Habanera – «Si quieres que yo te quiera» (Nº1)
Rosita:
Si quieres que yo te quiera,
no me lo digas,
porque a una pantalonera,
no la castiga.
Que esta mocita no aguanta
los achares de un cualquiera,
y a los pelmazos espanta,
y espanta, y espanta;
y es…. pantalonera.
Señor Primi, amenícenos usted
con un fox trot nuevo.
Señor Primi:
Percátate de la trayectoria. (Toca el saxofón)
Una rifadora:
(Dentro)
¡El cuatro de copas!
¡Ha salido la entrá de los toros en el cuatro de copas!
Vecina:
(Dentro)
¿Lo tiene usted, vecina?
Otra:
(Dentro)
Estoy aboná al as de copas. Como saca la carta mi marido, que es un vaina…
Señor Prrimi:
Pues observe usté este ritmo quebrao.. (Toca el saxofón)
Oficialas:
Quien sueñe que yo le quiera,
no me lo diga, no me lo diga,
porque a una pantalonera,
no la castiga, no la castiga,
ningún cualquiera.
Que las costuras te voy a sentar,
pues ya te calé, bien calao;
si sólo quieres el tiempo pasar,
te vas a otro lao.
Pasacalle «Tienen los pantalones un atractivo» (Nº2)
Rosita:
Tienen los pantalones,
un atractivo tan incitante y exorbitante,
que hasta sin un relleno
que ponga en ellos cualquier bicoca
me vuelvo loca,
cuando los lleva un mozo
de tipo espigao,
y con andar marchoso, camina a mi lao.
Todas:
Mi entras me piropea,
los acaricio con el revuelo de mi pañuelo.
Y al verlo tan cerquita,
el largo fleco,
le deja preso con sólo un beso.
Rosita:
Se me va el corazón,
tras un buen pantalón
cuando lo lleva un mozo
que me dice muy chulón.
Pantalonera de Chamberí:
si usted quisiera, quererme a mí..
Pantalonera, dime que sí;
anda, chavala, no seas tan mala;
mira que estoy por ti…
Todas:
Pantalonera de Chamberí
si usted quisiera, quererme a mí..
Pantalonera, dime que sí;
anda, chavala, no seas tan mala;
mira que estoy por ti…
Rosita:
Pantalonera de Chamberí.
Como soy del oficio,
me tiran mucho los pantalones
por mil razones,
y, aunque yo me contengo,
na más de verlos me da un mareo,
que me ladeo.
Todo el taller critica
la loca afición, que tengo desde chica,
por el pantalón.
Todas:
Como soy oficiala,
sé manejarlos a mi manera,
muy zalamera,
y, aunque los lleva el hombre,
yo no sé, como me las compongo,
que me los pongo.
Rosita:
Se me va el corazón,
tras un buen pantalón
cuando lo lleva un mozo
que me dice muy chulón…
Pantalonera de Chamberí..
si usted quisiera,
quererme a mí..
Pantalonera, dime que sí;
anda, chavala, no seas tan mala;
mira que estoy por ti…
Pantalonera de Chamberí..
Todas:
Pantalonera de Chamberí
si usted quisiera, quererme a mí..
Pantalonera, dime que sí;
anda, chavala, no seas tan mala;
mira que estoy por ti…
ROSITA
Pantalonera de Chamberí
Dúo de Rosita y Rafael «Quiero que tu seas todo para mi» (Nº3)
Rafael:
Quiero que tú seas, todo para mí;
quiero mis anhelos, logrados por ti.
Quiero que mi vida sea tu querer;
quiero con tus sueños, mi pasión mecer.
Rosita:
Al dudar me ofendes, deja de sufrir.
Soy, como pretendes, la fe de vivir.
Rafael:
Nena de mi vida, cielo que soñé,
luna de mis noches, rosa de mi fe.
Rosita:
Mas, ¿de qué tienes celos, chaval?
Rafael:
¡Ah!
¡Tengo celos de todo lo que miras;
tengo celos del aire que respiras,
de la luna que va a besar tu cara,
y envidio la fortuna,
del beso que te brinda, el agua clara.
Chiquilla de mi vida;
tengo celos del viento mañanero,
de las risas que en tus labios veo florecer.
Tengo celos porque te quiero.
Rosita:
Con esas dudas me ofendes.
No quiero verte sufrir,
que ni siquiera un momento
yo puedo faltarte con el pensamiento.
Rafael:
Sólo pensar que me mientas,
es mi tormento mayor,
y mis recelos aumentas,
si así me atormentas,
fingiendo un amor.
Rosita:
Con tu tormento, tormento me das;
no debes nunca dudar.
Rafael:
Aunque te ofendas, tendré que sufrir,
que mi cariño no sabe fingir.
Quiero pensar que no mientes, nena.
Rosita:
Solo, vida mía.
Rafael:
Qué solo. Siempre tu luz yo seré.
Yo seré luz de tu fe. ¡Ah!, ¡Ah!.
Los dos:
Tengo celos de todo lo que miras;
tengo celos del aire que respiras,
Piensa sólo que yo vivo toda, todo para ti.
