vieja en una vuelta
con la ropa remangada
en el suelo cayó.

Arulunei:
Yo no sé qué se vio.

Todos:
Baila la conga siguiendo mi son.

Vedette:
Ya se va la conga otra vez,
ya la conga se marcha de aquí.
Ya se va la conga mi bien,
y se marcha buscándote a ti,
no hay quien baile la conguita mejor
con aire tropical,
porque tiene mi conguita un color
y un sabor especial.
Ya se va la conga otra vez,
ya la conga se marcha de aquí,
ya se va la conga conguita
buscándote a ti.

Todos:
Baila la conga siguiendo mi son.
Ya se va la conga otra vez,
ya la conga se marcha de aquí,
ya se va la conga, mi bien,
y se marcha buscándote a ti.

Vedette:
No hay quien baile la conguita mejor
con aire tropical,
porque tiene mi conguita un color
y un sabor especial.

Todos:
Ya se va la conga otra vez,
ya la conga se marcha de aquí,
ya se va la conga conguita
buscándote a ti.

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La samba​ es un género musical de raíces africanas surgido en Brasil, del cual deriva un tipo de danza. Es una de las principales manifestaciones de la cultura popular brasileña y un símbolo de la identidad nacional.

Róbame esta noche – Si quieres bailar la samba

Si quieres bailar la samba con ritmo, pero con calma,
a Río vendrás, mi alma, y allí verás qué bien lo harás.
Si quieres bailar la samba con una chica bonita,
a Río ven deprisa, desecha sin temor tus sinsabores,
porque allí se baila samba de amores.
Verás cómo, a mi lado, pronto olvidas tus dolores,
sólo piensa en mí…
Así se baila la samba, que es el baile aquí muy corriente,
así se baila la samba por tener una ilusión.
La samba es sangre caliente que brota del corazón…
No olvides, niña bonita, no hace falta que seas coqueta,
pues la samba es la receta para que a todos los hombres
vuelvas locos por tu amor.
Con la samba que yo bailo, si la sirvo a domicilio
no hace falta la calefacción.

A la Habana me voy – «Samba «Siendo chico, chico» (Nº4)

Vedete:
Un chico guapo y juncal se da una vida bestial,
pues tiene así las conquistas sin que le cuesten un dineral.
Da gusto ser un varón por verse con pantalón
pues las faldas en la vida son una preocupación. ¡Ay!

Siendo chico chico que bien me va,
pues no choca choca, no choca na.
Siendo chico chico tu vives encantado
y estás además asediado
siendo chico chico vas por ahí
sin que se preocupen jamás de ti
y si tienes tipo pues vas quitando el hipo
igual que me pasa ahora a mí.

Un chico puede esperar para poderse casar
pues debe estar bien seguro
que aunque maduro le han de pescar.
En cambio siendo mujer
el tiempo no has de perder,
pues en cuanto te ajamonas
no te quieren ya ni ver,

Un chico puede llegar a ser piloto y volar,
y puede ser futbolista
y si es valiente ser general.
En la mujer no es igual
que a nada puede llegar,
pues si es que llega a madre
antes tiene que engordar.

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Bolero: Este género musical con nuevas formas de composición nació en la isla de Cuba en el s.XIX . A pesar de que comparte el nombre con el llamado bolero español que es una danza que surgió en España en el s.XVIII y era ejecutada en compás de 3/4, el género cubano desarrolló una célula rítmica y melodía diferente en compás de 4/4.

Róbame esta noche – Sueño con tu cara

Intérprete: Angelita Alonso
En la mente de un enamorado,
si el cariño prende de verdad,
no hay más cara ni más rostro reflejado
que el de aquel que su alma supo despertar.

Todas las mujeres son la misma,
todas le parecen su ilusión;
el espejo de las caras va mirando,
y en él ve reflejado lo que va en su corazón.

Tu cara, aunque no esté conmigo, no aparto de mí.
Tus ojos, los únicos ojos que puedo mirar.
Tu boca, la única boca que quiero besar.
Tú cara, la veo entre sueños y ya soy feliz.
Tu rostro, contemplo entre sombras y no pido más.
Tus ojos, si ya no me miran no quiero vivir.
Tu boca jamás de la mía quisiera apartar.
Tu cara no he de olvidar,
tu boca yo he de besar

A la Habana me voy – Bolero «Soy cariñosa» (Nº8)

Vedette:
La mujer que con el hombre es cariñosa,
a sus pies rendido siempre lo tendrá,
que no hay nadie que resista los halagos
de unos labios que no piden sino dan.
Y si alguno lo suplica cariñoso
mis cariños, de seguro, le he de dar.

