La niña de los cantares (1905)
Texto: Raimuindo Domínguez García y Venancio Herreros Galdeano
Nº3 bis. Schottis
Anica:
Buena noche de jaleo, señá Rosa.
Vecina:
Y tan buena.
Rosa:
Como es día de mi Carmela, se empeñaron en festejarlo por un lao ella y por otro su novio y no hubo más remedio que consentirlo.
Anica:
Hizo osté bien: a las monitas de su edad hay que darles gusto, porque si no…
Rosa:
Se lo buscan ellas.
Pulguita:
Buen percal ha venío, maestro.
Antonio:
Na: percal y de to mu bonito y mu barato, pero después to el género te lo encuentras apolíyao.
Amigo:
Pues asté se le van los ojos detrás de algunas curvas.
Antonio:
Ya lo creo, como que hay aquí varias mocitas que se traen más ondulaciones que una carretera del estao. Sin ir más lejos, ahí tenéis a la Faustina. ¡Más movimiento niña!
Faustina:
No pué ser, que es baile de sociedá.
Amadeo:
¡Carape! Se nos ha ido el compás.
Angustias:
¿No bailas Pulguita?
Pulguita:
No tengo pareja.
Antonio:
Es que duelen los pies de estar sentao.
Amigo:
Si tuviera nuestra edad.
Antonio:
Está osté errao con hache: a nuestra edad nos quieren las muchachas más. En primer lugar, porque nos gastamos los cuartos que es una bendición, y en segundo porque nos pasa como a Quevedo, que ni subimos, ni bajamos, ni nos estamos quietos. ¿Osté entiende?
Amigo:
Ja! Es osté mu largo señor Antonio.
Antonio:
Como que soy barbero.
Rosa:
Vaya niñas, descansad un ratico que esta pieza se va haciendo larga.
Anica:
Déjelo osté, señá Rosa, cuanto más larga mejor.
Rosa:
Es que también hay que beber.
Antonio:
Yo pensaba que la bebía era sólo pa los que no bailaban.
Rosa:
¡Ea! Ya pueden ostedes acabar.
Mozo 1:
Vamos a buscar la conclusión. ¡Oído a la caja!.. una, dos y tres… ¡Ahí queda!
Música, luz y alegría (1916)
Texto: Aurelio Varela y Francisco de Torres.
Pa bailar en las verbenas
Intérprete: Josefina Meneses.
Coral de Cámara de la Comunidad de Madrid. Orquesta Sinfónica de Madrid. Director: Manuel Moreno Buendía.
Todos:
Pa bailar en las verbenas,
tiene el pueblo de Madrid,
en pianos de manubrio
la habanera y el chotis.
Y hasta Dios se vuelve loco
cuando bailo el agarrao,
que es la música chulona
lo mejor que se ha inventao.
Madrileña 1:
Con el pelo muy bien ondulao
y los pies con botín de charol,
en el pecho luciendo un cálao
y en la espalda luciendo un mantón,
la chulapa se encuentra en sus glorias
pa marcarse con gracia un chotis
por la noche en la alegre verbena,
derrochando la sal de Madrid.
Y le estorba el sombrerete,
la sombrilla y el boá,
el Frasquito de las sales
y la falda entobillá.
Eso es bueno pa Estrasburgo,
u Edimburgo,
Luxemburgo
y Budapest;
pero no pa las Vistillas,
Maravillas,
la Bombilla
y Lavapiés.
El coloso de Rodas (1917)
Texto: Francisco García Pachecho y Luis Grajales
Ellos:
(Cantado.)
Acércate, chica,
que oyendo estas notas
no sé qué deseos
despiertan en mí.
Ellas:
También escuchando
su ritmo amoroso,
yo creo que me pasa
como a ti.
Todos:
Acércate chiquilla/o
que oyendo esas notas
no sé qué deseos
despiertan en mí.
De Madrid al infierno (1918)
Texto: Carlos Rufart y Mario López Avilés
Intérprete: Banda de Ingenieros de Madrid
Sinforiano:
(Al llegar al centro de la escena y después de bajar la mano, que la ciñe la cintura más de lo debido.)
Oye Nicanora
tiés cosas que parecen
de señora.
Nicanora:
Sube esa mano
que la bajas más que el metropolitano,
y si alguno nos ve así
cualquier burrá dirá de mí.
Sinforiano:
Mira, Nicanora,
no exageres,
que te doy una trompa,
y si yo a ti
te doy así
ya tiés la cara pa un buen rato
hipotecá.
Nicanora:
Pa mi que te han dao
las señas cambiás,
si te crees con eso
que me tienes asustá.
Sinforiano:
No me tires de la lengua
que la tengo delicá.
Nicanora:
Calla, Sinforiano.
que ya sabes que por nada
me amilano.
Sinforiano:
Deja, so chulona,
que se pegue a tu cuerpo
mi persona,
pa que digas con razón
quítate day, Sindeticón.
(Recitado dentro de la música.)
¡Nica!
Nicanora:
¡Sinforiano!
Sinforiano:
Cuando bailas tan sentá
ni el sol en el meridiano
da la hora tan marcá.
Nicanora:
¡Sinfo!…
Sinforiano:
¡Nicanora!
Nicanora:
Ya habrás visto como yo
no me muevo, aunque la hora
adelante del retó.
(siguen bailando más pegados que un sello, desapareciendo al último acorde del chotis.)
La danza de los velos (1919)
Texto: Manuel Fernández de la Puente
Luciendo el mantón airoso
Diana y Cucú:
Buenas tardes.
Acislo:
(Qué dos hembras, santo Dios.)
Diana:
Anda, chica.
Cucú:
Tú primero.
Acislo:
(Son guapísimas las dos.)
Diana:
Pues venimos…
Cucú:
Pues venimos…
Acislo:
Sin temor pueden hablar.
Diana:
Pues venimos con objeto…
Cucú:
Con objetos que empeñar.
Acislo:
¿Y siendo tan bonitas
así se ven?
Diana:
Amor es un tirano.
Cucú:
Dices muy bien.
Acislo:
Vengan, pues, esos objetos
que desean pignorar.
Diana:
Dos mantones de Manila
de primera calidad.
(Cada una trae un mantón de Manila envuelto en un periódico.)
Cucú:
Fíjese que peso tiene.
(Por el suyo que deslía.)
Diana:
Este mío es superior. (ídem.)
Acislo:
No es posible así tasarlos.
Verlos puestos es mejor.
Diana y Cucú:
Si no hay otro remedio,
me lo pondré.
(Se ponen los mantones.)
Acislo:
Estaba por gritarles…
¡Alza y ole!
Diana y Cucú:
Luciendo el mantón airoso,
cuántos triunfos he logrado,
lo mismo yendo a la playa
que cantando en un tablado.
Porque, aparte la belleza,
que ya en sí tiene el mantón,
este cuerpo y esta cara
hay que ver con atención.
¿Le gustan, le gustan,
le gustan los mantoncitos?
Acislo:
Y los cuerpos que los lucen
que son mucho más bonitos.
Ellas:
¡Aparte, aparte!
Acislo:
¡Qué clase más superior!
Ellas:
Pues debajo hay otra tela
que es muchísimo mejor.
Adiós, mantoncito mío,
prenda de mis alegrías,
que como brazos amantes
a mi cuerpo te ceñías.
Tú que sabes con la pena
que a dejarte voy aquí,
pide a Dios, como yo pido
volver pronto junto a mí.
La perfecta casada (1920)
Texto: Aurelio Varela y Fernando de Torres
El chotis del cocido madrileño
Intérprete: Diana (Madrid : Fabricado por Cano y Álvarez Guerra, S. en C.)
Chulo:
Con un co-coci
a la ma-madri
y esta chu-chu-chu-la
que me tié gi-gi-gi-li,
a mi-mi-mi-lao
don Ni-ca-ca-nor
no no supo nunca dar
al tam-tam-bor.
¡Mi amor!
Chula:
Oye Simeón
ten mucho cuidao
no me aprietes tanto
que me abollo de ese lao.
Chulo:
¡Qué de-de-li-cá!
es que pa-pa mí
es tu cu-cu cuerpo
de chan-chan-ti-lly.
Chula:
Acomodador
haga usté el favor
de proporcionarle
un ventilador.
Chulo:
Eres más chu-chu-chulona
que una manga parroquial.
Chula:
Y tú más desaprensivo
que un gobierno liberal.
Chulo:
Que cualquiera
se cue-cuela
al mirarte
la te-te-la.
Chula:
¡Quita day!
Chulo:
Eres ca-ca-canela
y el cho-chotis
que bailas
un primor.
Chula:
¡Acomodador!
El secreto de la Cibeles (1920)
Texto: Joaquín Vela y Ramón María Moreno
El alma madrileña
El Alma de Madrid:
Menudita y pinturera,
maja, chulapa y manola,
soy la reina verdadera
de la gracia española.
Y al mirar mi airoso talle
y mis ojos tan ladrones,
si me encuentran en la calle
me dicen los señorones:
Todas:
Madrileña, ten cuidado,
que en los flecos del mantón
prisionero te has llevado,
sin querer, mi corazón.
Pero no les hago caso,
y, riendo, aprieto el paso,
orgullosa de mi garbo,
que despierta tal pasión.
El Alma de Madrid:
Mas los usías
se van tras de mí,
y con orgullo
les digo yo así:
Al único que yo quiero,
es un chulapo castizo,
gallardo y muy postinero,
que conocí en Amaniel,
y no vi jamás nadie como él.
Todas:
¡Chulapón!
El Alma de Madrid:
¡Tus ojos me dan la muerte!
Todas:
¡Resalao!
El Alma de Madrid:
¡Tu charla me vuelve loca!
Todas:
iSo ladrón!
El Alma de Madrid:
¡No puedo vivir sin verte!
Todas:
¡A tu lao!
El Alma de Madrid:
¡Me siento capaz de to,
hasta de matar sólo por tu amor!;
y verás
que en Madrí, las mujeres,
al hombre que quieren,
el alma le dan.
Todas:
¡Y verás
que en Madrí, las mujeres,
al hombre que quieren,
el alma le dan.
¡De verdad!
Urbana y Cortés (1923)
Texto: Antonio López Monís y Luis Martínez Román
Chotis del 15
El 15:
Urbana,
no me seas como todas,
casquivana.
Escucha
de un botones los quereres,
mi morucha;
porque desde que has entrao,
tó mi ser has trastornao,
y es menudo,
colosal y pistonudo,
el belén que aquí has armao.
Urbana:
¡Botones!
que no van a convencerme.
tus razones.
Pues veo
que eres chico
y eres tonto y eres feo;
porque desde que he llegao
y en tu tipo me he fijao
sin panema,
gozo más que en cinema
de la risa que me ha dao.
El 15:
¡Ay! que me llama bruto,
jay! que me llama feo,
me parece que esto es mucho,
pero mucho pitorreo.
Lo chulo no le gusta.
La niña es muy coqueta,
a ver si es que prefiere
el amor en opereta.
El 15:
Belleza sin igual,
yo te ofrezco, mi bien,
como un cuento oriental,
vivir en un edén.
Hacer de ti una huri
a quién ama el Sultán.
Pues sabes que por ti
late el pecho de afán.
No te rías tanto,
mira que me atufo.
Urbana:
Ja, ja, ja, ja,
Ay, que cursi es.
Ja, ja, ja, ja,
Qué ridiculez.
Ay, que divertido
me resulta usted.
Ja, ja, ja, ja,
qué gracioso está
ja, ja, ja,
si es que recuerdas
al gran Tita Rufo;
cantas de primera
y me ha asombrao.
El 15:
Menos pitorreo
que con tanta guasa
me has acerolao.
Urbana:
ja, ja, ja…
El 15:
Urbana…
Urbana:
Me llaman.
