El oficial de guardia partituras

Nº1 Gavota

Todos:
Hoy goza alborozada
la corte Turanesa
con esta mascarada
que os brinda la Princesa. 
¡Que flote en el espacio,
de Momo el ser vanal, 
aunque es siempre en palacio
eterno el Carnaval!

Ellos:
¡Niña gentil!

Ellas:
¿Me conocéis?
Podéis decir 
qué pretendéis.

Ellos:
Mascarita encantadora, 
yo tu rostro quiero ver.

Ellas:
Al final
si sois constante, 
¡más no ahoral

Ellos:
Yo no puedo
la impaciencia contener. 

Ellas:
No despierte mis enojos
o burlado se ha de ver.

Ellos:
Mascarita
que me incita, 
¿por qué ocultas 
si es bonita
esa faz?
¡Quita, quita 
el antifaz!

Ellas:
¡Cese ya!
Que enciende en mí el rubor,
y la curiosidad
no es buena consejera del amor.

Ellos:
El fulgor
de tu mirada al ver 
un fuego embriagador
difunde poco a poco por mi ser.

Ellas:
Si queréis
mi afecto conquistar,
ser cauto deberéis
vuestro alán vehemente dominar.

Ellos:
¡Bella hurí!
Suspiro de pasión
y esclavo es ya de ti 
mi amante corazón.

Ellas:
(Esquivándolos al ver que intentan quitarlas los antifaces.)
¡Qué osadía!

Ellos:
¡Yo te adoro!

Ellas:
¡Una audacia no vi igual!
¡No será!

Ellos:
¡Ha de ser!

Ellas:
¡Se verá!

Ellos:
¡Lo has de ver!

Ellas:
¡Cese, cese en su porfía
que su afán no ha de lograr! 
Ver tu rostro necesito
y mi afán he de lograr.
(Las quiten los antifaces. Ellas velan el rostro con los abanicos.)
El encanto de esa cara 
me cautiva el corazón. 
¡Yo te adoro!

Ellas:
¡Caballero! ¿No repara
que el amor en Carnaval solo es ficción? 

Ellos:
¡Tuya es ya mi vida entera!

Ellas:
¡No sigáis, por compasión!

Ellos:
¡Mascarita!
¡Tan bonita 
nunca he visto 
otra carita!

Ellas:
¡Por favor!
¡No soy bonita!

Ellos:
¡Mascarita!

Ellas y ellos:
¡Qué rubor
de mi amor!



Nº2 Dúo Roberto y Elena vals

Roberto:
¡Lily! ¡Recuerdo de placer, 
que hiciste mi alma palpitar!
¡Lily quiere decir París
y el bullicio del bulevar!
Lily es para mí
un eco fiel de la alegría; 
y al verla, reviví
horas de amor y horas de orgía.
¡Lilyl Al verla yo sentí
un nuevo anhelo de gozar. 
¡Lily quiere decir París!
¡Lily quiere decir amar!
(Sale la Princesa Elena, puerta fondo del gabinete. Trae puesto un dominó de raso blanco.)

Elena:
¡Roberto!

Roberto:
¡Alteza! ¿Vos aquí?

Elena:
¡Más bello trono
busco junto a ti!

Roberto:
¡Princesa que adoro
con loca pasión!
¡Princesa soberana,
que es la reina de mi amor!

Elena:
Feliz a tu lado
soy mi bien.
Poder, realeza, 
causan mi desdén.

Roberto:
¡Elena, os amo!

Elena:
|Tuya soy! 

Roberto:
Inmensa gratitud 
yo guardo para vos.

Elena:
Yo busco amor, no más. 
Respeto no es amor.

Roberto:
¡Princesa del alma mía,
que reina en mi corazón!

Elena:
¡Calmar yo quiero solo entre tus brazos 
el ansia de mi pasión!

Roberto:
Por ti la riqueza conquisté.
Por ti yo el poder supe alcanzar
y ambicioso me sentí, 
tu rostro al mirar;
que un mundo de amor 
me quiso ofrendar.

Elena:
¡Bien mío, que me enamora!
¡Tu amor será mi ideal!
¡Roberto! ¡Para el alma que te adora
no hay nada en el mundo igual! 

Roberto:
¡Mi sólo bien!
¡Mi ilusión;
que guardo aquí
en el corazón!
¡No hay dicha igual
a tu amor,
mujer ideal!

Los dos:
¡Encanto de mí ser!
¡Te adoro con pasión,
y en ti la dicha está
que sueña el corazón! 
¡Ventura igual, nunca sentí! 
¡Qué dulce ensueño celestial! 
¡Amarte siempre así,
es sólo mi ideal!

Descargar partitura


Nº3. Duettino

Roberto:
En el París de mis sueños 
horas dichosas viví. 
¿Cómo olvidar el encanto
de mi adorado París?

Lily:
El Monteoartre de los placeres 
y el Tabarín sensual,
fueron de nuestros amores
mágico marco ideal.

Los dos:
¡París y Montmartre! 
No habrá griseta
ni bohemio 
soñador,
que en ti no hayan 
disfrutado
del amor.
Y aún siento latir
feliz y alegre
el corazón,
al eco fiel
y al dulce arrullo
de tu canción.