Soy cariñosa, y a mis amantes yo les doy mi corazón.
Soy cariñosa, porque esta vida sin cariño es poca cosa.
Soy cariñosa, y muy melosa,
y mis caricias, besitos, mimitos,
que guardo yo en mí te entregaré tan solo a ti.
Soy cariñosa, con el que veo enamorado de verdad.
Soy cariñosa, y si lo duda cuando usted quiera,
yo se lo puedo demostrar.

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Gran clipper – Miradas de mujer

Gran clipper – Nana


La guaracha es un género de música y baile que se originó en Cuba, de tempo rápido y letra cómica o picaresca. La palabra se había utilizado en este sentido al menos desde finales del siglo XVIII y principios del XIX. Las guarachas se tocaban y cantaban en teatros musicales y en salones de baile de clase baja. Se convirtieron en una parte integral del teatro cómico bufo a mediados del siglo XIX. Durante finales del siglo XIX y principios del XX, la guaracha era una forma musical favorita en los burdeles de La Habana.

A la Habana me voy – La guarachita (Nº10)

Carola:
En cuanto estemos casados
yo seré tu guarachita.

Panchito:
La más juncal y bonita
con ojos muy lindos
y boca chiquita.

Carola:
Cuando el doctor nos sorprenda
tienes que abrazarme fuerte
y así tendremos la suerte
que vea y comprenda
que sólo la muerte nos separará.

Panchito:
A ti te aprieta Panchito
hasta dejarte extraplana.

Carola:
Luego por un lenguadito
todos me van a tomar.

Tu guaracha, guarachita,
tu guaracha voy a ser,
la guaracha más bonita
que puede soñar tu querer.

Panchito:
Ay guaracha, guarachita,
mi cariño es un volcán.

Carola:
Pues si quieres apagarlo
me dejas que sople y verás.

El que no veas muy claro
es lo que encuentro penoso.

Panchito:
Pues me parece una ganga
que corta de vista
resulte mi esposa.

Carmela:
Pero si niños tenemos
tú no podrás conocerlos,
qué dirán los pobrecitos
al ser mayorcitos
si casi no verlos
podrá su papá.

Panchito:
Yo quiero que de niñitos
una decena tengamos

Carola:
y de seguro cobramos
el subsidio familiar.

Tu guaracha, guarachita,
tu guaracha voy a ser,
la guaracha más bonita
que pudo soñar tu querer.

Panchito:
Ay guaracha, guarachita,
mi cariño es un volcán.

Carola:
Pues si quieres apagarlo
me dejas que sople y verás.

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La rumba es un género de música tradicional que se originó en Cuba durante el siglo XIX. De raíces africanas, la rumba cubana es considerada la madre de numerosos ritmos y bailes latinos, como la salsa, y tiene derivaciones en diversos países de América Latina.

Róbame esta noche – A mí que me cuenta usté

Vedette:
¡A mí que me cuenta usted!
¡A mí que me cuenta usted!
Acaso tengo yo la culpa de que, al pasar, me miren
y luego, si me ven bonita, más de un gachó suspire.

¡A mí que me cuenta usted!
¡A mí que me cuenta usted!
Si no incito, no provoco a que me hagan el amor
Y a mí qué me cuenta usted, ¡Sí señor!

¡Ay, gachó, qué chungón!
me dice si me ve pasar.
Oigame, con usted quisiera yo ser papá.
Yo no sé si tal vez
de mí quieren chunguear,
y quisiera de usted me dijera con franqueza
si, sentando la cabeza, sirvo yo para mamá.

Si los altos y los bajos,
si los gordos o los flacos,
me siguen sin recato.
¡A mí que me cuenta usted!

Si son rubios o morenos,
el color es lo de menos,
por mí se vuelven memos.
¡A mí que me cuenta usted!

A la Habana me voy – Rumba «Que viene el coco» (Nº11)

Vedette:
Que viene el coco, mamá!
¡Que viene el coco
y me lleva en sus brazos
poquito a poco!
Que viene el coco, mamá!
Y yo lo espero
pues a mí el coco
mamita querida,
no me da miedo.

