Romanzas de soprano

El primer beso de amor (1905)
Texto: Francisco de Paula Valladar y Ángel Tapia
Canción de Rosa
Intérprete: Laura Sabatel
Gabriel Delgado Morán dirige la Joven Orquesta Sinfónica de Granada JOSG

Rosa
Yo nací en Andalucía
la tierra de los amores
donde, al abrirse las flores,
brota de ellas la alegría,
donde en sus verdes praderas,
cantando trovas de amor,
el alegre ruiseñor
se pasa las primaveras.
Donde siempre podréis ver,
aguardando a su pareja,
tras los hierros de una reja
alguna hermosa mujer.
Y allí se siente cantar
de la guitarra a los sones
estas sentidas canciones
que ahora mismo me escucháis.

¡Ah! Niña del alma mía
no estés tan triste,
que siempre viste
cariño en mí.
Yo siempre estoy soñando
verte dichosa,
¡quiéreme hermosa
como yo a ti!
Si tú me amaras mucho,
niña querida,
cambiaría mi vida
la triste suerte,
que, al mirar esa cara,
dulce alma mía,
yo pienso noche y día
sólo en quererte,
que, al mirar esa cara,
dulce alma mía,
yo pienso noche y día,
sólo en quererte.

Estas son las canciones
de Andalucía,
la tierra de las flores
y la alegría. ¡Ah!

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El querer bandolero (1919)
Texto: Martinillo
Canción
Intérprete: Salud Ruiz

Rosarillo era moza juncal,
sus ojazos derrochaban luz
cordobesa, mujer sin igual,
en el campo risueño andalus. ¡Andalus!
Ni un mocito logró su querer,
a toítos llegó a despreciar
y, al mirarla, en tristeza sumía
la gente decía
toíta asombrá
al verla pasar:
Rosarillo, Rosarillo
la mosita e más salero
a ningún mosito quiere
porque quiere a un bandolero.

La mosita con él escapó,
que seguera puso aquel querer
tan maldito que a to la arrastró
con el tiempo su sino cruel.
¡To por él!
Chalaíta se vio con su amor
pues con él remató aquel sufrir
y al saberse lo de tal huía
tos la maldesían
a la desgrasiá
con este cantar:
Rosarillo, Rosarillo
la mosita e más salero
a ningún mosito quiere
porque quiere a un bandolero.

Los civiles tiraban a dar,
una bala a Rosario rozó;
Tempranillo saltando brutal
con su cuerpo a su hembra tapó
y la libró;
pero pronto se vio acorralar,
un disparo en el pecho le hirió
y en aquella terrible agonía,
perdiendo la vida,
un beso la dio
y asi murmuró:
Rosarillo, Rosarillo,
la mocita que yo quiero
por ti muere Tempranillo
el famoso bandolero.
¡Rosarillo por ti muero!

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Las Corsarias (1919)
Texto: Enrique Paradas y Joaquín Jiménez
La banderita
Intérprete: Carlota Paisano

Abanderada:
Allá por la tierra mora,
allá por tierra africana,
un soldadito español
de esta manera cantaba:
Como el vino de Jerez
y el vinillo de Rioja
son los colores que tiene
la banderita española.
Cuando estoy en tierra extraña
y contemplo tus colores
y recuerdo tus azañas,
mira si yo te querré.
banderita de mi alma
que lloro y las lagrimitas
no me salen de la cara.

Todas:
Como el vino de Jerez
y el vinillo de Rioja…

Abanderada:
Banderita tú eres roja,
Banderita tú eres gualda
llevas sangre, llevas oro
en el fondo de tu alma.
Y el día que yo me muera
si estoy lejos de mi patria
sólo quiero que me cubran
con la bandera de España.
Banderita tu eres roja,
banderita tu eres gualda…

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Las Corsarias (1919)
Texto: Enrique Paradas y Joaquín Jiménez
Las dormilonas
Intérprete: Carmen Cabrera
Concordio Gelabert dirige a la Orquesta del Gramófono

Todas:
Buenas noches caballeros, a dormir nos vamos ya,
a pasar toda la noche en completa oscuridad.
Por eso en vez de dormir lo que hacemos es soñar,
es soñar con otro lecho, con el lecho conyugal.

Primera tiple:
Ayer noche yo he soñado
que me había ya casado
con mi primo Serafín,
y que él, loco de contento,
penetraba en mi aposento
ya se sabe con qué fin.
Yo, asustada, un grito di,
y, al nombrarle, me perdí,
pues mamá tapó mi boca
y me dijo «calla loca,
siempre has de soñar así.
¡Ay! por Dios, 
¡ay! que locuela me salió».

Mamá, déjame, quiero soñar,
con su amor quiero sentir
su calor abrasador.
Dormir junto a él
y, al escuchar su voz,
sentir en mí dulce sopor embriagador.

Todas:
Dormir junto a él
sentir un dulce sopor
hasta en sus brazos caer
loca de amor
y para final 
no hay otra solución 
más que apagar.

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Sus pícaros ojos (1921)
Música de Francisco Alonso y Vicente Quirós.
Letra: Eduardo Montesinos
Couplé
Intérprete: Raquel Meyer

Le vi por la calle,
pasó por mi lado.
Me dijo un requiebro
que fue de mi agrado.
No quise mirarle,
no fuera a azararle.

Él me dijo: «Vida,
si usted me quisiera,
igual que en la gloria
quizás que viviera».
Y yo ruborosa
me puse orgullosa.

Sus ojos en mi
se fijaron con tal fuerza en el mirar,
que entonces sentí
una cosa tan difícil de explicar.
Mas que iba yo hacer,
si enloquece facilmente la mujer,
pero el caso que no tuve reflexión
y le di mi corazon.

Loquita de gozo,
al verme adorada,
sin darme yo cuenta
caí enamorada.
Porque me decía
«por ti moriría».