Lily:
trala, la, la, etc.

Roberto:
Hechicera y loca Lily,
cautivaste mi corazón
y la dicha vuelve hoy a mí.

Los dos:
Al eco fiel
y al dulce arrullo
de tu canción.

Roberto:
De aquella vida bohemia,
que venturosa pasó;
sólo el recuerdo grabado
en nuestras almas quedó. 

Lily:
Ya es cortesano el poeta,
que conociera en Montmartre;. 
pero para tu griseta,
siempre su amado serás.

Los dos:
¡París y Montmartre! 
Con qué placer
de tiempo tal 
recuerdo yo,
las dichas mil
de aquellas horas 
de pasión.
Y aun siento latir
feliz y alegre
el corazón,
al eco fiel
y al dulce arrullo 
de tu canción.

Lily:
¡trala, la, la, etc!

Roberto:
Hechicera loca Lily, 
cautivaste mi corazón,
y la dicha vuelve hoy a mí.

Los dos:
Al eco fiel.
y al dulce arrullo
de tu canción. 
¡Mansión del placer! 
¡Mi amado Montmartre! 
¡París, mi París!
¡La dicha en ti está!

Descargar partitura


Nº4. Terceto cómico

Conde:
No veo
ni gota.
La luz
han apagado. 
¡Esto me huele a cuerno 
y es a cuerno quemado!
Busquemos 
la llave,
porque en la oscuridad
de los maridos queda
el pobre honor muy mal!
(Abraza a ambas)

Las dos:
¡Jesúsl

Conde:
¡Ya está!
El enigma descifrado,
si mi esposa me ha engañado 
al momento quedara.

Las dos:
¿Qué hacemos? 

Condesa:
¡Prudencia!
La burla continuemos. 

Las dos:
Digamos que de amores 
las dos por él ardemos.

Conde:
(Cogiendo a la Condesa.)
El tacto me dice
que no es esta Leonor;
¡Y nunca el tacto mío
ha padecido error!

Condesa:
(Desasiéndose de sus brazos.)
¡Ja, ja!

Lily:
(ídem.) ¡Ja, ja!

Las dos:
¡Chistoso el lance resultó! 

Conde:
Bellas damas, necesito
y saber quiero quién sois.
¡Saber quién sois! 

Las dos:
Somos dos mujeres
que por ti suspiran, 
que contigo sueñan,
y por ti deliran.

Conde:
(¡No me la ha pegado, 
como imaginé;
y a estas dos en cambio
yo conquisté!)

Condesa:
Esta noche, caballero,
si sois bravo y sois galán, 
en el parque yo os aguardo,
palpitante de ansiedad.

Lily:
En el parque, caballero,
yo la dicha os he de dar.

Conde:
(¡Yo no sé por qué me temo,
que una orquesta de estacazos
va el idilio a amenizar!)

Las dos:
Por ti no comemos.
Por ti no dormimos. 
Vivir no podemos 
desde que te vimos.
Sólo la ventura
tú nos puedes dar,
y a tu lado siempre 
quiero yo
feliz soñar.

Conde:
En lides de amores
no hay quien me aventaje, 
y en burlar maridos
siempre me distraje.
¡Pues no hay una dama 
que al verme una vez,
no sienta latir,
su corazón, 
con rapidez!

Descargar partitura


Nº5 – concertante

Lily:
A la orden de Su Alteza.

Conde:
¿Qué miro? ¡Un oficial!
(Retrocediendo sorprendido.)

Roberto:
Ya veis. Es un teniente
bizarro arrogante,
de vuestra guardia real. 

Elena:
(¡Perdóname, Roberto, 
porque dudé de ti!)

Roberto:
¡El trance es apurado!
(Aparte a sí mismo )

Conde:
(¡De veras me lucí!)

Lily:
(Aparte a Roberto.)
Aunque eres un ingrato
salvarte quise yo.
¿Pero ahora cómo salgo 
de la suplantación?

Roberto:
(Con ternura.)
(Lily..)

Conde:
(¿Tengo en los ojos
telarañas y el sentido
vuelto tarumba,
o estoy dormido?
(Cada vez más sorprendido y examinando y tocando a Lily, para convencerse de que no sueña.)

Lily:
Soy el vizconde de la Valeta,
que en vuestra guardia viene a ingresar; 
y a sus bondades reconocido,
honor y vida quiere ofrendar.

Coro:
¡Es el vizconde de la Valeta,
que en vuestra guardia viene a ingresar!

Elena:
(ai conde.)
(¡Castigaros yo debiera
por la falsa delación!)

Conde:
(¡Fué mayúscula la plancha, 
mas yo imploro mi perdón!) 

Coro:
(Tornó en sonrisa
su gravedad
la Princesa real.)

Elena:
(¡El ensueño de mi amor, 
vuelve a lucir 
embriagador!
¡Ah!)