El 15:
No me voy a estar
cantando hasta mañana,
que veo…
Urbana:
So feo…
El 15:
Que la música
te mueve al pitorreo.
El chotis
no te ha gustao,
la opereta
te ha pesao
y no hay otra música ¡caray!
pa decir que me has gustao.
Urbana:
Ay chico, eres un lince,
y al fin me has convencío.
El 15:
Pues tómate este quince
que pa ti está servio.
Urbana:
¡Un quince me marea!
El 15:
¡Pues toma medio chico!
Los dos:
Ven tú, dulce jalea,
que el quererse está muy rico.
Urbana:
El bailar un chotis qué gustito da.
El 15:
Ceñiditos así,
pero de verdad.
Urbana:
Amiguito, un poquito
más separao.
El 15:
¿Pero quéme has dao, Urbana,
que me tié tan chalao?
Urbana:
¡Pué que te haya dao el opio,
u morfina, u cloroformo
u güesitos machacaos.
La Calesera (1925)
Texto: Emilio González del Castillo y Luis Martínez Román
Pasacalle de los Chisperos
Intérprete: Pilar Lorengar (Maravillas). Coro Cantores de Madrid. Orquesta Sinfónica. Director: Indalecio Cisneros
Guardias:
Dice el rey que le debo guardar,
pero yo le abandono por tí.
¡Ay manola gentil que me vas a matar
y que el rey va a quedar
en su guardia sin mí!
Si Godoy te llegase a mirar,
yo bien sé que alguien lo iba a sentir,
porque vale tu amor
y el poderte adorar
más que ser el amor de quien no he de decir.
Chisperos:
Detrás de las guitarras.
llevamos los aceros,
que hieren como rayos
cuando están en las manos de mozos chisperos
Guardias:
El amor es mejor
con un guardia de Corps.
Chisperos:
Déjale que te va a mentir
y yo quiero ser tuyo hasta morir.
Maravillas:
Yo no quiero querer a un chispero
que finge, embustero,
palabras de amor;
y me cansan los majos de plante
que se echan pá alante
fingiendo valor.
Militares tampoco me gustan
que a veces me asustan
con el espadín,
y torero tampoco le quiero
por que entre los cuernos
se tiene mal fin.
Chisperos:
Si no quiere chispero, torero,
manolo embustero,
ni al del espadón,
que se vaya la moza a un convento
y me hago al momento
fraile motilón.
La manola con alma española
de los hombres elige ella sola
su querer de mujer.
Guardias:
¿Qué mujer no se va a decidir?
¡Déjala, que no sabe de amor!
Déjala, que hay cien mil
que nos van a rifar
sin mirar
si es amor militar o civil
¡Déjala!…
Todos:
Si no quiere chispero, torero,
manolo embustero
ni al del espadón,
y le cansan los majos de plante
que se echan pá alante
fingiendo valor.
Maravillas:
Militares tampoco me gustan
que a veces me asustan
con el espadín.
Guardias y Chisperos:
Pues si nada le gusta ni agracia,
que espere sentada,
quién le haga tilín.
La corte de los gatos (1926)
Texto: José Tellaeche y José de Lucio
Chotis
Cayetano:
Si usted goza, seña Cava,
de criterio personal
y chanela lo fetén,
y tié gusto y paladar,
venga aquí, cacho de rosca,
que se va a atolondrinar
con la salsa que al chotis
este chulón sabe impregnar.
Florinda:
Por mi honor, que no me explico
esta extraña sensación,
que tu mágico cantar
me ha llevado al corazón.
Es un dardo envenenado,
que no puedo resistir.
Ya no tengo otra ilusión
que abandonarme en el chotis.
Cayetano:
Pa mí,
que ya veo a este chulón
tomar
el cocido en un porrón.
¿Por qué
de tal modo me has guillé?,
que ya
me estoy viendo en Leganés.
Como te empeñes, me costeas, so chulona,
La patrona y el café.
Florinda:
Por ti,
lo que haya que hacer haré,
morir
o empeñar hasta el corsé.
Bailar
es ya mi única pasión,
con el chulo de mi corazón.
(Hablado, sobre la música.)
Cómo me atraes! Has debido darme un filtro.
Cayetano:
No se me ha ocurrido, prenda, pero mañana te envío el de casa, aunque tié desportillá la porcelana.
Pardiez,
qué es lo que me pasa a mi:
No sé
si soy guardia o bailarín.
Pues es
que me baila el cinturón,
la nuez
y hasta un cacho de esternón.
Por mis mayores, como siga este meneo
se me salta hasta el jobón.
Florinda:
(Hablado.) ¡Qué cadencioso es esto!
Cayetano:
(Hablado) Pa cadenciosa, usted, maestra;
que hay pa agarrar un cólico.
Descargar partitura para sexteto
Las niñas de mis ojos (1927)
Texto: Manuel Fernández Palomero
Chotis
Intérprete: La Garriga, Barcelona: Rollos Victoria (L.G. [La Garriga]. Fabricado por Juan Bautista Blancafort
Tolomeo:
Cuando bailo de esta forma
con una hembra de tu empaque,
son mis nervios
triquitraques.
Y me noto aquí una cosa
que en seguida que me miras
se me encoge
y se me estira.
Coralina:
¡Qué barbaridad!
¡Qué exageración!
Eso es, hijo, porque ahí dentro
tienes un acordeón.
Ten formalidad,
no bailes así.
Tolomeo:
Es que tú no sabes, negra,
qué es lo que yo siento aquí.
Coralina:
A ver si pué ser,
no seas animal,
que te mueves más que un mono
monoplano al barrenar,
no hagas, por favor,
tanta indecentez.
Tolomeo:
Es que se me va la vista
cuando bailo tet a tet.
Coralina:
No seas gilí,
por tu salud.
Tolomeo:
Es que estoy hecho un avestruz.
Coralina:
Ay, Canuto,
qué bruto te pones;
no digas Canuto
que luego discuto.
Tolomeo:
Restituta,
no seas absoluta;
ya sé que si aprieto
te pones viruta.
No te pongas, mi bien, ruborosa.
Coralina:
Es que luego me pongo ojerosa
de verte apretar y empujar.
Tolomeo:
Es que no está pa menos la cosa.
Deja, deja, vida, que te apriete,
si quiés disfrutar.
Anda, déjame que te sujete
el paquete muscular.
Coralina:
¡Animal!..
Las castigadoras (1927)
Letra: Francisco Lozano, Joaquín Mariño y Eduardo Mariño Lozano
Chotis de las taquimecas
Intérprete: Mari Carmen Ramírez
Coral de Cámara de la Comunidad de Madrid y la Orquesta Sinfónica de Madrid dirigida por Manuel Moreno Buendía
Las taquimecas:
Con la falda muy cortita, muy cortita,
ajustadita, luciendo el talle,
y el pelito muy cortito, muy cortito,
yo, muy airosa, voy por la calle.
Todas:
Los zapatos muy chiquitos, muy chiquitos;
las medias finas a lo Rebeca,
las muchachas taquimecas, mecas, mecas,
son la admiración
de los chicos ¡cañón!
Taquimeca 1:
A un frutal
le dije ayer jovial:
¡Qué brutal! ¡Guayabo, estás mollar!
Me miró, y al cabo me objetó:
¡Qué pochez! ¡Eres una idiotez!
Todas:
Tú a mi me gustas la mar.
Pollos:
La mar, la mar, la mar, la mar.
Todas:
Y lo repito en francés.
Pollos:
Le mer, le mer, le mer, le mer.
Taquimeca 1:
Quiero
que mi novio sea portero
de un equipo de fútbol.
Y si es boxeador,
grogui ha de quedar
al lograr mi amor.
Todas:
Quiero
que mi novio, etc., etc.
La mejor del puerto (1928)
Texto: Luis Fernández de Sevilla y Anselmo Cuadrado Carrero
Chotis de los marineros
Intérprete: Lino Rodríguez
Salvador:
Garboso, grasioso,
hay que marchá;
a vese lo piese,
sin levantá.
Der paso los braso
son er timón,
y luego la vuerta
se da sobre un tacón.
Imitar mis movimientos
con salero y distinsión,
que tenei una asaura
que es más grande que Londón.
Marineros:
Gravoso, grasoso,
cañí, caray.
Salego, toguego,
mi tía, ¡old ray!
Moviendo los braso
así gud bay,
y luego se gira
¡old ray!
Mí, tener tipo de gachó,
gaché o quizás gachí,
y al andar ser barbo,
barbé, o bien digo barbí.
¡Old ray, qué macarenó
mamá a la luz me dio!
La gente dice al verme: no es inglés, es chulón.
¡Yes, yes!
Salvador:
Garboso, grasioso,
hay que marchá;
a vese lo piese,
sin levantá.
Der paso los braso
son er timón,
y luego la vuerta
se da sobre un tacón.
Marineros:
Gravoso, grasoso,
cañí, caray.
Salego, toguego,
mi tía, ¡old ray!
Moviendo los braso
así gud bay,
y luego se gira
¡old ray!
Salvador:
¡Tu cuerpo gitano! ¡Serrano!
Marineros:
¡Old ray!
Las lloronas (1928)
Texto: Joaquín Vela y José López Campúa
Intérpretes: Celia Gámez, Faustino Bretaño
Hércules:
Tengo un truco que es fetén
pa domar las hembras bien,
y a mi nombre ya lo lo he patentao.
Pa tenerlas cautivás
se las suelta dos morrás
que las deje en seguida nocao.
Agripina:
No amenaces, so chulón,
que me da la conmoción.
Si me miras así, criminal.
Hércules:
¡Amos, anda!
¡Amos, anda!
¡No te pongas en actriz a lo Rambal! (bailan)
¿Me vas a permitir,
que quiero registrar? (se aprovecha)
Agripina:
Pareces de la aduana
que hay en Gibraltar.
Hércules:
¡Mia que te atizo!
Agripina:
¡Por Dios, Lacuerda, no me trates tan remal!
Hércules:
¡Mia que te doy!
Agripina:
Porque los ojos se me nublan al llorar.
Hércules:
¡Ahí te va;
ahí te va ese directo, so negra!
¡Ten cuidao,
ponte en guardia que yo pido guerra!
¡De esta lucha, de seguro,
voy a ser el vencedor!
Agripina:
¡Qué placer
debe ser
pegarse un palizón!
Hércules:
¡Me va a hacertrabajar
más que en la estación!
Las cariñosas (1928)
Texto: Francisco Lozano y Enrique Arroyo
Chotis de la Lola
Intérprete: La Argentinita
La Lola:
Un mantón me he comprao
con algún dinero que tenía ahorrao
y en él lo he gastao.
Un mantón alfombrao
que a una cigarrera va que ni pintao
y eso está probao.
Y el mantón alfombrao
sabe Dios las cosas que me habrá tapao
y aún ha de tapar.
Que en mi barrio, ¡ay de mí!
todas las cotillas dan en murmurar
y cantar así:
«La Lola,
dicen que no duerme sola,
porque han visto a un mozalbete
que la rondan por las noches
y no ven dónde se mete.
La Lola,
en las batas gasta cola
y camisa de farola de las de tira bordá;
la camisa de la Lola
quién no la conocerá.»
Pues anda tú caliente
y déjalas en paz,
porque siempre es la gente
bastante lenguaráz.
Hazlo tóo bien tapao
con mantón alfombrao.
La suerte negra (1928)
Texto: J. Muñoz Román y D. Serrano
Pasacalle de los mantones
Intérpretes: Cándida Suárez
Sole:
Con donaire y alegría,
gallardía,
garbo y sal,
resplandece por la calle
este talle,
tan juncal.
De los pies a la cabeza
soy chulapa porque sí,
pregonando la majeza
sin igual de mi Madrid.