¿A dónde me llevará
si ya está loco?
¡Ay las ganas que yo tengo, mamaíta,
que venga el coco!

Todos:
Que viene el coco, mamá!
Que viene el coco
y me lleva en sus brazos
poquito a poco!

Con el coco de pequeña me asustaron
y a su nombre yo llegué a tomar pavor;
si decían que venía sollozaba,
y cerraba presurosa mi balcón.
Pero ahora que ya soy más mayorcita,
no comprendo por qué tuve tal temor,
pues el coco es cariñoso, yo lo he visto,
porque anoche se metió en mi habitación.

El coquito miedo no me dio,
pues el coco nunca a mí me asustó
Ay qué susto más riquito
el susto, sustito, que así siento yo,
y vaya calor, un coco con suegro.
Mamá, mamita, ¡qué bien si viene!
Ay si el coco no llega, a ver si uno de ustedes
me quiere asustar.
¡Mamá! ay las ganas que tengo
mamaíta que venga el coco.

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Ladronas de amor – El achicharrén

Venusiana:
Achichárrame tú,
con tu ardiente mirar;
calma ya la inquietud
que me quiere matar.
¡Achichárrame tú!…
ponte serca, sielo mío,
porque siento mucho frío;
no me trates con desvío
que yo sueño con tu amor.
Soñé
que una noche de amor
y delirio sensual
de mi boca eras dueño.
Sentí
de tu cuerpo el calor,
y en pecado mortal
desperté de aquel sueño.
Mi bien,
ven aquí junto a mí
porque lejos de ti
yo me muero de frío.
Tu amor su calor me dará…
¡Anda, apaga la lú
y achichárrame ya,
achichárrame tú!…

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24 horas mintiendo – Pregón de frutas

Vendedora:
Malanga, piña y casabe, ¡moreno mío!
Manís de Cumanayagua de mi plantío.
Escaramujos de oro que yo los crío.
La fresa dulce que ofrecen sensuales
mis labios en flor.
Llevo la grosella y el limón,
mangós y bananas del Perú,
frutas de los ricos guayabales,
con sonido de timbales
y armonías de bambú.
Soy como la flor del Guarapal
en la dulce noche tropical;
es mi cuerpo más flexible
que palmera del majá.
¡Ay!, soy de tamarindo y guayabal,
corre por mis venas camarú,
guardo entre azagares de pureza,
y en mis labios más riqueza
que Virreina del Perú.

Rumor de maraca y danzón,
aroma de tataibal
y en mi cuerpo el calor del
café sin tostar.
¡Cholo lindo!

Llevo la grosella y el limón,
mangos y bananas del Perú,
frutas de los ricos guayabales,
con sonido de timbales
y armonías de bambú.

En la noche cálida
y ardiente mis canciones
me perfumarán;
fruta y trino te dará mi boca
y a banana la mañana
esos besos te sabrán,
¡ah, aya ya, aya, ya!

Amo Lolo y todos:
¡Dame maní, toma maní!
¡Que te quiero, quiero tenerte,
mi guayabita, cerca de mí!
¡Dame maní, toma maní!
¡De mi boca de fresa, ten, para mí!


Totó, Charito, Amo Lolo, todos:
¡Limonero, limonero, te quiero!
Guayabita, como el oro te adoro.
Y es goloso el terrón del níspero dulzón,
mi bien, tu corazón.
¡1, 2, 3, 4, 5, 6!


La zamba. Baile argentino. Se baila de una pareja, enfrentados, con pañuelo y con castañetas. Esta danza tiene una particularidad musical, posee dos movimientos , el de zamba y el de gato, alternados 16 compases de zamba, 16 compases de gato y 12 compases finales de zamba. Es una danza de galanteo de pareja suelta e independiente.

Las guapas – Chacarera

Florinda:
La pampa es lo mejor pa mi, porque chacarerita nasí…
Un hombre aquí con palabras me engrupió
y mi amor le di, pero me esclavisó.
Es compadrón y con el facón,
cuando riñe va al corasón…
y sola estoy porque suya soy,
y oigo a todos desir donde voy:
Cuidado, chacarerita,
que ya empesaron a murmurar…
cuidado, chacarerita,
porque el pampero se va a enterar.
Ya sabes que es muy seloso
y fiero como un jaguar…
Cuidado, chacarerita,
que pa él es cuasi como jugar el matar.