Sus ojos morunos,
un poco entornados,
quedaban en mi alma
con fuerza clavados.
Y así como loca,
decia mi boca:

«Por Dios mírame,
mírame poquito a poco por favor,
que quiero saber
si es verdad que tu me quieres como yo.
Repite que sí,
que no quieres a ninguna como a mí,
si me dices tú que sí ya veras
que te quiero de verdad.

Un día me dijo,
«Quisiera yo hablarte,
me pasa una cosa
que quiero contarte…»
Y, como callaba,
yo lo adivinaba.

«Escucha tranquila,
escucha serena,
y conste que siento
causarte esa pena.
Tendrás que olvidarme,
pues voy a casarme.»

Entonces fijé
yo mis ojos en los suyos, que bajó,
y aunque me callé,
la amargura de mi alma comprendió.
Pero hoy, al pensar
que sus ojos a otra puedan mirar,
dolorida por la pena y la emoción
se me parte el corazón.

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Las castigadoras (1927)
Texto: Francisco Lozano, Joaquín Mariño y Eduardo Mariño Lozano
Noches de cabaret – Foxtrot
Intérprete: Celia Gámez

Garçonas:
Al ritmo alegre del jazz-band
es delicioso así bailar:
hoy todo el mundo está contento
con tan continuo movimiento,
y aquel que quiera triunfar
se tiene que agitar.
Una orquestina de Zigans,
mucho derroche de champán,
y una pareja, que se jura
gozar un sueño de locura;
entre perfumes de flor
todo lo envuelve amor.

Ella:
Noche de cabaret,
cuando le conocí,
nunca la olvidaré,
porque me hizo feliz.
Mientras sonaba un fox
en sus brazos me vi,
y ya loca de amor
toda suya yo fui.

Garçonas:
Para las penas olvidar
un cigarrillo has de fumar,
pues en el humo los pesares
envueltos van en espirales.
Y es que al fumar la mujer
no piensa en su querer.

Él:
Noche de cabaret,
cuando la conocí,
nunca la olvidaré,
porque me hizo sufrir;
mientras sonaba un fox
en sus brazos soñé,
y al hacerme traición
despreciarla juré.

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Las castigadoras (1927)
Texto: Francisco Lozano, Joaquín Mariño y Eduardo Mariño Lozano
El jardín enamorado
Intérprete: Dorini de Disso

Mimí:
El jardín es un gentil testigo.
El jardín es mi mejor amigo.
Escuchó tus besos soñadores.
y los secretos de mis amores triunfadores
La embriaguez de la noche me da
un deseo inefable de amor,
y, rendida al placer, te dará
mi rosal una flor.
Seré la esclava
de tus amores;
serán mis besos
fascinadores,
y de la fuente al rumor,
con su canción de cristal,
se hará más firme el amor
seductor
que nos eleve al soñar.

Damas y románticos:
Seré/Serás la esclava
de tus/mis amores;
serán mis besos
fascinadores,
y de la fuente al rumor,
con su canción de cristal.

Mimí
Bella ilusión
que, el corazón,
tú has logrado conquistarme
y a tus besos entregarme.
Quiéreme, mi bien, pues al fin
se hará más firme el amor
que nos eleve al soñar.

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Las castigadoras (1927)
Texto: Francisco Lozano, Joaquín Mariño y Eduardo Mariño Lozano
El schottis de las taquimecas
Intérprete: Mary Carmen Ramírez

Manuel Moreno Buendía dirige la Sinfónica de Madrid

Las taquimecas:
Con la falda muy cortita, muy cortita,
ajustadita, luciendo el talle,
y el pelito muy cortito, muy cortito,
yo, muy airosa, voy por la calle.

Todas:
Los zapatos muy chiquitos, muy chiquitos;
las medias finas a lo Rebeca,
las muchachas taquimecas, mecas, mecas,
son la admiración
de los chicos ¡cañón!

Taquimeca 1:
A un frutal
le dije ayer jovial:
¡Qué brutal! ¡Guayabo, estás mollar!
Me miró, y al cabo me objetó:
¡Qué pochez! ¡Eres una idiotez!

Todas:
Tú a mi me gustas la mar.

Pollos:
La mar, la mar, la mar, la mar.

Todas:
Y lo repito en francés.

Pollos:
Le mer, le mer, le mer, le mer.

Taquimeca 1:
Quiero
que mi novio sea portero
de un equipo de fútbol.
Y si es boxeador,
grogui ha de quedar
al lograr mi amor.

Todas:
Quiero
que mi novio, etc., etc.

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Las castigadoras (1927)
Texto: Francisco Lozano, Joaquín Mariño y Eduardo Mariño Lozano
Claveles rojos – Pasodoble
Intérprete: Pilar Arcos

Tiple 1:
En los jardines de nuestra España.
Dios hizo el alma de la mujer,
formó con nardos su carne blanca,
y sus sonrisas, con un clavel.

Las de los claveles:
Flor de pasión.
que al sol de abril
trazó en su boca un corazón.

Tiple 1:
Labios de mujer,
que están teñidos
con la sangre del clavel.

Todas:
Tras la reja sevillana
la mocita es una flor,
y su amante enamorado
canta así su loco amor:

Tiple 1:
¡Claveles, claveles rojos!
Son tus labios, ¡mi morena!,
que abrasan como tus ojos:
que si me miran, también me queman;
que abrasan como el fuego de tus ojos…
¡Ay, mi morena! ¡Claveles rojos!

Claveles:
Gitano juncal,
mirándome así,
mi alma y mi vida
serán para ti.
Gitano cañí,
no me hagas penar,
que al pie de mi reja
te quiero escuchar…

Todas:
¡Claveles, claveles rotos!
Son tus labios, ¡mi morena!,
que abrasan como tus ojos:
que si me miran, también me queman:
que abrasan como el juego de tus ojos.
¡Ay, mi morena! ¡Claveles rojos!