Mi cuerpo retrechero
va así ceñido
con este sol florido
que es el mantón,
y él solo va diciendo
por lo que siente
que es una copla ardiente
su corazón.
Todas:
Mi cuerpo retrechero
va así ceñido…
Sole:
La sangre de mis venas,
que es española,
con fuego de manola,
sol y carmín
arde al ver los caireles
de los toreros,
y al oír que a tragedia
suena el clarín,
con las brasas de mis ojos
fijas en el redondel
de mi pecho al ruedo arrojo
toda mi alma en un clavel.
Todas:
Ay, chulapa
madrileña
la más guapa,
la mujer
de los ojos encendidos
por el fuego del querer.
Sole:
Cuerpo ceñido
por la caricia
del sol florido
que es el mantón,
él va diciendo,
porque lo siente,
que es copla ardiente
su corazón.
Todas:
Cuerpo ceñido
por la caricia…
Las verbeneras (1928)
Texto: Emilio González del Castillo y Anita Prieto.
Chotis catalán
Cándida:
Si piensa usted bailar
en los salones el chotis
perfumaré al entrar
para que huela a myosotis
y a la mujer
no ha de ceñir
que puede ser
si la ciñese
que tuviese
que sentir.
Bonito:
En cambio si es que va a bailar
en una verbena
si no la ciñe bien
pues sí que la hizo usted buena
porque dirán
y con razón
que usted se olvida
de la compenetración.
Mirón:
El primer momento vacha,
porque es costumbre
de la bona sosielat
en San Feliú de Llobregat.
Bonito:
¿En Llobregat?
Mirón:
Y hasta en Olot,
y mes pegats que un sina
pisme higolot.
Pura:
El chotis bailan en el Ritz
muchachos muy finos,
aunque a mí me hace más feliz
en Cuatro Caminos.
Pura y Bonito:
¡Vayan con Dios!
¡Eso es saber!
Entre los dos
no tiene sitio
un alfiler.
Los cuatro:
El chotis de verdad
exige seriedad.
Cándida:
Y el que sale a bailar el foxtrote
pue decirse que es un monigote.
Los cuatro:
El schotis es inglés,
aunque otra cosa crees.
Ande miss gut monis.
Esos pies al revés,
un, dos, tres,
in inglis man
guis yes, yes.
Bonito:
Mi madre.
Mirón:
Guin lladre.
Los cuatro:
No hay un inglés
que de en el quid
porque de eso
se doctora uno en Madrid.
Las verbeneras (1928)
Texto: Emilio González del Castillo y Anita Prieto.
Canción de la verbena
Yo salí del taller,
a mi lado se acercó;
me miró, sonreí
sin querer, ¡soy así!
¡qué iba a hacer!
Por la acera
eché a correr,
y él pegao
detrás de mí.
Fue y me habló,
yo le oí, le creí,
¡todo fue sin querer!
«Negra guapa» – me decía
«vamos juntos de verbena»
no te niegues, vida mía».
Y nos fuimos, qué iba a hacer
y sus besos sentí arder
en el baile junto a mí y le huí…
Soy mujer, y volví y cedí,
sin querer.
«¿Me quieres?» – me dijo
así al volver –
«Chiquilla chamberilera
si pasas por esta calle
te pasas a la otra acera,
que estoy celoso
de tu gracioso mantón
de talle.
¡No vayas a la verbena!
chiquilla de mis amores,
no vayas que me da pena,
que cuando pasas se vuelven
todos a echarte flores.
Toda mi ansia de mujer
puse yo en aquel traidor,
sin temor, sin saber,
y lloré de dolor por querer,
se marchó y no ha de volver,
me decían sin cesar.
Pero yo, ¿qué iba a hacer?
¿Cómo lo iba a creer?
¡Vuelve, vuelve!, repetía
pronto llega la verbena
Fue tan grande mi alegria,
que esta pena no pue ser.
La verbena al fin llegó,
su sonar alegre oí, y volvió,
lo que a mí me cegó.
¡Todo, sí, pero él no!
¡Verbena! y así lloraba yo:
«Chiquilla chamberilera
ya no pasa él por tu calle
que cruza por la otra acera
porque no quiere ver
tu gracioso mantón
de talle.
¡No vayas a la verbena!
con uno que luego olvida,
que cuesta llorar de pena
y la amargura después,
te dura pa toa la vida.
Las verbeneras (1928)
Texto: Emilio González del Castillo y Anita Prieto.
Chotis de la verbenera
La comba:
Arrímese pa que la ciña un poco más
que ya ve usté que yo en el Schotis soy un as,
y ahí hay gachís que por bailar lo que usté ve
van a Larisa a que me escriba Poncaré.
Cándida:
Haga el favor de no apretar y no ceñir,
que da calor y que me voy a derretir.
Yo no sé más que dar morrás
pues soy el as las patás y bofetás.
Remedios:
Me tienes loca,
ya seguro que mi boca
es pa ti.
Calvillo:
¡Qué loca está! ¡Pobre de mí!
Cándida, Remedios y La joven:
Pa los quereres qué barrio los prefieres.
La Comba, Calvillo y Sindeticón:
¡Yo las mujeres de Chamberí!
Candela, Remedios y La joven:
Qué ladrón que modo de adular,
no sea guasón, lléveme a un banco a descansar.
La Comba, Calvillo y Sindeticón:
La ocasión debe aprovechar,
eres jamón, eres bestial.
Todos:
Todos me llaman verbenera
pero tienen razón
pues el schotís
es mi afición,
y hoy suena el baile
más chulón
que en la verbena
se quedó mi corazón.
El ceñidor de Diana (1929)
Texto: Antonio Paso Cano y Ricardo González del Toro
Las castañas – TONADILLA
Intérprete: Olvido Rodríguez
Director: Francisco Alonso. Orquesta Demon’s Jazz
Castaña:
Con este traje fresquísimo,
que es de lo más modernísimo,
sigo siendo lo que era,
la castiza, castañera.
Y en la esquina de esta calle
me pueden ver sin faltar,
que me estoy quedando afónica —afónica, afónica—
de pregonar:
Castañas, calentitas,
quien las quiere, recién tostás,
pruébelas usted que le gustarán.
Castañas:
Castañas, calentitas,
llévelas, yo las tengo asás,
yo las doy mondás, y yo regalás.
No hay nadie que no disponga
de un puerto para castañas,
y al que le salen pilonga
no quiere más.
Castañas, calentitas,
llévelas, que las probará,
y repetirá por seguridad.
Castaña:
Yo tengo un novio guapísimo,
que es la mar de celosísimo,
y que no sabe, el muy pillo,
separarse de mi hornillo.
Y si acaso un parroquiano
me echa un piropo al comprar,
para que no arme un escándalo —escándalo, escándalo—
vuelvo a gritar:
Castañas, calentitas,
quien las quiere, recién tostás,
pruébelas usted que le gustarán.
Castañas:
Castañas, calentitas,
llévelas, yo las tengo asás,
yo las doy mondás, y yo regalás.
El ceñidor de Diana (1929)
Texto: Antonio Paso Cano y Ricardo González del Toro
Chotis
Intérprete: Orquesta Odeón
Milagros:
Y a usté quien le ha llamado
o qué es lo que reclama.
Cova:
Y quién es esta dama
si es que se pué saber.
Gabina y Castora:
A usté le han engañado
o le han equivocado
y por donde ha llegado
se puede usté volver.
Diana:
Yo estoy muy por encima
de todas esas cosas
y valgo más que vale
cualquier otra mujer.
Milagros:
¿Será la Colombine?
Cova:
¿Quizá sea la Raquel?
Diana:
Yo soy la que no pueden
ustedes suponer.
Serapio, Perico y Custodio:
Nosotros lo que vemos
que es usté una gran mujer.
Milagros:
Pues si viene buscando a Beniro
desde ahora le advierto
que es cosa perdida
que a Benito yo le necesito
y yo por Benito
me juego la vida,
porque tiene una cosa en la cara
que la sangre en el cuerpo se para.
Diana:
Si quisiera rendir a ese hombre
con sólo mirarlo
mi esclavo sería,
que la luz que despiden mis ojos
si en él los fijara
no la resistía,
pues mi encanto ninguna atesora.
Milagros:
Que postín que se da esta señora.
Diana:
Tengo fama de ser muy hermosa,
lo dice mi cara
y mi cuerpo divino de diosa.
Serapio:
Jesús y qué socia
que modo de hablar.
Milagros:
¡Dejadme que ahora la voy a callar!
Cova:
Pero ¿qué vas a hacer?
Milagros:
Obsequiarla con una miaja de gracia y chulería.
SCHOTTIS
Si me pongo un mantón de crespón
y la miro a usté después de través
la estropeo a usté el peinao
aunque lo hayan ondulao
en el Palas o en Pagés,
que ya es.
Diana:
Todo eso del mantón de crespón
y mirarme a usté después de través
ni me asusta ni me altera
porque puedo cuando quiera
cambiar todo del revés,
mi boca
si a otra boca se acercara
en los labios la dejara
de las mieles el dulzor.
¡Mis ojos!
Si de amor se adormecieran
en los hombres encendieran
las hogueras del amor.
Custodio:
¡Vaya mujer!
Perico:
¡Está jamón!
Serapio:
¡Está pa dar un torozón!
Gabina, Castora, Cova, Perico, Serapio y Custodio:
Si se empeña una mujer
en poner,
su capricho y voluntá
de verdad,
en un hombre que la place
su deseo satisface
aunque pierda la equidad
al final
ya estarían esos dos
como hay Dios
si no fueran tan peinás
y ondulás,
arrancándose los pelos
y andarían por los suelos
los abuelos y algo más.
Diana y Milagros:
Si me empeño ya
se convencerá
que usté no es
para mí rival
y es que de ese hombre
no se debe usté acordar
pues su querer
para mí será
y yo no le tengo
que decir más.
(Es mío, le quiero na más)
Por si las moscas (1929)
Texto: Joaquín Vela y José López Campúa
Madrileña pinturera – PASODOBLE
Intérprete: Celia Gámez
Asegurada 1:
Nuestras pantorrillas, ¡jamón!
hay que asegurar, señor;
fíjese qué arranque se ve,
mire usted el final.
Riesgo:
¡Mon Dié!
Aseguradas:
¡Vaya un nacimiento fetén!
¡Mírelo usted bien!
¡Me lo va a comprar el «Madrid-París»
para Navidad!
Asegurada 1:
Yo nunca escucho el piropo
que me dice un guayabito.
Me gusta un hombre de veras
que me diga muy bajito:
Madrileña de ojos negros,
madrileña pinturera,
asegura bien tu cara,
porque el hombre que te quiera
si te mira es una fiera
que no puede dominar
su afán ardiente de besar.
Aseguradas:
Madrileña pinturera,
si tu amor yo consiguiera
me tendré que asegurar,
que estoy ya preso en tu mirar.
Asegurada 1:
Estas caras guapas también
quiero asegurar, muy bien;
¡dígame que prima por mí
debo de pagar¡
Riesgo:
iDiez mil!
Aseguradas:
¡Es usted pidiendo parné
la exageración!
¡Esto cuesta más
que ir a visitar
una exposición!
Asegurada1:
¡Los hombres me piropean
al mirar mis veinte abriles!
y tengo la cárcel llena
de peones de albañiles.
¡Madrileña de ojos negros… etc., etc.
Aseguradas
Madrileña pinturera…etc.,etc.
Por si las moscas (1929)
Texto: Joaquín Vela y José López Campúa
Chotis de La Manuela
Intérprete: Celia Gámez
Manuela:
De la pantalla soy ferviente admiradora
y estoy pendiente de Holivó a toda hora.
Yo por Charlot me dejo seducir,
pues me hace reír.