¿No bailan ya, todo se paró
por la chacarerita que entró?

Chacareritas:
Bailarla, sí;
todavía queda aquí
quien le diga así:
¡Hoy con vos, bailo yo!

Todos:
¡Templado es!
ya bailando está
la papusa con el galán…

Florinda:
Si el otro aquí, yega, y si nos ve,
de la biaba, no queda uno en pie.

Todos:
Cuidado, chacarerita,
que ya empesaron a murmurar…

Florinda:
¡Ahura!

Apolinar:
Cuidado, chacarerita,
que soy muy fino pa peliar,
cuidado, chacarerita,
porque te puedo perjudicar…

Florinda:
Pampero,que no fue nada,
no me hagas, por Dios, yorar…

Apolinar:
Cuidado chacarerita,
que yo he matao medio miyar
¡nada más!

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La habanera es un género musical originado en Cuba en la primera mitad del siglo XIX. La primera habanera documentada es «El amor en el baile», de autor anónimo y publicada en el periódico literario habanero La Prensa un 13 de noviembre de 1842. La habanera es de ritmo lento —a 60 pulsaciones por minuto—, con compás binario: una danza a tiempo lento, cantada, con ritmo muy preciso formado, por una parte, con corcheas con puntillo y semicorchea o con semicorchea, corchea, semicorchea y, por otra, con dos corcheas.

Las leandras – Dile al gomoso

Paco:
Dile al gomoso,
si te hace el oso,
que se cerró el portal;
y que al instante
tome el portante,
o va a pasarlo mal.

Aurelia:
Es que venía
por si tenía
varas de dos un real…

Paco:
Si es que ése toma varas,
las cosas claras,
ya me es igual.

Aurelia:
Paco, contente,
que pasa gente
y ése es un tío gilí.

Paco:
Yo vengo por diez duros.

Aurelia:
Yo no los tengo
y estoy ahogada de apuros.

Paco:
Pues tú componte,
saca del Monte
o busca por ahí.

Aurelia:
Lo que del Monte saco
ya sabes Paco
que es para ti.

Paco:
¡Vengan esos diez,
o te doy así!

Aurelia:
Dime primero
con el dinero
qué es lo que vas a hacer.

Paco:
Mira que sois las mujeres,
di lo que quieres
y eso ha de ser.

Aurelia:
Llévame a la verbena de San Antonio,
que por ser la primera no hay que faltar.
Juntos, que parezcamos un matrimonio,
no haga el demonio
que una chulapa me amargue el día de San Antonio,
porque le guste coquetear.

Paco:
¡Arza ‘pa la verbena de San Antonio,
que tóos los bailes quiero contigo echar!

Aurelia:
Llévame del bracero, chulapo mío,
pues yendo suelto yo no me fío
si entre el gentío
te perderás.

Paco:
¡Arrímate!

Aurelia:
Voy bien así.

Paco:
¡Más apretao me gusta a mí!

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Habanera de Me llaman la presumida

Paco:
No reñir por tan poco,
que no es motivo,
que hay que ser en la vida
más reflexivo.

Pepe:
Es que no hay quien la aguante
ni quien la dome,
por la cosa más tonta
se descompone.

Gracia:
Menos palabrería
hace aquí falta,
que las buenas acciones
son las que cantan,
y una servidorita
no está dispuesta
a sufrir los desprecios
de un sinvergüenza.

Paco:
Tú no te alteres,
que está ofuscada
con tus desdenes.
Pepe.es buen chico,
me consta a mí,
y estoy seguro
que está por ti.

Pepe:
Está ofuscada,
porque se piensa
que la doy marcha,
y este es un caso para emigrar,
porque estoy harto de regañar.

Gracia:
Pues no hay motivo
pa disgustarse,
que a mí estas cosas me
sientan mal.

¡Ah! Me llaman la presumida
porque en los hombres no creo,
pues no merece ninguno
lo que sufrimos por ellos;
que no se encuentra tan fácil
un hombre de cálida;
por eso soy presumida,
y presumo de verdá.

Paco:
Hay algunos que quieren
con toda el alma,
y en lugar de dar voces
sufren y callan;
eso a Pepe le ocurre,
tú bien lo sabes.
Olvidar lo pasado
y hacerlas paces.