Claveles:
Es la mujer, como una flor,
todo perfume y color,
y en el querer pone pasión,
dándole su corazón
al mocito juncal que la sabe adorar:
con pasión, adorar
al mocito juncal que la sabe adorar.

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Las cariñosas (1928)
Texto: Francisco Lozano y Enrique Arroyo
Chotis de la Lola
Intérprete: La Argentinita

La Lola:
Un mantón me he comprao
con algún dinero que tenía ahorrao
y en él lo he gastao.
Un mantón alfombrao
que a una cigarrera va que ni pintao
y eso está probao.
Y el mantón alfombrao
sabe Dios las cosas que me habrá tapao
y aún ha de tapar.
Que en mi barrio, ¡ay de mí!
todas las cotillas dan en murmurar
y cantar así:

«La Lola,
dicen que no duerme sola,
porque han visto a un mozalbete
que la ronda por las noches
y no ven dónde se mete.
La Lola,
en las batas gasta cola
y camisa de farola de las de tira bordá;
la camisa de la Lola
quién no la conocerá.»

Las ocho madrileñas:
Pues anda tú caliente
y déjalas en paz,
porque siempre es la gente
bastante lenguaráz.
Hazlo tóo 
bien tapao
con mantón 
alfombrao.

El mantón
alfombrao,
sabe Dios las cosas
que te habrá tapao,
y aún ha de tapar,
que en mi barrio,
¡ay, de mí!,
todas las cotillas
dan en murmurar
y cantar así:

Los ocho de la capa:
La Lola,
dicen que no duerme sola,
porque han visto a un mozalbete
que la ronda por las noches
y no ven dónde se mete.

La Lola y las 8 madrileñas:
La Lola,
en las batas gasta cola
y camisa de farola 
de las de tira bordá;

Los ocho de la capa:
La camisa de la Lola
quién no la conocerá.

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Pajarico triguero (1929)
Texto: Luis Fernández Ardavín
Intérprete: Conchita Supervía

Pajarico triguero que vas volando,
dila cuánto la quiero, dilo cantando.

Dila que a tu manera vi conseguido,
en la verde morera formar un nido.

Ya no te envidio nada, pájaro loco,
mi ilusión vi colmada poquito a poco.

Y el amor mi granero fue rebosando.
¡Pajarico triguero que vas cantando!

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El pañuelo de lunares (1929)
Texto: Serafín y Joaquín Álvarez Quintero
Canción andaluza
Intérprete: Conchita Supervía
Director: Pascual Godés

Un pañuelo de lunares un hombre me regaló,
y, aunque él se fue de mi vera, el pañuelo me dejó.
Pañuelo de mi cariño, pañuelo de mi consuelo,
tus lunares me parecen las estrellitas del cielo.

Ah, ¡que no me lo pida nadie!
¡Que no me lo pida nadie, 
porque a nadie le he de dar
mi pañuelo de lunares!
¡Que no me lo pida nadie!

En cada lunar de aquellos un beso suyo quedó,
y un suspiro en cada pico, y en la marca el corazón.
Pañuelo de mi ventura, pañuelo de mi alegría,
cuando te cojo en mis manos, vuelven a mí tus caricias.

Ah, ¡que no me lo pida nadie!
¡Que no me lo pida nadie,
porque a nadie le he de dar
mi pañuelo de lunares!
¡Que no me lo pida nadie!

Antes me falte la mesa, el pan, el agua y la sal,
que el pañuelo de lunares, de la arquita donde está.
Pañuelo de mi recuerdo, llorando me lo pedía,
pañuelo que juntas tiene lágrimas suyas y mías.

Ah, ¡que no me lo pida nadie!
¡Que no me lo pida nadie,
porque a nadie le he de dar
mi pañuelo de lunares!
¡Que no me lo pida nadie!

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La castañuela (1931)
Emilio González del Castillo y José Muñoz Román

Bolero
Intérprete: Teresa Novoa
Juan de Udaeta dirige a la Orquesta Filarmónica de Málaga

Castañuela:
Pregunto muy quedito a mi corazón,
si es que le quiero…
Sueño embustero,
¡huye, vaya, quítate!,
que quiero a mi chispero,
y jamás le olvidaré,
¡no, no, no, no, no, no, no, no le olvidaré!..
¡Vete ya! ¡Déjame!

No fue su gallardía lo que me rindió,
ni su bravura…
Honda amargura,
¡huye, vaya, déjame!,
Ha sido una locura
que mañana olvidaré,
¡No, no, no, no, no, no, no la recordaré!…
¡Vete ya! ¡Déjame!

Mañana su recuerdo se me borrará
con la alegría…
¡Ay, pena mía,
Huye, vaya, déjame!…
Adiós sueño de un día,
nunca te recordaré…
¡no, no, no, no, no, no,
no te recordaré!…
¡Vete ya! ¡Déjame!

¡Ay, malhaya mis ojos
que le miraron!
¡ay, malhaya los suyos
que me engañaron!…
Olvidar quiero ahora
la pena mía…
¡Venga alegría!
¡Venga alegría!
Olvidar quiero ahora
la pena mía!…
¡Venga alegría!
¡Venga alegría!
Sueño de un día,
que amor mentía…
¡ah, huye, vaya, quítate!
¡Reír, y no soñar!

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Las leandras (1931)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Java de las viudas
Intérprete: Celia Gámez

Dirige Indalecio Cisneros

Concha:
Ay, qué triste es ser la viuda
que a un marido llora.

Viudas:
¡Llora!

Concha:
Al quedarse sin la ayuda
que le falta ahora.

Viudas:
¡Hora!