Me vuelven loca Clara Bow y la del Río;
Ramón Novarro, que en los besos es un tío,
y Douglas es un hombre cañón:
¡vaya gachó que está jamón
pa un tropezón!
Planchadoras:
Con Tom Mix, con Charlot, con Raquel.
¡Ay Manuela te vas a arruinar!
Manuela:
¡Natural!
Planchadoras:
Anda y deja de tanto soñar
que es mejor el taller de planchar.
Manuela:
Tienes, Manuela,
desatendida toda la clientela,
que es mucha tela
la que en el cine gasta la Manuela.
Anda, Manuela,
dedícate a lo mismo que tu abuela
a planchar…
y así no me dirán,
llamándome gili
que soy la Greta Garbo en Chamberí.
¡Timos a mí!
Planchadoras:
Tienes, Manuela, etc…
Manuela:
Y así no me dirán
en todo Chamberí
que soy gilí
Las guapas (1930)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Chotis del teléfono
Intérpretes: Celia Gámez y Lino Rodríguez
Apolinar: ¿Quién me requiere cerca del auricular?
Florinda: Una mujer que de un amigo le va a hablar.
Apolinar: Dígame usté quién ese interfecto…
Florinda: Es un muchacho con un defecto.
Apolinar: ¿Y yo qué pito toco en esta novedá?
Florinda: Que, en breves días, como yerno lo tendrá.
Apolinar: Si es del Barón, detalle pronto, por favor.
Florinda: Es que el detalle, es lo peor.
Apolinar: Diga si ha cometido alguna falta.
Florinda: ¡Claro! Y es una falta… que resalta.
Apolinar: ¡Oiga! ¿Por qué conducto lo ha sabido?
Florinda: Piense que el preguntarlo es atrevido.
Apolinar: Todo si se usa mucho desmerece.
Florinda: Bueno, si alguna cosa se le ofrece llame al siete nueve cero trece y contestaré.
Apolinar: iOiga, jovencita, no me cuelgue usté!
Florinda: El señor Barón no podrá querer…
el señor Barón nunca a su mujer…
Apolinar: ¿Y si llega al himeneo cómo quedará el Barón?
Florinda: Pues el señor Barón… idormido como un lirón!
A ésa locura de su chica, opóngase.
Apolinar: Como se empeñe le sacudo un puntapié.
Florinda: ¿Y si se obstina en ser la esposa del Barón?
Apolinar: ¡Si lo hace así, lo que se lleva es un capón!
¿Eh? ¿Qué ruido es este?… ¡Hable más alto! ¡No oigo nada!
Florinda: ¡No podrá querer nunca a su mujer!
Apolinar: ¡Pues entonces sólo sirve pa guardián en un harén!
Florinda: (Aparte.)¡Lo creyó!…
Apolinar: ¡Adiós!
Florinda: ¡Que lo pase bien!
Me acuesto a las ocho (1930)
Texto: Joaquín Vela y José López Campúa.
El chotis de Popelín
Intérpretes: Celia Gámez, Cora Gámez, Faustino Bretaño y segundas tiples
Popelín:
Esta «tualé»
ceñirá la cadera
de forma y manera
que no necesita corsé.
Ellas:
¡Qué grande es usted!
Popelín:
Un alfiler
necesita el costado,
pues yo aquí he notado
que surge una gran morbidez.
Ellas:
¡Es una «pochez»!
La confección
del vestido resulta ideal
y no tiene, sin duda, rival
ni en París ni en London.
Popelín:
Esto es muy «chic»
si se luce de ñocbe en el Ritz
y tampoco desdice si van
a Camorra o a Casa de Juan.
¡El vestido resulta gracioso y barbián!
Venus:
Tenga cuidao
porque es muy peligroso
que esté tan nervioso
y me baya pinchao.
Popelín:
Pues no lo he notao.
Angelina:
Tiene que ver
que en la parte de alante
le sobra un colgante
y debe al instante coger.
Popelín:
Pues hay que meter.
Ellas:
Esta «tualé» de Popelín
me gusta más que de Paquín.
Popelín:
Esta creación de mi invención
convertirá cualquier «gachí»
en chula bien de Chamberí.
Ellas:
Castigador, castigador
galante y arrebatador;
yo quiero estar, castigador,
sirviendo siempre a mi «tailor».
Popelín:
¡Están las dos jamón!
¡San Antonio, por Dios,
que esto es la tentación!
Ellas:
Pues no hay que exagerar
porque sabes que a mí
tú me puedes probar.
Modelos:
Castigador, castigador
galante y arrebatador;
yo quiero estár, castigador,
sirviendo siempre a mi «tailor».
¡Ay Popelín,
serás
el modisto de más postín
y el as!
Castigador, fascinador
me estoy muriendo por tu amor.
¡Que grande es usted!
Popelín:
¡Sois una pochez!
Ellas:
Pruébame tú,
ven Popelín,
que junto a tí
yo soy feliz.
Todos:
Castigador, castigador
etc., etc., etc.
La princesa tarambana (1931)
Texto: carlos Arniches y J. Abati
Con un mantón terciao
Pirandón:
Allá en Madrí,
me voy pa Chamberí
a la Hermés
y soy quien manda allí.
Me tomo tres de ajén
o anís
y, al darle vueltas al manubrio
y al chotís.
Dolores:
Muévase más,
no se eche atrás
no sea pasmao.
Pirandón:
A esta le doy
en cuatro patás
en un costao.
Dolores:
Me fatigó
tanto bailar
para volver
quiero tomar
un Pamidolet
o un Vrolet
o Dión Britón.
Pirandón:
Si se pone a pedir
va a costarme un riñón.
Dolores:
¿Lo tendré?
Pirandón:
¡Ni qué hablar!
Pero diga
si vive muy lejos
pa ya calcular.
Dolores:
Vivo en la calle
del Calvario 27
duplicao,
donde de ofrezco
un rinconcito
chiquitito y reservao.
Pirandón:
Calle, que yo creo
que ya me la han presentao.
Calle, que en el baile
del domingo antipasao.
Dolores:
Calle, si es caye Cayetano
que hace un mes no se ha afeitao.
¡Tengo una sed!
Lléveme usté al ambigú…
Pirandón:
Si te es igual
es natural
que hables de tú.
Dolores:
Me da rubor,
por esta vez.
Pirandón:
Pues yo no vi
tu timidez…
Vamos al bar
a refrescar
que hoy pago yo.
Dolores:
Y después le daré
la patá de Charlot.
Conjunto:
Vive en la calle
del Calvario 27
duplicao.
Donde le ofrece
un rinconcito
chiquitito
y reservao.
Calle que yo creo
que ya se la han presentao.
Calle fue en el baile
del domingo antipasao.
Dolores:
Calle, si es caye Cayetano
que hace un mes no se ha afeitao.
Las leandras (1931)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Schotis del Pichi
Intérprete: Celia Gámez
Dirige Indalecio Cisneros
Pichi:
Pichi
es el chulo que castiga
del Portillo a la Arganzuela,
porque no hay una chicuela
que no quiera ser amiga
de un seguro servidor…
¡Pichi!,
pero yo que me administro,
cuando alguna se me cuela,
como no suelte la tela,
dos morrás la suministro;
que atizándolas candela
yo soy un flagelador.
Chulas:
Pichi
es el chulo que castiga
del Portillo a la Arganzuela,
y es que no hay una chicuela
que no quiera ser su amiga
porque es un flagelador…
Pichi:
¡Pichi!!
No reparo en sacrificios:
las educo y estructuro
y las saco luego un duro
pa gastármelo en mis vicios,
y quedar como un señor.
Chulas:
Me has trastornao.
¡Eres un sol!
Pónme un chalet,
dame un Renard,
cómprame un Rolls.
Pichi:
Anda, y que te ondulen con la «permanén»,
y pa suavizarte que te den «col-crem».
Se lo pués pedir a Victoria Kent,
que lo que es a mí, no ha nacido quien.
Anda, y que te ondulen con la «permanén»,
y si te sofocas ¡tómalo con seltz!
Chulas:
Eres, Pichi, para mí
de lo que no cabe más,
y yo sé de algunas por ahí
que van desesperás
detrás de ti.
Pichi:
Pero, a mí, no;
porque ¡de nén!
¡Bueno soy yo!
Chulas:
Anda, y que te ondulen con la «permanén»,
y pa suavizarte que te den «col-crem».
Se lo iré a pedir a Victoria Kent.
Pichi:
Que lo que es a mí,
no ha nacido quién.
Chulas:
Anda y que te ondulen con la «permanén»,
y si te sofocas, ¡tómalo con zeltz!
Las leandras (1931)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
La mujer del Pichi
Intérprete: Celia Gámez
Dirige Indalecio Cisneros
Yo señores, soy la Nati,
la señora de ese Pichi
tan nombrao,
que avalora Las leandras,
la revista que más éxito
ha lograo.
Desde la niña gilí,
a la señora jamón
no hay en Madrid un socia
que no esté mochales
por ese ladrón.
Y andan tan locas por él
que me lo tienen copao,
y hace lo menos tres meses
que el muy sinvergüenza
ni un beso me ha dao.
¡Sí, señora! ¡Sí, señora!
Que se ha vuelto para mí
muy descastao.
¡Y yo nunca! ¡Y yo nunca!
Ni siquiera cuando sueño
le he faltao.
Pa que no haga mal papel
y que luego me repudie
por infiel.
Y a esto no hay derecho
por que mientras tanto
los celos me matan
y me ciega el llanto.
¡Ése es mi marío!
¡Ése Pichi es mío!
Y si me lo quitan
qué me va a quedar.
Yo sin él no vivo.
Yo sin él me muero
porque es muy gitano
y muy zaragatero,
y le pido a todas,
que ya me lo den
porque sin mi Pichi
no me encuentro bien.
¡Pichi!
¡Ven que yo te quiero tanto!
Que sin ti yo no me puedo
consolar de tu desdén,
porque sin mi Pichi
no me encuentro bien.
Descargar partitura de orquesta
Las leandras (1931)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Los nardos PASACALLE
Intérprete: Nati Mistral
Aurelia:
Por la calle de Alcalá
con la falda almidoná
y los nardos apoyaos en la cadera,
la florista viene y va
y sonríe descará
por la acera de la calle de Alcalá.
Y el gomoso que la ve
va y le dice: Venga usté
a ponerme en la solapa lo que quiera,
que la flor que usté me da
con envidia la verá
todo el mundo por la calle de Alcalá.
Aurelia:
Lleve usté nardos, caballero,
si es que quiere a una mujer…
Nardos… No cuestan dinero
y son lo primero para convencer…
Llévelos, y si se decide
no me moveré de aquí.
Luego… si alguien se los pide,
nunca se le olvide
que yo se los di.
Tiples:
Una vara de nardos
al que quiera saber
si será por fin dueño
de un querer de mujer.
Aurelia:
Llévelos usté,
no lo piense más;
mire que en amor
suerte le han de dar.
Tiples:
Lleve usté nardos, caballero,
si es que quiere a una mujer…
Nardos… no cuestan dinero
y son lo primero para convencer.
Tiples:
Por la calle de Alcalá
con la falda almidoná etc., etc.
Aurelia:
Nardos… Si alguien se los pide,
nunca se le olvide que yo se los di.
Las leandras (1931)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Dile al gomoso – Habanera
Intérprete: Delia Rubens (Aurelia) y Tino Moro (Paco)
Paco:
Dile al gomoso,
si te hace el oso,
que se cerró el portal;
y que al instante
tome el portante,
o va a pasarlo mal.
Aurelia:
Es que venía
por si tenía
varas de dos un real…
Paco:
Si es que ése toma varas,
las cosas claras,
ya me es igual.
Aurelia:
Paco, contente,
que pasa gente
y ése es un tío gilí.
Paco:
Yo vengo por diez duros.