La quiero más que a mi vida
y por callarlo me muero;
el alma me dice olvida
y el pecho me hace traición,
y aunque con ansias la quiero,
me retuerzo el corazón.

Gracia:
Pues en vista que aquí sobra una,
por las buenas me voy largar.

Paco:
No presumas y vete con Pepe.

Pepe:
¡Esta quiere volver a empezar!

Gracia:
Me llaman la presumida,
y presumo de verdá.

Pepe y Paco:
La llaman la presumida,
y presume de verdá.

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Doña Mariquita de mi corazón – Ay madre qué noche aquélla

Ubaldo:
¡Ay, madre, qué noche aquella…!
Noche de anhelos en flor…
Y “sin embargo” llovía,
por eso venía
en coche mi amor.

Leo:
Mientras besaba tu mano,
rosa de un bello pensil,
te dije: ¡Niña hechicera,
mi dulce quimera,
capullo de abril…!

Ubaldo:
¡Cuán desgraciada nací,
“desde que” te conocí!;
pues conseguiste, ¡oh, bien mío!
robar mi albedrío,
¡ay, triste de mí!…

Leo:
¡Ah!…
Por qué, por qué temblar,
si azul está la mar…?
Mariquita, quita, quita,
quita pronto ese abanico,
que oculta tu cara graciosa y bonita.

Ubaldo:
Caballero del plumero,
yo me muero de rubor
al oír sus ardientes palabras de amor.

Todos:
Mariquita, Mariquita,
¿por qué ocultas esa cara
graciosa y bonita…?

Leo:
¿Por qué lo mismo no dices
que cuando fui tu galán?

Ubaldo:
¡¡Eran tiempos felices
que no volverán!!…

Todos:
¡Ay madre, qué noche aquella…!
Noche de anhelos en flor.
Etc., etc.

Leo:
¡El mágico poder
del límpido cristal
tienen, niña, tus miradas!…

Todos:
Si eres graciosa y bonita,
¿por qué lo mismo no dices
que cuando fue tu galán?

Los dos:
¡Eran tiempos felices
que no volverán!…

Todos:
¡Eran tiempos felices
que no volverán!

Ellos:
¡Que jamás volverán!

Todos:
¡Que jamás volverán!

Ellos:
¡Que no volverán!

Todos:
¡Que no volverán!

Leo:
¿Que no?

Ubaldo:
¡Que no!

Leo:
¿Que no?

Ubaldo:
¡Que no!

Leo:
¡Que no volverán!

Todos:
¡¡Que no volverán!!

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El corrido es un género musical mexicano. Se trata de una narrativa popular concebida para ser cantada, recitada o bailada, la cual se puede encontrar en forma de canción, poesía o balada. Los corridos también son conocidos como tragedias, mañanitas, ejemplos, versos, relaciones o coplas

Doña Mariquita de mi corazón – Anda mi novio revuelto

Tehuana y Charro:
Al son alegre de un corrido Mejicano
voy a cantarte, chaparrita, mis amores,
aunque ya sé que tu cariño espero en vano.

Todos:
¡Ay, mi chamaco
no te acalores!

Tehuana y Charro:
Con la mirada le desía mis sentires,
pero el lenguaje de mis ojos no entendías,
que muchas veses nada ves por más que mires….

Todos:
¡Ay, no te enfades,
que son manías!

Los dos:
Bajo el cielo Mejicano
hay perfumes de quereres…
Es la flor
de sus mujeres,
rosal temprano
que es todo amor…

Todos:
¡Ujuy!…
¡¡Bajo el sielo Mejicano!!
(Entran cómicamente cuatro Guapos.)

Guapos 1:
Soy un terrible compadrito Mejicano;
no hay quien se atreva a disputarme tus amores
y al que lo intente yo la nuez se la rebano.

Todos:
¡Ay! ¡Al oírles
me dan sudores!…
(Entran otros cuatro Guapos. También tipos cómicos.)

Guapos 2:
¿Y quién ha dicho que la nuez me la rebana,
que voy a haserme con su piel un par de botas
y con sus huesos un collar pa mi tehuana?

Todos:
¡¡Ay!! ¡Cuántas muelas
que veo rotas!…

Todos:
Bajo el sielo Mejicano,
etcétera, etc., etc.