Tengo celos porque te quiero.
Piensa, siempre, en mi.
Mazurka «Soy el bisonte» (Nº4)
Bisonte:
Soy el Bisonte.
Chaval:
Chacal me llaman.
Camello:
Y a mí, Camello.
Bisonte:
Tres animales,
que a ciento iguales,
cortan el cuello.
Los tres:
Te vamos a amargar,
pa ver si tiés
después agallas pa luchar,
con uno de los tres.
Bisonte:
Yo de un guantazo
le pongo a un guapo,
de punta el vello.
Chacal:
Yo al más fornido,
de un resoplido,
le descabello.
Los tres:
A un pollo di un capón,
pues quiso gallear,
y a un suizo mojicón.
Y a un camarero de un bar cochino
le di un jabón.
Señor León:
¡Y yo solito con los tres!
¡Me veo en la sacramental!,
Pues son, por las señales,
unos animales de un tamaño natural.
Los tres:
Zumbando soy un vendaval;
ni el gran Ochoa me venció,
y un día en El Molar,
mordí la femoral
a too el que me miró.
Señor León:
¿Por dónde salgo yo?
Los tres:
Cuando yo surjo en el ring,
ya no hay quien se atreva a chistar,
pues le hago serrín.
Y tengo doscientas llaves
de las de lesiones graves
sacadas del magín.
Señor León:
Yo de las llaves, no estoy nada bien;
en cambio, yo estoy de planchas fetén.
Los tres:
Pues que preparen pa ti tafetán,
que vas a ver cat-chas-can.
Señor León:
Me la he ganao;
si estos brutos me dan,
la diño en el cat-chas-can.
Romanza de Rosita «Ni siquiera lo puedo pensar» y final del primer acto (Nº5)
Rosita:
¡Ni siquiera lo puedo pensar!
¡Es inútil quererlo intentar!
Si es mi vida, mi vida entera
por él la diera, mil veces sin vacilar.
Yo no sé lo que tendrá para mi,
que ha sabido mi querer despertar.
Es mi ilusión, es mi pasión, de amor primero.
Yo no sé por qué nació mi querer
desde el punto que su amor me ofreció.
No sé decir, ¡pobre de mí!,
Por qué le quiero.
Son sus palabras caricias
que siento en el alma,
y me hacen dichosa vivir.
Cuando muy cerca, muy cerca
se mira en mis ojos,
me siento morir…
Y con voz cariñosa, me sabe decir:
Noche de fiesta en el barrio
cuando nos vimos, mi nena:
noche castiza y morena
que huele a verbena, y sabe a Madrid…
Muy cogiditos del brazo,
mientras la calle reía,
dentro del pecho nacía
la fe que tenía, mi vida, por ti.
¡Cómo puedo su querer olvidar,
si a olvidar no me enseñó su querer!…
¡Tanto dolor, para un amor, recién nacido!…
Desde el día que al pasar me miró,
y él es mi fe, yo no podré
dar al olvido su amor.
Preludio y dúo cómico «Adiós a la vida» (Nº6)
Mateo:
¡Adiós, adiós a la vida!
¡Adiós, que me voy de ti!
Y dentro de un poquitito,
con un traguito, ¡adiós Madrid!
Lola:
¡Adiós, adiós a la gloria!
¡Adiós pa siempre la Fox!
Allí pasé en sus estudios
muy buenas tardes…
Mateo:
¡Adiós, adiós!
Bajo el peso de las losas,
cual don Juan y doña Inés,
nos diremos muchas cosas
a la sombra de un ciprés.
Lola:
Y en las noches de misterio
nuestra fosa se abrirá,
y en el fúnebre silencio,
sólo el gallo cantará…
Mateo:
¡Ki, ki, ri, ki!
Tristes campanas dan su din-don,
mientras suenan los rugidos de Aquilón.
Lola:
Y tus huesos con los míos,
bailarán con ilusión.
Mateo:
Suspiro por tus besos,
en mi triste panteón,
y salgo por tus huesos,
si me deja Juan Simón.
No dejes esta noche,
de venir a verme después;
manzana veintinueve,
calle quince, número tres.
Lola:
Te suena el esqueleto,
que parece un xilofón;
más ven con cuidadito,
pa no dar un tropezón.
Enciende un fuego fatuo,
y a tu lado pronto estaré,
que ayer por ir a oscuras,
me di un golpe en el peroné.
Ya verás que contento, me vas a cantar:
Quiero a la luz de una estrella,
ver tu carita serrana,
y escuchar tus frases de amor,
que de noche suenen mejor,
si la luna les da fulgor.
Mateo:
Quiero, mi vida, tus besos;
Quiero morir para ti.
Mi costilla serás.
Los dos:
Tu costilla seré,
que diñarla de amor,
es, mi vida, la dicha mayor.
Mateo:
Siento clavarse una espina
junto a mi espina dorsal.
Lola:
Y a la gloria tendrá que subir nuestro amor…
Mateo:
Yo no subo si no hay ascensor.