Roberto:
(A la Princesa Elena.) 
(¡Es el amor
ensueño seductor. 
Del alma el ideal.
Flor de ventura y de ilusión. 
Y para ti,
mi amante corazón,
guarda el tesoro aquí
de su pasión.)

Elena:
¡Lindo y gallardo es
como no hay otro igual!

Lily:
(¡Voy a gustarles
más de lo regular!) 

Coro:
(¡De fijo que en un mes 
asciende a general! 
Pues la Princesa
le protegerá.

Roberto:
(¡Como una artista
finges, Lily!)

Lily:
(Mi afán es solo 
salvarte a ti.)

Conde:
(¿Y la Condesa, me la pegara?) 

Elena:
(a Lily.)
De mí muy cerca 
vais siempre a estar. 

Roberto:
(¡Nada sospecha!)

Lily:
(A la Princesa Elena.) 
¡Gracias, señora,
por su bondad!

Coro:
¡Viva Su Alteza,
que en nuestras almas
sabe reinar!

Lily:
¡Gracias os doy,
Princesa real! 
¡Digno seré
de tal bondad! 

Coro y Elena:
¡Viva el gentil 
bravo oficial,
que en vuestra guardia
viene a ingresar!

Elena:
¡Viva el gentil 
bravo oficial,
¡que hoy en mi guardia
viene a ingresar!

Todos:
¡Viva, viva!


Nº6. Cuplés de Lily

Lily:
Un bizarro militar
en las lides del amor,
debe ser como en la guerra,
vencedor.
Fortaleza no ha de hallar 
que le pueda resistir,
de igual modo en el amar
que al combatir.

Oficiales:
Hace un rostro de mujer 
más estragos que el cañón, 
pues el fuego de sus ojos
es traidor.
Mas jamás ha de capitular
a su hechizo el bravo militar, 
que al final las rinde siempre
a discreción. 

Lily:
Unico
anhelo y solo estímulo,
ser debe una victoria 
nueva conseguir.
Bélico,
su ardor mostrar impávido; 
y en el combate intrépido 
ser, y a su lado erótico,
saberlas reducir.

Oficiales:
Mágico,
en las doncellas púdicas
prender de amor la llama; 
y, como al luchar,
demostrar
que siempre el bravo militar, 
en guerra y en amor
es heróico y es triunfante
galanteador.


Nº7. Couplet francés con evolución bailada

Lily:
Es la linda francesita
la mujer más ideal.

Damas:
Por su encanto sin igual.

Lily:
Con su chic no hay quien compita; 
que en el mundo es proverbial.
Y es coqueta y es genial. 

Damas:
Adorable y sensual.

Lily:
Y en el Bosque y en Los Campos 
causa gran admiración,
cuando pasa triunfadora, 
con su tren deslumbrador.
Y va el pollo dandy 
y el don Juan senil 
siguiendo sus pasos,
diciéndola así:
¡francesita,
tú eres tres joli,
¡Mi amante pretensión
acepta y dame el sí! 

Todas:
¡Guy!

Damas:
¡Francesita,
tú eres tres jolí 
¡Acepta, hermosa, 
y dame el sí!

Lily:
Donde va la parisina 
enardece de pasión.

Damas: 
Y produce sensación.

Lily:
Por su gracia peregrina
y suprema distinción.

Damas:
En Pekin como en London. 

Lily:
En Paris y en el Japón. 
Hay que ver su esbelto talle 
y lo airoso de su andar, 
cuando va por esas calles,
o recorre el bulevar.
Y va el pollo dandy 
y el don Juan senil
siguiendo sus pasos,
diciéndola así:
¡Francesita,
tú eres tres joli, etc. 

Damas:
¡Francesita,
tú eres tres joli, etc. 


Nº8. Intermedio orquestal – marcha

Descargar partitura


Nº9 – Canción burlesca

Elena:
El son de la retreta
se deja ya escuchar. 
Dormid, y en el reposo
los nervios aplacad.
Pero antes un consejo,
Alteza, os quiero dar. 
Oidlo, que va en ello 
vuestra felicidad.

El amor sin freno,
peligroso es;
pues de amante a loco, 
poco suele haber.
Olvidad la bella incógnita, 
que así os pudo trastornar; 
o de fijo en neurasténico
vuestra Alteza va a acabar.
¡No forjéis quimeras! 
¡Príncipe, dormid!
(Adoptando actitudes coquetas y burlonas)
¡Tralalalalá, tralalalalá! 

Bimbi:
¡No os burléis de mí, 
que eso está muy mal! 

Elena:
¡Tralalalalá, tralalalalá! 
¡En cuestión de amores 
sois mal general!

Es amor un juego 
de gran emoción.
Y ser diestro y hábil 
debe el jugador.
Que es llegar a tiempo, Príncipe, 
la jugada que hay que hacer;
y es dudoso siempre el éxito,
si el albur es la mujer.
¡No forjéis quimeras! 
¡Príncipe, dormid!
¡Tralalalalá, tralalalalá! 

Bimbi:
¡No os burléis de mí, 
que eso está muy mal! 

Elena:
¡Tralalalalá, tralalalalá! 
¡Tenga buenas noches,
vuestra Alteza real!