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El tango es un género musical y baile rioplatense, popular en el ámbito urbano de Argentina y Uruguay. Su forma musical es binaria (tema y estribillo) y tiene compás de dos por cuatro.

La mejor del puerto- Tango gaucho

Martín:
Su querer fue mi esperanza,
su querer fue mi alegría,
y por su querer expuse
la libertad y la vía.
En la noche de sus ojos
la traición me preparaba,
y los labios de su boca
mentían cuando besaban.
¿Por qué no supe adivinar
el fingimiento de su amor?
¿Por qué cobarde no maté
a quien mi vida destrozó?
Ya no podré jamás volver
a donde todo lo perdí;
pero en mi pecho vivirás,
hermosa tierra en que nací.
¡Argentina!
¡Mi Argentina!
Al confín de tus praderas
mi caballo me llevó,
cuando dichoso gozaba
aquel querer que me enloqueció. Siempre, tierra mía,
tu recuerdo guardaré,
aunque de ti esté muy lejos
por culpa de esa mujer.
Cuando el mal me perseguía,
y el dolor me acongojaba,
el consuelo de mi pena
en sus caricias buscaba.
Pero, ciego en mi locura,
sin saber su fingimiento,
le contaba mis temores,
mi pesar y mi tormento.
Y nunca pude suponer
que se burlara de mi amor,
y que su negra falsedad
pudiera herir mi corazón.
A donde el alma me dejé
ya no podré volver jamás,
querida tierra que perdí
donde mi vieja sola está.

Todos:
¡Argentina!
¡Argentina!
Al confín de tus praderas
su caballo le llevó,
cuando dichoso gozaba aquel querer
que le ilusionó.

Martín:
¡Pobre vieja mía,
ya mi apoyo te faltó;
no he de besar más tu frente
por culpa de una traición.
¡Tierra mía!


Tres días para quererte – Quise jugar con su amor

Lucinda:
Quise jugar con su amor y ahora me toca perder
y estoy viendo con dolor que pierde siempre la mujer.
Quise burlar su pasión y de sus celos reí
pero luego el corazón
siente desilusión si se aleja de mí.
Su querer que ya era el mío me abandona y me maltrata,
y hoy me mata su desvío.
¡Pobre Lucinda, tú que soñaste
con la alegría de ser feliz,
vana ilusión de soñar para sufrir al despertar!
El se llevó mi fe y no volverá,
con él se fue mi voluntad.
Pero veo con dolor que pierde siempre la mujer.
Quise burlar su pasión y de sus celos reí
y ahora veo con dolor
que la angustia mayor es tener que sentir.


Las Marchinhas brasileñas o Marchinha de Carnaval son composiciones musicales breves, en muchos casos con Rimas, que se hicieron populares entre los 20 y los años 60 del siglo XX en Brasil. Hoy se siguen cantando, sobre todo en los barrios de ciudades como Río de Janeiro. No obstante, en la actualidad ha llegado a dominar el género musical y danzario samba.

24 horas mintiendo – Tú siempre dices que sí

Charito:
Si tú me quieres, nunca me lo digas
que las amigas envidiosas son
y en ese vicio todas sobresalen,
desde que salen, ¡ay!, del cascarón.

Ricardo:
Te quiero mucho pero si lo digo,
nunca conmigo, ¡ay!, te casarás.
Por eso callo, pues si tú me ignoras
a todas horas, ¡ay!, me buscarás.

Charito:
De esa manera no nos vamos a entender.

Ricardo:
Yo no quisiera, pero al final ha de ser.

Charito:
Yo digo siempre que sí, tú siempre dices que no.
Y está muy mal, que de ti no me burlé.

Ricardo:
Tú dices siempre que sí, yo siempre digo que no,
pero al final en mis brazos te veré.

Charito:
Si eres celoso, no podré aguantarte
porque al mirarte te lo notaré
y a cada paso te veré enfadarte
y por mi parte, ¡ay!, me enojaré.

Ricardo:
Yo soy celoso, sí, porque te quiero,
y no tolero que me des changüí.
Para evitarlo, nunca te desvíes,
aunque varíes siendo para mí.

Charito:
De esa manera no nos vamos a entender.

Ricardo:
Yo no quisiera, pero al final ha de ser.