Concha:
No hago más que suspirar…
No me puedo consolar…

Viudas:
Y es que pienso con tristeza
que ya la cabeza no va a levantar.

Concha:
Ay, qué triste es el vacío
que ha quedado en una.

Viudas:
¡Una!

Concha:
Aunque él me dejó lo mío
que es una fortuna.

Viudas:
¡Tuna!

Concha:
Una finca de labor,
Explosivos y Exterior.

Viudas:
Y por eso busco un hombre
a quien luego nombre
mi administrador.

Concha:
Adminístreme usted
lo que el pobrecito dejó.
Hágalo para que
su vacío no sienta yo.
Acabó mi luna de miel
y se fue mi dicha con él.

Viudas:
Adminístreme usted
lo que el pobrecito dejó.
Hágalo para que
su vacío no sienta yo.
Enviudé y estoy sin amor.
¡Ay!

Concha:
Adminístreme usted
lo que él me dejó.

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Las leandras (1931)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Schotis del Pichi
Intérprete: Celia Gámez

Dirige Indalecio Cisneros

Pichi:
Pichi
es el chulo que castiga
del Portillo a la Arganzuela,
porque no hay una chicuela
que no quiera ser amiga
de un seguro servidor…
¡Pichi!,
pero yo que me administro,
cuando alguna se me cuela,
como no suelte la tela,
dos morrás la suministro;
que atizándolas candela
yo soy un flagelador.

Chulas:
Pichi
es el chulo que castiga
del Portillo a la Arganzuela,
y es que no hay una chicuela
que no quiera ser su amiga
porque es un flagelador…

Pichi:
¡Pichi!!
No reparo en sacrificios:
las educo y estructuro
y las saco luego un duro
pa gastármelo en mis vicios,
y quedar como un señor.

Chulas:
Me has trastornao.
¡Eres un sol!
Pónme un chalet,
dame un Renard,
cómprame un Rolls.

Pichi:
Anda, y que te ondulen con la «permanén»,
y pa suavizarte que te den «col-crem».
Se lo pués pedir a Victoria Kent,
que lo que es a mí, no ha nacido quien.
Anda, y que te ondulen con la «permanén»,
y si te sofocas ¡tómalo con seltz!

Chulas:
Eres, Pichi, para mí
de lo que no cabe más,
y yo sé de algunas por ahí
que van desesperás
detrás de ti.

Pichi:
Pero, a mí, no;
porque ¡de nén!
¡Bueno soy yo!

Chulas:
Anda, y que te ondulen con la «permanén»,
y pa suavizarte que te den «col-crem».
Se lo iré a pedir a Victoria Kent.

Pichi:
Que lo que es a mí,
no ha nacido quién.

Chulas:
Anda y que te ondulen con la «permanén»,
y si te sofocas, ¡tómalo con zeltz!

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Las leandras (1931)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Canción canaria
Intérprete: Celia Gámez

Dirige Indalecio Cisneros

Concha:
Al bailar el tajaraste,
escapar dejé un suspiro,
y es porque me miras,
y es porque te miro…
Que el volcán está apagado,
pero dentro tiene el fuego;
no me llames fría, ya verás tú luego…
Camellero, camellero,
llévame a la romería
porque mi palmero
va a cantar folías…
Llévame, por Dios, ligero,
que si canta y no le escucho
con lo que le quiero muero de pesar…
¡Aprisa, que un lucero
comienza ya a brillar…!
Por el amor de un isleño
vivo yo penando…
y con folías yo sueño
irle enamorando.
He de lograr su querer
bailando el tango herreño,
porque soy guanche y me salgo
siempre con mi empeño.

Conjunto:
Menudo y agudico
tu baile es;
si quieres que te quiera
te has de mover.

Concha:
Extiende la cobija
que abrasa el sol,
y así no nos verán
si me hablas de tu amor,
que puede ser que sí,
que puede ser que no.

Canarias:
Por el amor de un isleño
vivo yo penando
y con folías yo sueño
irle enamorando.
He de lograr su querer
bailando el tango herreño.

Canarios:
Por el amor de una isleña
vivo yo penando
y mis folías desdeña
cuando estoy cantando.
He de lograr su querer
bailando el tango herreño.

Concha:
¡Porque soy guanche y me salgo
siempre con mi empeño!

Conjunto:
Me habla y sin querer,
me hace padecer.
Menudo y agudico tu baile es;
si quieres que te quiera
te has de mover.

Concha:
Por el amor de un isleño
vivo yo penando.

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Las leandras (1931)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Pasacalle de los nardos
Intérprete: Nati Mistral

Aurelia:
Por la calle de Alcalá
con la falda almidoná
y los nardos apoyaos en la cadera,
la florista viene y va
y sonríe descará
por la acera de la calle de Alcalá.
Y el gomoso que la ve
va y le dice: Venga usté
a ponerme en la solapa lo que quiera,
que la flor que usté me da
con envidia la verá
todo el mundo por la calle de Alcalá.
Aurelia:
Lleve usté nardos, caballero,
si es que quiere a una mujer…
Nardos… No cuestan dinero
y son lo primero para convencer…
Llévelos, y si se decide
no me moveré de aquí.
Luego… si alguien se los pide,
nunca se le olvide
que yo se los di.
Tiples:
Una vara de nardos
al que quiera saber
si será por fin dueño
de un querer de mujer.
Aurelia:
Llévelos usté,
no lo piense más;
mire que en amor
suerte le han de dar.
Tiples:
Lleve usté nardos, caballero,
si es que quiere a una mujer…
Nardos… no cuestan dinero
y son lo primero para convencer.
Tiples:
Por la calle de Alcalá
con la falda almidoná etc., etc.
Aurelia:
Nardos… Si alguien se los pide,
nunca se le olvide que yo se los di.
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Las de Villadiego (1933)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Las playas de Portugal – Fado
Intérprete: Celia Gámez

Portuguesa 1:
Fado
que canta alegre el portugués…
Fado
que es todo amor y tentación…
Tras él se van los pies
y luego el corazón.
Fado
que es un suspiro al escapar…
Fado
que es como un beso de mujer…
La portuguesa en él aprende a amar,
y con él canta la ilusión de su querer.
A un marinero mis amores di,
y cuando un día el barco se alejó
yo le dije así:
¡No me olvides, no,
que yo pienso en ti…!
¡Ay…!
Ven a Portugal,
porque es la portuguesa
la flor de un rosal
que embriaga cuando besa…
Y te sabe igual
su beso apasionado
que el dulce fado
de Portugal.