Aurelia:
Yo no los tengo
y estoy ahogada de apuros.
Paco:
Pues tú componte,
saca del Monte
o busca por ahí.
Aurelia:
Lo que del Monte saco
ya sabes Paco
que es para ti.
Paco:
¡Vengan esos diez,
o te doy así!
Aurelia:
Dime primero
con el dinero
qué es lo que vas a hacer.
Paco:
Mira que sois las mujeres,
di lo que quieres
y eso ha de ser.
Aurelia:
Llévame a la verbena de San Antonio,
que por ser la primera no hay que faltar.
Juntos, que parezcamos un matrimonio,
no haga el demonio
que una chulapa me amargue el día de San Antonio,
porque le guste coquetear.
Paco:
¡Arza ‘pa la verbena de San Antonio,
que tóos los bailes quiero contigo echar!
Aurelia:
Llévame del bracero, chulapo mío,
pues yendo suelto yo no me fío
si entre el gentío
te perderás.
Paco:
¡Arrímate!
Aurelia:
Voy bien así.
Paco:
¡Más apretao me gusta a mí!
La castañuela (1931)
Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Bolero
Intérprete: Antonia Muñoz (Casta). Dirige Maestro Acevedo
Castañuela:
Pregunto muy quedito a mi corazón,
si es que le quiero…
Sueño embustero,
¡huye, vaya, quítate!,
que quiero a mi chispero,
y jamás le olvidaré,
¡no, no, no, no, no, no, no, no le olvidaré!..
¡Vete ya! ¡Déjame!
No fue su gallardía lo que me rindió,
ni su bravura…
Honda amargura,
¡huye, vaya, déjame!,
Ha sido una locura
que mañana olvidaré,
¡No, no, no, no, no, no, no la recordaré!…
¡Vete ya! ¡Déjame!
Mañana su recuerdo se me borrará
con la alegría…
¡Ay, pena mía,
Huye, vaya, déjame!…
Adiós sueño de un día,
nunca te recordaré…
¡no, no, no, no, no, no,
no te recordaré!…
¡Vete ya! ¡Déjame!
¡Ay, malhaya mis ojos
que le miraron!
¡ay, malhaya los suyos
que me engañaron!…
Olvidar quiero ahora
la pena mía…
¡Venga alegría!
¡Venga alegría!
Olvidar quiero ahora
la pena mía!…
¡Venga alegría!
¡Venga alegría!
Sueño de un día,
que amor mentía…
¡ah, huye, vaya, quítate!
¡Reír, y no soñar!
¿Qué pasa en Cádiz? (1932)
Texto: Joaquín Vela y José López Campúa.
Las chulas del porvenir
Intérprete: Celia Gámez
Tiple:
La chulapa del siglo pasao
se ha educao,
y los timos que fama le han dao,
ha olvidao.
Hoy chamulla un lenguaje finolis
y estudia el hebreo
el griego, el caldeo
y por lo que veo
la chula que es fina
las lenguas domina.
Todas:
¡Gui, mesié!
Tiple:
A mi novio le digo mai low
y al gachó
le entusiasma la mar ser un bon
gigoló.
Ya no bailo el chotis en la Bombi,
porque eso está feo
y pa mi recreo
voy al Ateneo
y, en vez de un quincito, me tomo un coctel.
Ya el manubrio no suena
pues pa mí es más amena
hoy la televisión.
Y en los días de asueto
me he leído completo
a Ventura y Gassols,
aunque no lo entendí ni pa Dios.
Todas:
A mi novio le digo mai low
y al gachó…
Tiple:
Soy la chula bien
que va a Pidux
y toma pipermin.
Soy la chula bien
y no hay manús
que me castigue aunque resulte un jabalí.
Pa que un gachó
me guste a mí
tié que saber latín,
y ha de disponer
de más alhajas que Ansorena puá tener.
Mi costilla es un hueso (1932)
Joaquín Vela y Enrique Sierra
Chotis de Nicéfaro
Intérpretes: Miguel Ligero y Amparo Miguel Ángel
Alejo:
Fue en la piscina del Manzanares
donde una tarde me la encontré,
estaba fresca como una dalia
y yo, al mirarla, la enajené.
Me entusiasmaron en la piscina
tus filigranas de natación,
y yo, al decirte: «¡sirena mía!»,
me contestaste: «¡qué boquerón!».
Nicéforo:
¡Qué mejillón!
¡Qué calamar!
¡Qué tiburón!
Susana:
Aquella tarde de la piscina
me subyugaste ná más llegar,
y me recuerdo que por mirarte
estuve a punto de naufragar.
Mientras nadaba de costadillo
tú mis encantos pudiste ver,
mis morbideces te entusiasmaron
y vas por ellas a fenecer.
Nicéforo:
A Nicéforo Mejía
no hay quien se la pueda dar,
y me escama entre casados
ese modo de achuchar.
Alejo:
¡Nicéforo! ¡Nicéforo!
¿Qué es lo que te habías pensao?
¡Nicéforo! ¡Nicéforo!
¿Qué no estábamos casaos?
Susana:
Si usted me ve,
como él me vio,
sin más tualé
que mi mallot,
se casa por teléfono.
Alejo:
¡Nicéforo! ¡Nicéforo!
Susana y Alejo:
¿Qué es lo que te habías pensao?
¡Aún no estamos divorciaos!
Susana:
Si usted me ve,
como él me vio, etc., etc.
Mi costilla es un hueso (1932)
Joaquín Vela y Enrique Sierra
Las mañanas del Retiro – BOLERO
Intérpretes: Amparo Miguel Angel, Vicente Simón. Grabado en Barcelona en 1932.
Estudiante:
Chiquilla,
mi garbosa modistilla,
la que pisa con salero,
yo en tus ojos solo quiero
sin los libros el amor estudiar.
Modistilla:
Chiquillo,
embustero estudiantillo,
no me pidas que te quiera
porque luego, como todos,
cuando acabes la carrera
me querrás abandonar.
Estudiante:
Modistilla madrileña gentil,
capullito tempranero de abril,
pajarito mañanero,
tu piquito zalamero
es tan solo mi deseo conseguir.
Modistilla:
Estudiante madrileño verás
como siempre mi cariño tendrás,
mas no olvides que al quererte
como quieren en Madrid…,
¡si me engañas yo te juro
que te acuerdas tú de mí!
Los dos:
¿Por qué he/ha de mentir,
si a mis/sus labios asomó el corazón?
¿Por qué he/ha de mentir,
si te/me quiero/e con pasión?
Las de Villadiego (1933)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Tabaco y cerillas – Chotis de La Colasa
Intérprete: Sélica Pérez Carpio
Colasa:
La Colasa de la calle del Bastero
tié un negocio que por nada lo traspasa;
los golfillos lleva siempre al retortero
porque son de los que buscan la fusión.
La Colasa cuando alguno se propasa,
y pretende introducirse en el negocio,
un plantón con mucha guasa le da al socio
la Colasa del Pavón.
Golfillos:
Eres más chula que un ocho,
tienes más humos que el tren.
Colasa:
Pa fumar de mi tabaco
hay que ser un pollo bien.
Golfillos:
Los que se fuman lo tuyo
ya sé que son de postín.
Colasa:
Lo decís con retintín,
¡maldita siá…!
Pero a mí, plim,
plim, plim.
Golfillos:
La Colasa cuando alguno se propasa,
etc., etc.
Colasa:
¡Ande usté a su casa!
¡Váyase de aquí…!
Y con guasa a tóo el que pasa
la Colasa dice así:
¡Tabaco y cerillas!
¡Aquí no hay colillas!
Si quiere fumar,
no debe dudar:
mi estanco está abierto
y puede usté entrar.
¡Tabaco y cerillas!
¡Y qué cajetillas!
Ya llevo dos horas
y aún no me estrené…
¡Tabaco y cerillas…!
Estréneme usté.
Las de Villadiego (1933)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Vente a la Plaza Mayor – HABANERA
Intérprete: Olvido Rodríguez y Antonio Martelo
Menegilda 1:
Los domingos que tengo salida,
friego yo con precipitación
Menegildas:
Tié razón, tié razón,
y de platos se rompe un montón.
Ella:
Y me pongo mis cuatro trapitos
y a la calle con el polisón.
Todas:
Polisón, polisón
que a los hombres les da el sofocón.
Ella:
Y con un militar muy garboso,
que hace tiempo está loco por mí
pa bajar a la fuente de la teja
con él de pareja
me cito yo aquí.

Quinto 1:
Menegilda de casa finolis
aquí está quien te tié trastorná
Quintos:
Aquí está, aquí está,
si ninguna le quiere se va.
Menegilda 1:
Has venido pa hacerte un retrato
y con guantes me gustas aún más.
Quinto 1:
Me los pongo por si es que bailamos
no mancharte la parte de atrás.
Menegilda:
Ca vez que me miras
me pongo gilí,
por eso ayer tarde
te dije yo así:
Vente a la Plaza Mayor
porque en la compra sisé,
y para lucirte tan guapo
yo a un baile chulapo
te convidaré.
Quinto 1:
Pues apoquina el parné
porque yo soy muy mirao.
Menegilda 1:
Quinto pelao,
pa que yo te lo de,
tiés que hacer lo que tengo pensao.
Todas:
Y pa lucirte tan guapo
yo a un baile chulapo
te convidaré.
Quintos:
Pues apoquina el parné
porque yo soy muy mirao.
Todas:
Quinto pelao,
pa que yo te lo de,
tiés que hacer lo que tengo pensao.
La llave (1933)
Texto: Joaquín Vela y Eusebio Sierra
El chotis de las nudistas
Intérpretes: Orquesta Viva Tonal. Dtor: Matro. Montorio
Ella:
Como hoy el mundo está
tan desquiciao,
los naturistas ya s’han
destapao,
y aquí me ties a mí
que estoy delante e ti
sin nada que me tape
lo que Dios me ha dao.
Él:
A mí me da rubor
andar así,
luciendo sin pudor
la rabadí
pues ya se ha comentao
que estoy muy mal formao
y todas las gachís
m´han despreciao.
Ella:
¡Pasmao!
Bailar con más elegancia
y a cierta distancia.
Con que además he notao
que te has encandilao.
Él:
No digas que estoy mal
de confección
pues no hay modelo igual
de perfección,
y tengo hasta un lunar
en la región lumbar
y alguna otra región
que te va a entusiasmar.
Ella:
Es que ties un pelo
pa una exposición.
Él:
Con lo que me sobra
ties pa un edredón.
Ella:
¡Ah! Sifredo,
tu figura causa miedo
y abrazarte yo no puedo
pues recuerdas mucho al oso.
¡Sifredo!
en la calle de Toledo
te señalan con el dedo
y te llaman el velloso.
¡Sifredo!
si deseas nuestro idilio
que te pode don Cecilio
y te quite el arbolao.
¡Si quieres postinear
te tienes que depilar.
Todas:
¡Sifredo!
tu figura causa miedo
y abrazarte yo no puedo
pues recuerdas mucho al oso.
¡Sifredo!
en la calle de Toledo
te señalan con el dedo
y te llaman el velloso.
Ella:
Si deseas un idilio
que te pode don Cecilio
y te quite el arbolao.
Él:
¡Adornos así, mujer,
los tiene hasta Chevalier!
Descargar partitura
Descargar partitura para sexteto
La Carmañola (1933)
Texto: Luis Fernández Ardavín
Madrileña graciosa – BOLERO
Intérprete: Laura Nieto
Teresa:
Madrileña que vistes
falda y bolero,
en la gracia que pones
en tus andares,
vas prendiendo piropos
de tu chispero
junto a la riberita
del Manzanares.
Madrileña graciosa,
viva y morena,
que al mover los madroños
de tu mantilla
pasas como un suspiro
que el aire llena
y eres de Maravillas
la maravilla.