Charito:
Yo digo siempre que sí, tú siempre dices que no.
Y está muy mal, que de ti no me burlé.

Ricardo:
Tú dices siempre que sí, yo siempre digo que no,
pero al final en mis brazos te veré.

Chicas:
Tú dices siempre que sí, y él dice siempre que no,
y está muy mal que te burles tú de él.
Tú dices siempre que sí, y él dice siempre que no,
y acabaréis, al fin, como yo sé.

Charito:
Yo digo siempre que sí, tú siempre dices que no.
Y está muy mal, que de ti no me burlé.

Ricardo y Charito:
Tú dices siempre que sí, yo siempre digo que no,
pero al final en mis brazos te veré…


Tres días para querete – dicen que tengo

Lucinda:
No me digas chiquillo que tengo una nevera en vez de corazón.

Tono:
Si tú fueras de hielo acaso comprendrerías la verdad de mi pasión.

Lucinda:
Si me dicen en serio que me aman con locura,
sin querer me harán reír y Dios me hizo así.
¿Qué voy a hacer si de este modo nací?

Tono:
Eres fría e indiferente y muy desdeñosa.

Lucinda:
Hay quien cree sinceramente que soy cariñosa.
Dicen que tengo de fuego el corazón,
que tengo, temgo, no sé qué tengo yo
que al que miro, poquito a poco,
si yo le digo que le quiero se me vuelve loco.

Tono:
Dicen que tienes de fuego el corazón,
los que así piensan carecen de razón.
Lo que tú tienes es muy mala intención.

Coro:
Dicen que tienes de fuego el corazón,
los que así piensan te ofrecen su pasión.

Tono:
Y yo te digo que no tienen razón.

Lucinda:
Dicen que tengo de fuego el corazón.


La ranchera (también, canción ranchera) es un género musical popular y folclórico de la música mexicana ampliamente ligada a los mariachis, pero interpretada con cualquier formato de la música regional mexicana.

24 horas mintiendo – Anoche te vi en el rancho

Fernando:
Qué bien cuando estemos en La Pampa, mi amor será para ti sin trampa.

Casta:
Por Dios no se arrime usted que si le ve mi marido ni le coge para bien

Fernando:
Serás toda llena de fragancia, el sol que iluminará mi estancia.

Casta:
¡Eso es hablar por hablar y no callar, pues no sueñe que me vaya a conquistar.

Fernando:
Rancherita rebonita, te quiero.

Casta:
¡Ay, como achucha este trucha! ¡Qué horror!

Fernando:
Mi lusero mañanero, pampero.

Casta:
¡Embustero, yo no quiero tu amor!

Fernando:
(Hablado.)
Dígame la rancherita, porque en su desdén arresía,
y al patroncito despresia, y le pisa el corasón.

Casta:
Porque el patroncito quiere, portándose como un chancho,
que yo le sustansie el rancho para darse un atracón.

Fernando:
¡Anoche te vi en el rancho y en el rancho me querrás!

Casta:
¡No me vengas con macanas, que con las ganas te quedarás! ¡Ay!

Fernando:
¡Anoche te vi en el rancho!

Casta:
¡Pues ya nunca me verás!

Chicas:
Mi amor, rayito de sol pampero, aquí solo para mí te quiero.
Tu voz en mi corasón es la canción melodiosa que me llena de ilusión.
Por ti mi cariño es ya, ranchera, mayor que la inmensidad pampera.
No sé si me engañarás, mas este amor será siempre del gauchito payador.

Fernando:
Treinta vacas y catorse terneras por un beso chiquitín, te daré.

Casta:
Ya estoy cansada de vacas lecheras, ahora prefiero solo el café.
Déjeme mi Guancho

Fernando:
No me sea hidrula

Chicas:
¡Anoche te vi en el rancho y en el rancho me querrás!
¡No me vengas con macanas, que con las ganas te quedarás! ¡Ay!
¡Anoche te vi en el rancho y esta noche allí vendrás!


La guajira es un género derivado del punto cubano. De acuerdo con algunos estudiosos del tema, el punto cubano ya se conocía en España desde el siglo XVIII, donde era llamado «punto de La Habana», y hacia la segunda mitad del siglo XIX fue adoptado por el naciente estilo del flamenco español, que lo incluyó entre sus «palos» con el nombre de guajira.

24 horas mintiendo – Guajiras