Portuguesas:
Ven a Portugal,
porque es la portuguesa
la flor de un rosal
que embriaga cuando besa…
Te acaricia igual
que un fado zalamero.

Portuguesa 1:
¡Marinero
vuelve a Portugal…!

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Las de Villadiego (1933)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Tabaco y cerillas – Chotis
Intérprete: Sélica Pérez Carpio

Colasa:
La Colasa de la calle del Bastero
tié un negocio que por nada lo traspasa;
los golfillos lleva siempre al retortero
porque son de los que buscan la fusión.
La Colasa cuando alguno se propasa,
u pretende introducirse en el negocio,
un plantón con mucha guasa le da al socio
la Colasa del Pavón.

Golfillos:
Eres más chula que un ocho,
tienes más humos que el tren.

Colasa:
Pa fumar de mi tabaco
hay que ser un pollo bien.

Golfillos:
Los que se fuman lo tuyo
ya sé que son de postín.

Colasa:
Lo decís con retintín,
¡maldita siá…!
Pero a mí, plim,
plim, plim.

Golfillos:
La Colasa cuando alguno se propasa,
etc., etc.

Colasa:
¡Ande usté a su casa!
¡Váyase de aquí…!
Y con guasa a tóo el que pasa
la Colasa dice así:
¡Tabaco y cerillas!
¡Aquí no hay colillas!
Si quiere fumar,
no debe dudar:
mi estanco está abierto
y puede usté entrar.
¡Tabaco y cerillas!
¡Y qué cajetillas!
Ya llevo dos horas
y aún no me estrené…
¡Tabaco y cerillas…!
Estréneme usté.

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Las de Villadiego (1933)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Las escocesas – Fox
Intérprete: Celia Gámez

Fifí:
Lo principal
para el amor
es que haya un clima superior;
y en Edimburgo
tanto llover
es lo que enfría a la mujer.
Pero los novios cuando van
con ilusión
y con afán,
bajo un paraguas coquetón
se guardarán
del chaparrón.
Muchas pedimos por favor:
¡Oiga, señor,
tápeme usted…!,
por ver si entramos en calor
con el amor
de un escocés.
Quiero ir a Hawai,
o ir al Broadway,
para buscar al hombre que yo soñé…
Si allí no lo hay,
entonces… ¡ay…!
con el que caiga yo me conformaré…

Cabrales y Genovevo:
Esta me pai
que se las trai
pues pide Chevalieres, ¡ay, qué caray…!

Fifí:
Para encontrar un hombre cañón
todo fuego y pasión,
quiero ir a Hawai,
o ir al Broadway.

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Las de Villadiego (1933)
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Canción de Rosalía
Intérprete: Celia Gámez

Rosalía:
A pedirme amor
vienen tras de mí…
–«Rosalía, Rosalía,
cómo estoy por ti…!»
y por ese amor
me acompañarán
a la alegre romería
de San Juan.
Murmurando van
frases de querer:
–«¡Rosalía, Rosalía…!
¿cuándo puede ser…?»
Y a su terquedad
suelo responder:
Vamos a la romería
y hablaremos al volver.
A llegar el atardecer
oiré con emoción
las palabras de su querer
de la dulzaina al son.
Tralalala…
Oigo su canción
que repite así:
–«¡Rosalía, Rosalía,
vente junto a mí…!
Déjate besar,
anda ya, mujer,
porque un beso es alegría…»
Y yo… ¡claro…!, qué he de hacer?

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La Carmañola (1933)
Texto: Luis Fernández Ardavín
Romanza de Lucila – Calla corazón
Intérprete: Laura Nieto

Lucila:
Solo al pensar que puedan
su paso adivinar,
parece que los míos
siguiendo alguno va.
Hasta de las sombras en la oscuridad
me parece oír que le prenden ya.
No quiero ver su vida peligrar,
no quiero que le pierda su ideal
porque al latir mi ardiente corazón
diciendo a voces va su amor.
No quiero que le falte mi calor;
no quiero que le arrastre su valor…
pues antes que no verle nunca más
morir prefiero yo.
Esas torres solitarias
que rasgan el firmamento
igual que cuatro verdugos
vienen a darme el tormento
más horrible que existió,
ay de mí, qué triste amor.
¡Ah! Calla corazón, calla corazón,
no respires más
porque tu emoción
le va a denunciar.
Calla corazón,
tenle compasión
porque sin querer
de su perdición
vas la culpa a ser.
¡Triste de mí!
¡Ay corazón!
No suspires más
porque tu emoción
le va a denunciar.
Cumple tu deber,
niega tu aflicción,
porque sin querer
vas la culpa a ser
de su perdición.
¡Calla corazón!
¡Calla corazón!

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La carcelera (1934)
Canción andaluza
Texto: Juan Soca

Intérprete: Teresa Novoa
Dirige Juan de Udaeta a la Orquesta Filarmónica de Málaga

Yo tengo el alma serrana,
yo tengo el alma encendida,
como una rosa temprana,
como flor de la mañana
que su sangre dio a la vida.