Alza bola bolera
¡vaya mujer!
Que es la más zalamera
de Lavapiés.
Madrileña graciosa
fina y menuda,
que una diosa parece
si está vestida,
y una maja de Goya
si está desnuda.
Porque nació en la fronda
de La Florida.
Madrileña arrogante
lindo palmito,
ramillete de albahaca
flor de azucena.
Dios bendiga, preciosa,
tu piececito
cuando vas por las noches
a la verbena
Alza bola bolera
¡vaya mujer!
Que es la más zalamera
de Lavapiés.
Tiples:
La española
trae a Francia su canción
de su tierra seductora
la alegría y el color.
Las mujeres bonitas (1933)
Texto: Antonio Paso (padre e hijo)
El clásico chotis
Intérprete: Amparo Taberner
La chula:
Me ha dicho un chulapón,
lapón, lapón, lapón,
«estás pa un atracón,
tracón, tacón, tracón»
y yo le le contestao
al muy desvenrgonzao
«atráquese, si puede,
de avellanas y torrao».
Y un viejo de Pidús,
Pidús, Pidús, Pidús,
amigo de Lerrús,
Lerrús, Lerrús, Lerrús,
también me dijo ayer
el muy sinvergonzón,
«a todo el que te mire,
voy a hacerle la obstrucción».
Ya murió aquella verbena
de la yerbabuena.
Ya no se luce el mantón
y se comen sangüis
y se bebe contró.
Chulas y chulos:
Marcándome el chotis
soy una cosa atroz
pues me han nombrado miss
de Torrejón de Ardoz.
Y cuando vengo aquí,
no es por el interés,
que a mí se me conquista
con un real de cacagüés.
Yo soy moderna
y tengo esplín,
aunque nací en Catrechemín.
La chula:
Yo castiza soy,
tan de Madrí,
que con los huevos fritos
mojo pirulí.
Y cuando quiero yo
cenar puré,
me mondo las patatas
con una chilé.
El charlestón
lo bailo bien,
pero sin ilusión,
porque pa mí,
no hay na mejor
que el clásico chotís.
Todos:
Yo castiza soy,
tan de Madrí,
que con los huevos fritos
mojo pirulí.
Y cuando quiero yo
cenar puré,
me mondo las patatas
con una chilé.
El charlestón
lo bailo bien,
pero sin ilusión,
La chula:
porque pa mí,
no hay na mejor
que el clásico chotís.
Mujeres de fuego (1935)
Texto: José Muñoz Román y Emilio González del Castillo
Chotis de La Calixta
Intérprete: Orquesta Casablanca
Calixta:
Soy la chula roja
como mi mantón
y armo donde llego
la revolución.
Chulas:
¡Y con mucha razón!
Calixta:
Nada de repartos
de la propiedad.
¡Que repartan los hombres yo pido
a ver si un marido
me llega a tocar!
Chulas:
Hay que implantar desde hoy mismo
en amor el comunismo.
Calixta:
Como me llamo Calixta
que lo implanto yo.
Chulas:
Nada de repartos
de la propiedad
que repartan los hombres yo pido
a ver si un marido
me llega a tocar.
Calixta:
Aunque sé que habrá envidiosas
que murmuren al pasar:
¡Anda Calixta, qué lista
fue al hacerse comunista en el amor!
Hoy va que chuta y disfruta,
por astuta, seis manús a cuál mejor.
Lista que fue la Calixta,
que es la chula con más vista de Madrí,
y, en la hora del reparto tanta maña
yo me di
que me tocaron los hombres a mí.
Chulas:
¡Anda Calixta, qué lista
fue al hacerse comunista en el amor!
Hoy va que chuta y disfruta,
por astuta, seis manús a cuál mejor.
Lista que fue la Calixta,
que es la chula con más vista de Madrí.
Calixta:
Y, en la hora del reparto tanta maña
yo me di
que me tocaron los hombres a mí.
Las de armas tomar (1935)
Texto: Antonio Paso (hijo) y Francisco Laygorri
Aquí hay tomate – Chotis
Intérpretes: Esperanza Arquero y Eloy Parra
Ubaldo:
¡Ay! qué perra vía,
siempre trabajando
aquí todo el día
al pie del tranvía,
cambiando y cambiando
y sin un real.
Tomasa:
¡Ay! qué perra vía,
no vendo un globito
y me desgañito
desde Atocha al Prao,
por lo que mi tripa
es otro globo desinflao.
Ubaldo:
Siempre frente al Banco
y pasando apuros
y no ver un duro
ni pintao.
Tomasa:
¿Qué hago yo por Madrid
si no vendo un tanto así?
Ubaldo:
La gilí.
Tomasa:
Lo que se pué vender
son las ganas de comer.
Ubaldo:
Esto está perdío,
esto está muy malo,
y en la prensa viene
que hacen falta palos
Pa que to se arregle.
Tomasa:
¡Tien razón!
Ubaldo:
¿Qué dice usted a esto,
qué dice La voz?
Tomasa:
Pues que aquí hay tomate,
un tomate atroz….
Aquí hay tomate,
lo estamos viendo
y los garbanzos
van subiendo.
Aquí no hay nada,
sólo hay discursos,
y toos estamos
sin recursos.
Ubaldo:
Aquí hay tomate,
dice El Heraldo
y me parece
que está acertao.
Tomasa:
Y usted qué dice,
señor Oñate.
Ubaldo:
Que aquí hay tomate
ya lo he notao.
Neptuno:
Aquí hay tomate,
señá Cibeles,
lo estoy leyendo
en los papeles.
Cibeles:
¿Que aquí hay tomate?:
pero a montones,
lo saben hasta
los leones.
Seminarista:
Que aquí hay tomate
dice El debate.
Guardia:
También lo pone
La Libertad.
Todos:
Aquí hay tomate
too el mundo dice
y si lo dicen
será verdad.
Aquí hay tomate
lo estamos viendo,
y los garbanzos
van subiendo.
Aquí no hay nada,
sólo hay discursos,
y toos estamos
sin recursos.
Tomasa:
Yo voy pa Ventas.
Ubaldo:
Yo pa Bilbao.
Pues vamos juntos
pa el mismo lao.
Todos:
Aquí hay tomate,
señor Oñate.
Ubaldo:
Arrea, ninchi,
que ya has cargao.
Me llaman la presumida (1935)
Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño
Una mujer madrileña – Chotis y pasodoble
Intérpretes: Angeles Gulín. Coro Cantores de Madrid. Orquesta Sinfónica. Director: Rafael Frühbeck de Burgos
Muchacho 1:
¿Es aquí donde trabaja
una modista marchosa?
Muchacho 2:
¿que por nombre tiene Gracia?
Muchacho 3:
¿Y es la gracia de Madrid?
Pepa:
Por ese nombre contesta
de este taller la encargada.
Lola:
Pero tengan cuidadito,
que no está pa recibir.
Muchacho 1:
¿Ustedes aquí qué buscan?
Muchacho 2:
Eso pregunto yo.
Muchacho 3:
A mí me ha citado ella.
Muchacho 1:
Ya mí.
Muchacho 2:
Y a un servidor.
Gracia:
Alto el carro, señores,
no vayan a volear,
que en el camino hay baches
y es peligroso andar.
Yo no he citado a nadie,
ni en el taller, ni aquí.
Ustedes han venido,
na más que porque sí.
Dejen ya la calle franca;
no molesten, ¡so pelmazos!,
que mis horas de visita
son más tarde y en mi barrio.
Quítense de mi presencia,
porque ya me estoy cansando.
¡Digo! ¡Vaya!
Con que pueden circular.
Ellos:
Quisiera yo tener
salero al por mayor,
y así pintarla mi querer
en una flor.
Lola y Pepa:
Ustés no pintan ná,
y lárguense de aquí,
que hay muchas puertas
que pintar en to Madrid.
Ellos:
Yo quisiera obedecerlas,
pero no me da la gana,
porque tengo la costumbre
de admirar las chicas guapas.
Pepa y Lola:
Pues nosotras las escoltas
las pagamos muy baratas.
¡Digo! ¡Vaya!
Que aún se puede presumir.
Gracia:
Una mujer madrileña,
con alma y con simpatía,
no debe hablar a los hombres
sin pasar la vicaria.
Con que vaya usté con …
Todos:
Una mujer madrileña,
cuando presume de guapa,
tiene que ser cariñosa,
y si es desdeñosa,
mejor que mejor.
Gracia:
Con que vaya usté con …
Una mujer madrileña,
cuando presume de guapa…
Todos:
Tiene que ser cariñosa.
Gracia:
Yo soy desdeñosa,
que es mucho mejor.
Me llaman la presumida (1935)
Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño
Madrileña graciosa
Intérpretes: Luis Sagi vela
Orquesta Sinfónica. Director: Rafael Frühbeck de Burgos
Paco:
No sé lo que me sujeta,
que quiero marcharme lejos,
y no me separo apenas
de lo que quiero olvidar.
Morena de mis achares,
que vas vendiendo alegría,
a mi vera vendrás algún día.
llorando de pena,
y entonces, morena,
te tiés que acordar,
que no fuiste buena.
Si pudiera convencerte,
modistilla postinera,
se acababa mi tormento,
y las dudas que ahora siento
se alejaban ya de mí.
Sin tu cariño no vivo,
porque soy de tu gracia cautivo,
y sólo quisiera tenerte a mi vera
y estar junto a ti, mujer retrechera.
Si llegara el día
que con ansia espero,
loco te diría,
lleno de ilusión:
Madrileña graciosa,
que en el alma te llevo;
en tus ojos me miro
y en tu garbo estoy preso.
Madrileña graciosa,
me tendrás que querer,
que si tú eres marchosa,
yo no soy el juguete
de ninguna mujer.
Yo quisiera dejarte
y no puedo marchar.
Sólo pienso en quererte
y en volver a soñar;
y te juro, si vuelves, al fin
te sabré conquistar.
Madrileña graciosa,
no te puedo olvidar.
Las tocas (1936)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Chotis de la gasolina
Intérpretes: Blanquita Suárez, Faustina Breteño, Lepe dirigidos por Francisco Alonso
Otro:
Qué le pasó
Ella:
Que en esta esquina
se me acabó
la gasolina
Él:
Ayudemé
que tengo prisa
Ella:
Yo iré entretanto
tocando el pito.
Otro:
Les pongo bien
de carburante.
Ella:
Pon diez de gas,
y habrá bastante.
Él:
¿Y dónde enchufo,
detrás o alante?
Otro:
Pa eso del gas
es por detrás.
Ella:
No te apures porque
el gas atrás
gasta menos
que un encendedor.
Otro:
Pero luego pedirás
que te empuje por favor.
Él:
Y si usted no quie empujarla
va y la empuja un servidor.
Ella:
Usté a callar
si más mandangas.
Él:
¿Y qué he de hacer?
Otro:
Meter la manga.
Ella:
Tié usté un oficio
que es una ganga.
Otro:
Y aún le verás
echando gas.
Chicas:
Date prisa
que el servicio
que en cerramos …
Él:
Es que tien un orificio
muy difícil de enchufar.
Ella:
Eche gasolina
pero de la fina,
que hay aquí un gachó
que no me ha visto correr
y quisiera yo
llevarle a todo meter.
Eche gasolina,
pero de la fina,
que hoy yo probaré
como se ensucia hasta allí
una chulona de
las de Madrid
Chicas:
Eche gasolina
pero de la fina,
que hoy va de
con un amigo detrás,
y si hay ocasión
esta es capaz de volcar.
Eche gasolina
pero de la fina,
que hoy…
….
una chulona
de las de Madrid.
Ella:
Pero, anda mi madre,
que esto no arranca.
Al Rasto anda…
Rosa la pantalonera (1939)
Texto: Pablo LLabrés y José López de Lerena.