Romanza de Rafael «Mantoncitos de flecos» (Nº7)
Rafael:
Mantoncito de flecos,
carita de flor gracioso
y menudo el andar,
pasaste sembrando el amor.
Yo te dije; ¡Chulapa!,
me fui tras de ti
y el fleco me supo enganchar,
tirando con garbo de mí.
Tú quisiste seguir,
pero yo me enredé pa decir:
¿Dónde vas, mata de albahaca,
que perfumas al pasar?
¿Dónde vas, morena guapa,
que te quiero acompañar?.
Son tus ojos dos luceros,
que dan luz a mi pasión.
Eres tú la linda flor
que corto el amor
pa mi perdición.
Y esa carita de buena,
se burla de mi querer.
¡Maldita sea la hora,
que la llegue a conocer!
¡No la quiero recordar!
¡No la puedo abandonar!
¿Dónde están sus ojos negros,
luceritos de ilusión?
¿Dónde está la linda flor,
que cortó el amor
pa mi perdición?.
¡Me sujeta con sus flecos,
tu pañuelo de crespón!
Romanza de María de la O «Deja ya de trabajá…..Ay gitanilla de Granada» (Nº8)
María de la O:
Deja ya de trabajá
que nos ha caido un payo
que tié mas jayeres que Rochil
y que viene dispuesto a gastarlos.
¡Saludarle con gracia gitanos!
Ahora mi vida vas a sabé,
pero ante todo suerta un baré.
¡Ay, gitanilla de Granada,
que nasió en el Albaisín!
¡Ay voy buscando aqué gitano
que me camelaba así!:
«Eres tu una asusena,
tu pelo es como asabache
tu carita de Macarena,
y en los ojos misterio y fe.
¡Gitanilla tú de lo más calé!
Son tus clisos dos luseros
y un clavel nasió en tu boca».
¡Ay, yo de amor me vuelvo loca
cuando quiero de verdá!
¡Gitanita granaína,
que nasió en el Albaisín,
la que se bañó en el Darro,
y se mira en el Genil!
En las torres de la Alhambra
yo viví pensando en ti.
¡Ay, ay!
Y er gitano traisionero,
me mintió un amor sincero.
¡Mardesío calderero,
que se lleva mi querer!
Desde entonces voy buscando
er cariño que perdí,
que er gitano mardesío
me quitó er sentío,
desde que le vi.
¡Pobresita gitanita,
sola vivo yo por ti!
Gitano:
¡Venga niñas, mover los pinreles,
que esta noche, tenéis que bailar!
Mateo:
¡Como me hagan bailar,
yo la voy a diñar!
María la O:
Una rubia si a ti te quiere;
mas tú piensas que te engaña.
Si no andas con mucho pesqui,
te van a dar la castaña.
Luz en el candil, tienes que tené;
tira del pernil antes de comer.
Que Undivé te alumbre,
y pa conseguirlo, suerta aquí el parné.
Zúmbale, zumba, por Faraón;
zúmbale, zumba, no seas tumbón.
Baila por chuflas, espilrrabao.
¡Se esbarate tu cuerpo,
por ser trujipao!
Todos:
Zúmbale, zumba, por Faraón;
zúmbale, zumba, no seas tumbón.
Baila por chuflas, espilrrabao.
¡Se esbarate tu cuerpo,
por ser trujipao!
Zúmbale, zumba, por Faraón;
zúmbale, zumba, no seas tumbón.
Baila por chuflas, espilrrabao.
¡Se esbarate tu cuerpo,
por ser trujipao!
Intermedio orquestal (Nº9)
Chotis «Es en el chotis el Miss Mateo» (Nº10)
Lola:
Es en el chotis, el miss Mateo,
pues bailando va que da mareo.
Si es un baile ful, no veas;
cíñete con mí, y allá peli.
Mateo:
Si el bailar no da de acá, me amago,
pues si no hay de qué, ni sé ni trago.
En viendo a mi gachí, con aire de Madrí,
sin darme cuenta, me atornillo a berbiquí.
Lola:
Aprietas que das frío. ¡Mi madre, que tío!
Mateo:
El chotis bien marcao, precisa ir acoplao.
Todos:
Es en el chotis, el miss Mateo,
pues bailando va que da mareo.
Si es un baile ful, no veas;
cíñete con mí, y allá peli.
Canuto:
Mira mi chalá, que va que chuta.
Ya me tiés a mí, por ti viruta.
Mateo:
Te vamos a dejar,
sin fuerzas pa rodar.
Canuto:
Pues ten cuidado,
que la vas a madurar.
Lola:
¡Si el premio es para mí,
lo mismo se me da,
aunque termine,
pa los restos señalá!
¡Ay, Mateo, Mateo, Mateo!
No me aprietes, que ya no te veo.
Yo no sé lo que será,
que me tiés del to privá
y me noto semidescascarillá…
Todos:
¡Ay, Mateo, Mateo, Mateo!
No te duermas, en el balanceo,
que bailando estás de non,
pues lo marcas tan chulón,
que te pones extraplano
el esternón.