Como rosa tempranera
que su sangre dio al rosal.
He nacido carcelera
de alma fiera y pasional.

Cuando llego a la reja de mis dolores,
me dice el prisionero de mis amores:
«Ven esta noche a cantar la copla de mi pasión,
la solución de mi mal ya no tiene solución».

Yo seré tu carcelera,
prisionero tú has de ser,
y siendo tu carcelera,
cadenas me has de poner,
que quiero ser prisionera,
ser prisionera de tu querer.

Yo canto coplas de amores.
Yo canto a Julio Romero,
entre los grandes pintores.
Mi canción es flor de amores
para el hombre que yo quiero.
Por quererme le ofendieron,
no supieron comprender.
Encendieron y encendieron
su querer y mi querer.

Cuando llego a la reja llena de luna,
me dice el prisionero de mi fortuna:
«Aunque murmure la gente lo que quiera,
carcelera, aunque mientas lo que sientes
lo que quiero es que me quieras».

Yo seré tu carcelera,
prisionero tú has de ser,
y siendo tu carcelera,
cadenas me has de poner,
que quiero ser prisionera,
ser prisionera de tu querer.

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Mujeres de fuego (1935)
Texto: José Muñoz Román y Emilio González del Castillo
La mata de pelo – Habanera danzón
Intérprete: Margarita Carbajal
Director: Francisco Alonso

Vedette:
Toma mi mata de pelo,
chiquillo,
tómala, si es tu consuelo,
pero no me hagas cosquillas,
tunante,
porque después me desvelo…
Cuando acaricias mi pelo,
chiquillo,
nubla mis ojos un velo,
y suspirando te pido
un beso encendido
que calme mi anhelo…
¡Ay!, que pereza tengo
para peinarme…
La misma que sentía
al levantarme.
¡Ay!, quién tendrá la culpa,
yo no lo sé.
Debe ser por lo mucho
que yo soñé.

Todas:
Toma mi mata de pelo,
chiquillo,
tómala, si es tu consuelo,
pero no me hagas cosquillas,
tunante,
porque después me desvelo…
Cuando acaricias mi pelo,
chiquillo,
nubla mis ojos un velo,
y suspirando te pido
un beso encendido
que calme mi anhelo…

Vedette:
Soñé que me acariciabas,
sentí que me estremecía,
y, al ver que toda temblaba,
juntó su boca a la mía.
Anoche
mi pelo se destrenzaba
y en él sus manos hundía…
Soñé que me desmayaba.
¡Madre mía!
Las cosas que anoche soñé.

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Mujeres de fuego (1935)
Texto: José Muñoz Román y Emilio González del Castillo
Carmen la cigarrera – Pasacalle
Intérprete: Margarita Carbajal
Director: Francisco Alonso

Carmen la cigarrera, 
tan zalamera y tan mujer.
Puso celosa y fiera, 
su vida entera en un querer.
Carmen la cigarrera, 
la del embrujo tentador, 
Carmen gitana bravía, 
perdió su alegría, 
por un gran amor.
Siempre en el querer fui triunfadora, 
y hoy como una Virgen Trianera, 
lloro mis penas, 
flor de azahar, 
carita de azucena.
Por mirar tus ojos me abrasé,
si me marcho moriré de pena, 
ay Mi morena, ay, moriré.
Me llaman sevillana, 
ramito de claveles, 
mis ojos de gitana 
son más dulces que las mieles.
Carmen gitana bravía, 
perdió su alegría
por un gran amor.

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Mujeres de fuego (1935)
Texto: José Muñoz Román y Emilio González del Castillo
Chotis de La Calixta
Intérprete: Orquesta Casablanca

Calixta:
Soy la chula roja
como mi mantón
y armo donde llego
la revolución.

Chulas:
¡Y con mucha razón!

Calixta:
Nada de repartos
de la propiedad.
¡Que repartan los hombres yo pido
a ver si un marido 
me llega a tocar!

Chulas:
Hay que implantar desde hoy mismo
en amor el comunismo.

Calixta:
Como me llamo Calixta
que lo implanto yo.

Chulas:
Nada de repartos 
de la propiedad
que repartan los hombres yo pido
a ver si un marido 
me llega a tocar.

Calixta:
Aunque sé que habrá envidiosas
que murmuren al pasar:
¡Anda Calixta, qué lista
fue al hacerse comunista en el amor!
Hoy va que chuta y disfruta,
por astuta, seis manús a cuál mejor.
Lista que fue la Calixta,
que es la chula con más vista de Madrí,
y, en la hora del reparto tanta maña
yo me di
que me tocaron los hombres a mí.

Chulas:
¡Anda Calixta, qué lista
fue al hacerse comunista en el amor!
Hoy va que chuta y disfruta,
por astuta, seis manús a cuál mejor.
Lista que fue la Calixta,
que es la chula con más vista de Madrí.

Calixta:
Y, en la hora del reparto tanta maña
yo me di
que me tocaron los hombres a mí.

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Las tocas (1936)
Texto de Emilio González del Castillo y José Muñoz Román
Caperucita – Gavota
Intérprete: Raquel Rodrigo
Francisco Alonso dirige a la Orquesta Columbia

Caperucita:
Yo era una niña muy candorosa
que no sabía lo que era amor.
Yo por el bosque cruzaba medrosa,
y, al ver al lobo, lloraba de terror.
Pero he cambiado completamente,
pues soy estrella de Hollywood
yo me divorcio semanalmente
y en la pantalla de los cines soy el clou.

Todas:
Y es que ahora los hijos
son los vendedores
Y de todo entienden
mucho más que los mayores.

Caperucita:
Ahora viajo en auto
tengo admiradores
y un millón de cartas
recibí diciendo así:
«Caperucita, Caperucita,
de amor quisiera volverte loca,
y mi ilusión, al verte tan bonita,
es conseguir un beso de tu boca
para mí.»