El chotis de Miss Mateo
Francisco Alonso dirige a la Orquesta Sinfónica y Coros del Teatro Pavón y cantan Manuel Hernández, Pepita Huerta, Julio Nadal.
Lola:
Es en el chotis, el miss Mateo,
pues bailando va que da mareo.
Si es un baile ful, no veas;
cíñete con mí, y allá peli.
Mateo:
Si el bailar no da de acá, me amago,
pues si no hay de qué, ni sé ni trago.
En viendo a mi gachí, con aire de Madrí,
sin darme cuenta, me atornillo a berbiquí.
Lola:
Aprietas que das frío. ¡Mi madre, que tío!
Mateo:
El chotis bien marcao, precisa ir acoplao.
Todos:
Es en el chotis, el miss Mateo,
pues bailando va que da mareo.
Si es un baile ful, no veas;
cíñete con mí, y allá peli.
Canuto:
Mira mi chalá, que va que chuta.
Ya me tiés a mí, por ti viruta.
Mateo:
Te vamos a dejar,
sin fuerzas pa rodar.
Canuto:
Pues ten cuidado,
que la vas a madurar.
Lola:
¡Si el premio es para mí,
lo mismo se me da,
aunque termine,
pa los restos señalá!
¡Ay, Mateo, Mateo, Mateo!
No me aprietes, que ya no te veo.
Yo no sé lo que será,
que me tiés del to privá
y me noto semidescascarillá…
Todos:
¡Ay, Mateo, Mateo, Mateo!
No te duermas, en el balanceo,
que bailando estás de non,
pues lo marcas tan chulón,
que te pones extraplano
el esternón.
Rosa la pantalonera (1939)
Texto: Pablo LLabrés y José López de Lerena.
Romanza de Rafael – Mantoncito de flecos –
Intérprete: Fernando Heras
Francisco Alonso dirige a la Orquesta Sinfónica del Teatro Pavón
Rafael:
Mantoncito de flecos,
carita de flor gracioso
y menudo el andar,
pasaste sembrando el amor.
Yo te dije; ¡Chulapa!,
me fui tras de ti
y el fleco me supo enganchar,
tirando con garbo de mí.
Tú quisiste seguir,
pero yo me enredé pa decir:
¿Dónde vas, mata de albahaca,
que perfumas al pasar?
¿Dónde vas, morena guapa,
que te quiero acompañar?.
Son tus ojos dos luceros,
que dan luz a mi pasión.
Eres tú la linda flor
que corto el amor
pa mi perdición.
Y esa carita de buena,
se burla de mi querer.
¡Maldita sea la hora,
que la llegue a conocer!
¡No la quiero recordar!
¡No la puedo abandonar!
¿Dónde están sus ojos negros,
luceritos de ilusión?
¿Dónde está la linda flor,
que cortó el amor
pa mi perdición?.
¡Me sujeta con sus flecos,
tu pañuelo de crespón!
Que se diga por la radio (1939)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
La miss en mi país
Nelly:
(Cantando en tiempo de fox.)
La miss en mi país
no se enamora
si no hay quien la rapte
a ochenta por hora.
Gumersindo:
(En chotis muy marcado y muy chulón.)
Si quié velocidad,
aqui tendrá
que ir en tranvía;
si vive en la Ronda
y llega en el día,
va que monda.
Nelly:
(En fox.)
Locas de pasión.
esclavas son
de la elegancia;
y todas soñamos
con pares de Francia.
Gumersindo:
(En chotis.)
Pues en todo Madrí
no habrá gachí
con tal mangancia;
ni tién tanta «pose»
ni piden un par,
¡que aquí un par son dos!
Nelly:
(En fox)
Canta su querer
allí la miss
en fox movido.
Gumersindo:
(En chotis)
Pa ese menester
es el chotis
más socorrido.
Nelly:
Es que tiene el fox
tal celeridad,
que le da al amor
más velocidad.
Gumersindo:
¡Callate, que ya te entiendo,
y me paece que es verdad!…
Nelly:
En Nueva York
tiene el amor
más movimiento,
y la mujer,
si ha de ceder,
cede al momento.
Gumersindo:
(En fox también.)
¡Me has contagiado,
y ahora a tu lao
es que me siento
con afición
para tocar
hasta el trombón!
(Figurando cómicamente que lo toca.)
ii Pa… parapapa… papá… papá!!..
Nelly:
En Nueva York
es el amor
dulce locura,
que a la mujer
hace caer
en la aventura.
Gumersindo:
En Nueva York
es lo mejor
ser cara dura.
Los tres:
¡En Nueva York
es un Don Juan
para el amor
hasta el tío Sam!
(Hacen mutis. Bailando un chotis, salen las vicetiples, vestidas la mitad de tío Sam y la otra mitad de chulitas madrileñas. De repente, las que hacen de tío Sam obligan a las chulas a bailar un charlestón. Sale el tío SAM y LA CIBELES y hacen un baile cómico acrobático. Al terminar el número, caen las cortinas.)
Ladronas de amor (1941)
Texto: José Muñoz Román y Francisco Lozano.
El chotis de Miss Mateo
Orquesta y tiples del Teatro Albéniz de Madrid dirigidas por Francisco Alonso. Intérpretes: Maruja Tomás (Cleo), Lepe (Atilano)
Cleo:
¡Tú vas a ser para mí, chulapo!…
Marciala:
¡Por ti yo empeño el somier, so guapo!
Ministras:
Dueño serás
de mi querer,
chulo castizo.
Atilano:
Si hay quien dé más;
yo estoy de non
y me cotizo…
Marciala:
¿Qué precio te aplicarás?
Atilano:
La tasa.
Cleo:
Doy doble que las demás.
Atilano:
¿Qué pasa?
Ministras:
¡Yo por ti voy
a hipotecar
hasta mi casa!
Atilano:
¡¡Mucho cuidao,
porque ya estoy
muy trabajao!!…
Mujeres:
La comisión
de un barrio popular
al último varón
viene a admirar.
Y ha reclamao,
al ver que estás jamón,
que si te han racionao
nos den ración.
Marciala:
¡Vaya un mirar
que tiene este manús!…
Cleo:
¡Lo voy a conquistar
en un decir Jesús!…
Atilano:
¡Están por mi pa un patatús!
Cleo:
A ti, a ti, Atilano,
a ti te quiero, moreno,
y a ti te pido, tirano,
de tus besos el veneno.
Marciala:
A ti, a ti, Atilano,
te miro y quedo alelá…
Atilano:
A mí, a mí, si seguís así,
la avitaminosis me da.
Todas:
¡¡Atilano!!
¡¡Mi moreno!
¡¡A ti te pido, tirano,
de tus besos el veneno!!
Atilano:
A mí, a mí, amigüitas,
cuidao con un servidor.
Cleo, Marciala y ministras:
A ti, a ti, Atilano, a ti
te daré mi encanto mejor.
Mujeres:
¡Eres chulo, mi flagelador!
La zapaterita (1941)
Texto: José Luis Mañes
Noche madrileña
Intérprete: Antonio Medio
Dirige el Maestro Alonso a Gran Orquesta Sinfónica y al Coro, Banda de pífanos, cornetas y tambores y Rondalla del Teatro Calderón
Casanova
Mujeres de España,
las más adorables:
sentires los suyos
que nunca se saben.
Noche, toda llena
de aromas sensuales.
Sois mujer y noche
madrileña, iguales.
Noche perfumada
de clavel y azahar.
Noche, bruja noche,
hecha para amar.
Noche misteriosa,
llena de emoción,
de fervor y hechizo,
sueños y pasión.
Noche alucinante,
celos y traición.
La ronda tras el pecado
que aparta del bien el mal.
Pecado que vas de ronda
por este Madrid sensual.
La reja nidal de amores,
con flores que son mujeres,
mujeres igual que flores.
Noche bruja de Madrid.
¡Ay de mi! ¡Ay de mí!
Hasta el aire tiene
suave y dulce olor,
es Madrid de noche,
festín de amor.
Noche madrileña,
tú has de ser
de mis noches locas, la mejor;
tú has sabido, noche,
conmover el alma mía.
Noches de Venecia y de París,
otras aventuras y otro amor,
noches de alegría;
todo lo daría
por la noche de Madrid.
Todo lo daría yo por ti
y en tus brazos cálidos gustar
un sabor de amor
nuevo para mí.
Noche madrileña
con mirar de luna,
noche que eres una,
llama de placer.
Como tú, mi amada,
como tú, ha de ser.
Noche perfumada,
no te olvidaré.
Doña Mariquita de mi corazón (1942)
Texto: José Muñoz Román
Jueves Santo madrileño – Pasodoble
Intérprete: Raquel Rodrigo. Coros y Gran Orquesta del Teatro Martín de Madrid y Tejada y su Gran Orquesta de baile. Dirección del Maestro Alonso
Madrileña:
Jueves Santo madrileño
que relumbras más que el sol,
pues te prestan las mujeres
con la luz de sus miradas
el más vivo resplandor.
Llevan todas en sus ojos
un destello de ilusión,
y en el pecho los claveles,
en la espalda la mantilla
y en el alma una oración…
Hay en el aire fragancia de azucenas
que es primavera
y está Madrid en flor…
Y por las calles tengo que cruzar ligera,
pues el hombre que me sigue,
con sus frases de pasión
me va a quitar la devoción.
Todas:
Jueves Santo madrileño
que relumbras más que el sol,
pues le prestan las mujeres
con la luz de sus miradas
el más vivo resplandor.
No me sigas esta tarde
por las calles de Madrid;
déjame, serrano mío,
con fervor rezar por ti.
Madrileña:
¡Ay, Virgen de la Paloma,
consuelo de mis pesares!
Haz, Madre, que su amor me sea fiel,
y siempre así me diga él:
Un día de Jueves Santo,
morena mía, te conocí;
brillaban tus ojos tanto
que el sol envidia sintió de ti…
Te dije que te quería,
y hoy pido perdón a Dios
pensando que en ese día
no le rezamos ni tú ni yo…
Todas:
Un día de Jueves Santo,
¡ay, madre mía!, le conocí;
brillaban mis ojos tanto
que el sol envidia sintió de mí.
Me dijo que me quería,
y hoy pido perdón a Dios
pensando que en ese día…
Madrileña:
No le rezamos ni tú ni yo…
Doña Mariquita de mi corazón (1942)
Texto: José Muñoz Román
Ay qué noche aquélla – Habanera
Intérprete: Lepe, Bárcenas. Coros y Gran Orquesta del Teatro Martín
Dir. Francisco Alonso
Ubaldo:
¡Ay, madre, qué noche aquella…!
Noche de anhelos en flor…
Y “sin embargo” llovía,
por eso venía
en coche mi amor.
Leo:
Mientras besaba tu mano,
rosa de un bello pensil,
te dije: ¡Niña hechicera,
mi dulce quimera,
capullo de abril…!
Ubaldo:
¡Cuán desgraciada nací,
“desde que” te conocí!;
pues conseguiste, ¡oh, bien mío!
robar mi albedrío,
¡ay, triste de mí!…
Leo:
¡Ah!…
Por qué, por qué temblar,
si azul está la mar…?
Mariquita, quita, quita,
quita pronto ese abanico,
que oculta tu cara graciosa y bonita.
Ubaldo:
Caballero del plumero,
yo me muero de rubor
al oír sus ardientes palabras de amor.
Todos:
Mariquita, Mariquita,
¿por qué ocultas esa cara
graciosa y bonita…?
Leo:
¿Por qué lo mismo no dices
que cuando fui tu galán?
Ubaldo:
¡¡Eran tiempos felices
que no volverán!!…
Todos:
¡Ay madre, qué noche aquella…!
Noche de anhelos en flor.