Todas:
Caperucita, caperucita
eres la estrella más popular.

Vedete:
Caperucita, 
muñequita encarnada
que al pasar
a todos logras enamorar.

Todas:
Caperucita, caperucita
de amor quisieran volverte loca

Vedete:
«Que mi ilusión, al verte tan bonita,
es conseguir un beso de tu boca
para mí.»

Todas:
Caperucita, caperucita
eres la estrella más popular.
muñequita encarnada
que al pasar…

Caperucita:
a todos logras enamorar.

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Rosa la pantalonera (1939)
Romanza de Rosita – Habanera
Texto: Pablo LLabrés y José López de Lerena
Intérprete: Teresa Novoa
Dirige Juan de Udaeta a la Orquesta Filarmónica de Málaga

Rosita:
¡Ni siquiera lo puedo pensar!
¡Es inútil quererlo intentar!
Si es mi vida, mi vida entera
por él la diera, mil veces sin vacilar.
Yo no sé lo que tendrá para mi,
que ha sabido mi querer despertar.
Es mi ilusión, es mi pasión, de amor primero.
Yo no sé por qué nació mi querer
desde el punto que su amor me ofreció.
No sé decir, ¡pobre de mí!,
Por qué le quiero.
Son sus palabras caricias
que siento en el alma,
y me hacen dichosa vivir.
Cuando muy cerca, muy cerca
se mira en mis ojos,
me siento morir…
Y con voz cariñosa, me sabe decir:
Noche de fiesta en el barrio
cuando nos vimos, mi nena:
noche castiza y morena
que huele a verbena, y sabe a Madrid…
Muy cogiditos del brazo,
mientras la calle reía,
dentro del pecho nacía
la fe que tenía, mi vida, por ti.
¡Cómo puedo su querer olvidar,
si a olvidar no me enseñó su querer!…
¡Tanto dolor, para un amor, recién nacido!…
Desde el día que al pasar me miró,
y él es mi fe, yo no podré
dar al olvido su amor.

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Rosa la pantalonera (1939)
Pantalonera de Chamberí – Pasacalle
Texto: Pablo LLabrés y José López de Lerena
Intérprete: Matilde Vázquez

Rosita:
Tienen los pantalones,
un atractivo tan incitante y exorbitante,
que hasta sin un relleno
que ponga en ellos cualquier bicoca
me vuelvo loca,
cuando los lleva un mozo
de tipo espigao,
y con andar marchoso, camina a mi lao.

Todas:
Mi entras me piropea,
los acaricio con el revuelo de mi pañuelo.
Y al verlo tan cerquita,
el largo fleco,
le deja preso con sólo un beso.

Rosita:
Se me va el corazón,
tras un buen pantalón
cuando lo lleva un mozo
que me dice muy chulón.
Pantalonera de Chamberí:
si usted quisiera, quererme a mí..
Pantalonera, dime que sí;
anda, chavala, no seas tan mala;
mira que estoy por ti…
Pantalonera de Chamberí..

Todas:
Pantalonera de Chamberí
si usted quisiera, quererme a mí..
Pantalonera, dime que sí;
anda, chavala, no seas tan mala;
mira que estoy por ti…

Rosita:
Pantalonera de Chamberí.
Como soy del oficio,
me tiran mucho los pantalones
por mil razones,
y, aunque yo me contengo,
na más de verlos me da un mareo,
que me ladeo.
Todo el taller critica
la loca afición, que tengo desde chica,
por el pantalón.

Todas:
Como soy oficiala,
sé manejarlos a mi manera,
muy zalamera,
y, aunque los lleva el hombre,
yo no sé cómo me las compongo,
que me los pongo.

Rosita:
Se me va el corazón,
tras un buen pantalón
cuando lo lleva un mozo
que me dice muy chulón…
Pantalonera de Chamberí..
si usted quisiera,
quererme a mí..
Pantalonera, dime que sí;
anda, chavala, no seas tan mala;
mira que estoy por ti…
Pantalonera de Chamberí..

Todas:
Pantalonera de Chamberí
si usted quisiera, quererme a mí..
Pantalonera, dime que sí;
anda, chavala, no seas tan mala;
mira que estoy por ti…

Rosita:
Pantalonera de Chamberí

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Manuelita Rosas (1941)
Romanza de Manuelita
– Tango habanera
Texto: Luis Fernández Ardavín
Intérprete: Conchita Panadés
Dirige Francisco Alonso a la Orquesta del Teatro Calderón

Manuelita:
Nunca pensé que mi amor
no advertirías jamás,
cuando mis ojos decían,
por más que fingían,
mi anhelo y mi afán.
Siempre engañada viví.
Ahora conozco mi error.
Y he de ocultar todavía,
con falsa alegría,
mi inmenso dolor.
¡Ay de mí! ¡Que al nacer se agotó
el manantial de mi querer!
¡Se ha secado la fuente
y en ella ya no puedo beber!
No me has querido jamás.
Mientras yo me desespero,
sin ver que me muero
con otra te vas.
Pero tú
mi dolor no sabrás,
y ante ti,
mientras viva
risueña y altiva
pasar me verás.
Pero tú
la verdad no has de ver
de mi llanto callado
por verte casado
con otra mujer.
Al final te perdí
tras de tanto esperar,
que otro amor te llevó tras de sí.
¡Ay de mí, que este amor fue fatal!
Soy montaña de nieve
que nadie se atreve
su altura a escalar.
Triste de mí, que te amé
sin esperanza jamás,
y ya nunca podré
un nuevo amor esperar.
He perdido la esperanza
de volver a amar.