Etc., etc.
Leo:
¡El mágico poder
del límpido cristal
tienen, niña, tus miradas!…
Todos:
Si eres graciosa y bonita,
¿por qué lo mismo no dices
que cuando fue tu galán?
Los dos:
¡Eran tiempos felices
que no volverán!…
Todos:
¡Eran tiempos felices
que no volverán!
Ellos:
¡Que jamás volverán!
Todos:
¡Que jamás volverán!
Ellos:
¡Que no volverán!
Todos:
¡Que no volverán!
Leo:
¿Que no?
Ubaldo:
¡Que no!
Leo:
¿Que no?
Ubaldo:
¡Que no!
Leo:
¡Que no volverán!
Todos:
¡¡Que no volverán!!
Aquella noche azul (1945)
Texto: Antonio Paso Díaz
Mazurca de Cayetana
Colegiales:
¡Señorita, señorita!
Cayetana:
¿Qué quieren? Diganme.
Colegiales:
Contemplarla y adorarla
y saber quién es usted.
Cayetana:
Si no piden más que eso
enseguida lo diré.
Colegiales:
La adoramos,
la escuchamos.
Cayetana:
Pues entonces, síganme.
Yo soy la Cayetana,
Cayetana,
la más larga
y más cabal.
Colegiales:
Parece más que Caye,
por su lindo talle,
una plaza real.
Cayetana:
En la calle
de Cabestreros
nació este cuerpo juncal,
y el cura me bautizó
con media arroba de sal.
Mi mamita
en la Cebada
vendía churros y anís,
y mi papito
tenía un puesto
de pirulís.
Colegiales:
Cayetana la pirulera
te llaman por eso a ti
y tienes garbo y aquel
de tu castizo Madrid.
Cayetana:
Yo me río de mi sombra
pues no tengo penas
y me adorno con claveles
y con yerbabuena.
Colegiales:
Por tu gracia y tu salero
mozita me muero
y en tus ojos encendidos
escondido va un querer.
Cayetana:
Ah! Soy madrileña de rango
clara como una mañana,
la emperatriz soberana
del barrio que me crió.
La vida nunca me apura,
yo sólo tengo alegría,
pero la culpa no es mía
la culpa es del cura
que me bautizó.
Colegiales:
Es madrileña de rango
clara como una mañana,
y es de su barrio la soberana
del que la ve.
Cayetana:
Es Cayetana
la pesadilla
de Lavapiés.
Colegiales:
¡Ay Cayetana bonita!
¡Ay Cayetana salda!
Cayetana:
Menos guasita
con tanta Caye
porque esta calle
no la pisa usted.
Colegial:
¿Que no?
Cayetana:
¡Que no!
Amén.
Aquélla noche azul (1945)
Texto: Antonio Paso Díaz
Chotis
Baldomero:
Es una cosa requetesabida:
persona que haya estado en mi Madrid
se vuelve envenená y enloquecida
y toa la vida se queda allí.
Cayetana:
Ay, Baldomero, no me lo recuerdes,
que pienso en sus verbenas y kermés
con su organillero, tan repinturero,
marcándose un chotís atao de pies.
M. Hamon:
En Nueva York se bailaba mejor
el suin y el fox que se baila con música hot.
Pero esto es una danza que vale por tres, oh yesss.
Tucídides:
Me está usted contagiando, Baldomero,
y ya me encuentro tan aflamencao…
¡Mi tía, la sorda, que aquí armó la gorda,
y yo le doy un cate al más pintao!
Cayetana:
Ven aquí, cariño mío
que por castizo te la has ganao.
Si me llevas de verbena
subiré en los caballitos
y me compras yerbabuena
y después un par de pitos.
Tucídides:
Yo te compro a ti ese pitos
si es que tiene el requisito,
mi nena, de estar bien afinao…
Cayetana:
Si me llevas de verbena
compras un pito para tu nena.
Baldomero:
¡No seas tan pitosa,
que voy a dar así!
Cayetana:
Tú sonsi y a otra cosa,
con que achanta ya la muy.
M. Hamon:
A ver, chatito, si es así:
Si me llevas de verbena,
tú tendrás, gitano mío,
los ahorritos de tu nena
y un reloj con su cadena
que he heredado de mi tío.
Baldomero:
¡Le he dejao para el arrastre!
Tucídices:
¡Cayetana, qué desastre!
Me tienes tostao y almibarao.
Cayetana y M. Hamon:
Si me llevas de verbena
yo quiero un tiesto de yerbabuena.
24 horas mintiendo (1947)
Texto: Francisco Ramos de Castro y Gasa
Arrímate
Angelita Navalón (Casta), Carlos Garriga (Casto)
Casto:
Tú eras un primor, yo era ya purí.
Fue en un corredor de Juanelo estrí.
Cada giro fue un suspiro
y en mis brazos con arrobo te oprimí.
Casta:
No sé qué pasó, pero es la verdá,
que te dije yo muy ruborizá:
«¡No seas loco, suelta un poco,
que nos mira y ya está mosca mi mamá!».
Casto:
¡Calla, negra!
Si esa señora ya es mi suegra.
¡Ay, chulapa!
¡Me pego a ti como una lapa!
Casta:
¡Zalamero! ¡Pinturero!
Menos rejuego porque luego
me dejas atontoliná.
Casto:
¡Arrímate! Arrí maté, maté,
que es pa bailar el abecé,
y al perfilar, y al perfilar, filar
hay que saber atornillar a la mujer.
Casta:
Repúchate, repu chaté, chaté,
porque me aprietas un porción.
¡Reprímete! ¡Sepárate
que se me sale por un hombro el esternón!
Chicas:
¡Arrímate! Arrí maté, maté,
que es pa bailar el abecé,
y al perfilar, y al perfilar, filar
hay que saber atornillar a la mujer.
Casta:
¡Repúchate!
¡Despégate, gate!
Casto:
¡Si es que me molas
un montón!
Chicas:
¡Reprímete!
¡Sepárate!
Casta:
¡Que me has dejao
para el arrastre, so ladrón!
Luces de Madrid (1947)
Texto: Jose María López de Lerena y Pedro Llabrés
Final del primer acto
Mujeres:
Madrid suspira,
se nos fue en carroza abierta
por Madrid «La viejecita»
y «El tambor de granaderos»
nos redobla su alegría.
Sainete mío.
Don Ramón y López Silva
ya se han muerto en el olvido
y se fueron «Las bravías»
y «Los guapos» se han perdido.
Ya no se escuchan de «La verbena»
y «La revoltosa»
las chulas notas de Don Ruperto
ni de Bretón.
Madrid suspira
evocando aquellos tiempos
de «La bruja» y «La gran vía»,
pregonando «El barquillero»
en «El santo de la Isidra».
Género chico,
vuelve hace aquí
que tu garbo y tu alegría
son el alma de Madrid.
Luces de Madrid (1947)
Texto: Jose María López de Lerena y Pedro Llabrés
Nº13. Final – Chotis
Ella:
No hay un chofér
desalquilao
y, si los llamo, van mirando pa otro lao.
Van a cerrar, van a cerrar
y es que el carbón
para el fogón
tien que comprar
pa carburar.
Chulas:
Los hay también que no hacen na
y en la bandera
la visera van colgá y sin parar
si te ha filao
te dicen
voy con el gasoge
no apagao.
Chofér:
No sea usté mal pensada,
dispensa monada
si tiene que hacer de peatón,
pero no soy un arisco
que estoy hecho cisco
buscando carbón.
Ella:
Ay que chofér,
risa me da,
se pone negro
sin que pueda ni arrancar.
Chofér:
Pues sepa usted
que un servidor
ha gado siempre
mucha leña pal calor.
Ella:
Pero para la churrera
busque usté un deshollinador.
Si me quiere llevar
tiene que apagar
que yo con la hornilla
me acaloro.
Chofér:
¡Tesoro!
Ella:
Pues es un tostón
la calefacción
y hago en tranvi
mutis por el foro.
Chicas:
Tiene el taxi sabañones
no está el horno en condiciones.
Ella:
Pues no ves que voy mejor a pie
que asándome en tu coche los riñones.
Simón:
Hay aquí un Simón,
suba al alquilón
que este es de tracción y tralla,
¡que se vaya!
Ella:
Viene usté que ni pintado.
Simón:
Aprende tu visión.
Choferes:
¡Eh!, ¡Eh!
No está bien que la zona
nos vas a quitar.
Simón:
¡Eh!, ¡Eh!
Con un solo caballo
la voy a llevar.
Ella:
Soy peso pluma
y si podrás,
tira cochero
vamos ya.
Chofér:
Dita sea el carbón,
miren el Simón
con ese caballo
y ha congao.
¡Chalao!
sáquele a picar
que no pue tirar
pues el peto
tiene ya indicao ¡pasmao!
Ella:
Vamos pronto a las Vistillas.
Simón:
Pastillas te has quedao.
Chofér:
¡Simón!
Cayetana la rumbosa (1951)
Texto: Pilar Millán Astray y Luis Fernández de Sevilla
Caye, Caye, Cayetana
Intérpretes: Gran Orquesta Sinfónica dirigida por Victoriano Echeverría. Intérpretes: Rosario Leonis (María Ignacia), Manuel Ausensi (Antonio), Félix Casas (Sebas), Pilar Lorengar (Cayetana), Clemente Ochoa (Sócrates).
Pepe y don Lope:
¿Se puede entrar en el Edén?
¿Se puede hablar o no está bien?
Ardilla, Pepe y don Lope:
¿Se puede entrar
o hay que aguantarse, corazón,
y aquí morir de insolación?
Cayetana:
Se puede entrar
con precaución,
pa no salir
de un empujón.
Hay que estimar,
hay que emplear
educación
y urbanidad.
Los tres:
Dicen que aquí “la Rumbosa”
vive como una princesa.
Dicen que mata de hermosa
y es desdeñosa y no sabe amar.
Cayetana:
Dejen que digan, que digan,
nada me importan las gentes
puesto que a nada me obligan.
Yo vivo feliz y me río la mar.
Pepe y don Lope:
Una flor como su cara
se debe cuidar.
Y tener un jardinero
que sepa estimar.
Cayetana:
Sin jardinero he vivido
en el jardín de mi hogar;
alegremente he crecido
y nadie ha podido
mis hojas besar.
Los tres:
Caye, Caye, Cayetana,
de esta calle lo mejor.
Calle, calle, que es manzana
del manzano del amor.
Hay tres hombres que se mueren de tanto querer.
Diga usted a quién prefiere,
que puede escoger.
Cayetana:
Caye, Caye, Cayetana,
se sonríe de los tres.
Pepe:
Cayetana, no sea usté esquiva.
Cayetana:
Tengo yo muchos quehaceres
Ardilla:
Es muy dura de pelar.
Cayetana:
Pa ocuparme del amor.
Don Lope:
Están verdes, sí señor.
Cayetana:
No me vengan con quereres
Pepe:
No se cuadra pa matar.
Cayetana:
Que sin novio estoy mejor.
Los tres:
¡Vaya plancha superior!
Debe de hablarse así
aunque padezca nuestra ilusión.
Cayetana:
Que las redes me han tendido,
Los tres:
Porque es peor sufrir equivocación.
Cayetana:
No se deja pescar en esa red.
Los tres:
Sin embargo, piénselo esta noche,
por si hubiera cambiao
de opinión.
Cayetana:
Servidora da siempre la hora
sin peligro de variación.
Don Lope:
Cayetana, “la Rumbosa”
no ha nacido para esposa.
Va a tener que profesar sin dudar.
Pepe:
Cayetana, “la Rumbosa”
no es la linda mariposa
que se deja marear y cazar.
Cayetana:
Cayetana “la Rumbosa”
no querrá nunca otra cosa
que reír y trabajar y cantar.