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La zapaterita (1941)
Romanza del espejo
Texto: José Luis Mañes
Intérprete: Conchita Panadés
Dirige el Maestro Alonso a Gran Orquesta Sinfónica 

Manola:
Hoy te pido
por favor claridad.
Tú, mi espejo,
confidente y amigo,
vas a hablar en secreto conmigo
y a decirme la pura verdad.
Sin engaños
ni temor habla y di
si son bellos
mi cuerpo y mi cara;
si es así
la mujer que él soñara:
dime tú si es así
o no es así.
Ya no sabes hablarme;
espejo claro y fiel.
Ya en ti no sé mirarme,
que ya me miro en él
y me encuentro tan linda
como jamás me vi;
que al mirarle me veo,
pues dentro está de mí.
Y descubre mi emoción
en sus ojos al mirar,
todo un cielo de ilusión
lucir, brillar.
Desde ahora te dejo,
espejo claro y fiel;
desde ahora mi espejo
es él y sólo él.

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La zapaterita (1941)
Caballo Bayo – Pasodoble
Texto: José Luis Mañes
Intérprete: Josefina Meneses
Dirige el Maestro Manuel Moreno Buendía a la Orquesta Sinfónica

Taravilla:
Caballero cortesano,
caballero de mi amor,
en la suerte de rejones
el más diestro lidiador.
Lleva un lema
en su estandarte carmesí,
que dice el amor
que siente por mí,
y al pasar, galán y airoso,
brindará
garboso y cortés,
valiente y leal.

Coro:
Y después su corcel montará
inclinando hasta sus pies
la divisa señorial.

Taravilla:
¡Ay!… Con su caballo bayo
clava rejones
y clava de las hembras
los corazones;
altivo y paso a paso
se acerca el toro,
y al resistir a la feroz acometida,
se siente una emoción
que oprime al corazón,
mas el caballo bayo
da un molinete,
y un rejón al relance
clava el jinete
al bravo jarameño
que, en la faena,
tras el caballo bayo
muerde la arena.

Taravilla y coro:
Caballero cortesano,
caballero de mi amor,
en la suerte de rejones
el que clava más alto el rejón,
porque en la lidia de los toros
hace alarde de valor.
Con su caballo bayo
clava rejones
y clava de las hembras
los corazones.
Altivo y paso a paso
se acerca al toro,
y al resistir a la feroz acometida,
se siente una emoción
que oprime al corazón;
mas el caballo bayo
da un molinete,
y un rejón al relance
clava el jinete
al bravo jarameño
que, en la faena,
tras el cabello bayo
muerde la arena.

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La zapaterita (1941)
Canción de Manola
Texto: José Luis Mañes
Intérprete: Carmen González
Dirige el Maestro Manuel Moreno Buendía a la Orquesta Sinfónica

Manola:
Si no vendrá; si me olvidó,
me moriré de dolor;
si pronto aquí le vuelvo a ver,
mi sufrimiento trucaré
en placer…
Amado afán de mi ilusión,
no me abandones así.
De mi ansiedad ten compasión,
porque me muero de pesar
sin ti.
La estrella azul de mi querer
ya nunca más brillará,
el fuego aquel que me abrasó
lo apagará mi dolor;
aquel afán que yo sentí
jamás será para mí. ¡Ah!…
La estrella azul de mi querer
ya nunca más brillará,
y el fuego aquel que me abrasó
será cenizas en mi corazón.
Divino afán de mi ilusión,
no me abandones así,
que tu querer no puede ser
de nadie más
y sólo para mí…

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Forja de almas (1943)
Canción de la reja
Texto: Carlos Valdivieso
Intérprete: Antoñita Colomer
Dirige el Maestro Alonso

¿Por qué no puedo ser suya
si sus palabras no mienten,
mis ojos sólo le miran,
mi alma sólo le siente?

¿Por qué perderle si muero,
buscando su primavera?
Aguarda, amor de mi vida,
que voy adonde tú quieras.

Yo le quiero, reja mía
florecida de ilusión.
Los caminos de la luna
que le lleven mi canción.

Te quiero jurar quereres,
al son de aquella campana,
que la Torre de la Vega
me dice que llega el alba.

Te quiero jurar quereres… ¡Ah!

Presa entre hierros me tienes,
cielo mío,
yo sólo quiero mi vida
para entregártela a ti.

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24 Horas mintiendo (1947)
Claveles granadinos – Pasodoble
Texto: Francisco Ramos de Castro
Intérprete: Teresa Novoa.
Dirige Juan de Udaeta a la Orquesta Filarmónica De Málaga.


No hay enero ni febrero a la orilla del Genil.
Porque nacen todo el año los claveles de Motril.
A romero y clavo huelen y a la flor del azahá,
los claveles encendíos de la Vega de Graná.

Claveles, claveles dobles, ven a buscarlos aquí,
con los que adorno mi pelo cuando me arreglo pa ti.

Claveles, claveles dobles,
te ofrecen mis labios juntito al Genil.

No hay enero ni febrero a la orilla del Genil.
Porque nacen todo el año los claveles de Motril.
A romero y clavo huelen y a la flor del azahá,
los claveles encendíos de la Vega de Graná.

Y en la noche moruna y morena con oló de naranjo y benjuí,
en mi reja cuajada de flores mis amores son pa ti.
Y en el Carmen de las Maravillas tus palabras de amor escuché.
Y prendida toa la vida en aquellas palabritas me quedé.

¡Granada, tierra embrujada, lleva en su entraña un clavel!

¡Granada, tierra querida,que es sangre encendida
de España vergel!

Y en la noche moruna y morena con oló de naranjo y benjuí,
en mi reja cuajada de flores mis amores son pa ti.

Y en el Carmen de las Maravillas tus palabras de amor escuché.
Y rendía de por via en aquellas palabritas yo me quedé…

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Cayetana la rumbosa (1951)
Texto: Pilar Millán Astray y Luis Fernández de Sevilla
Romanza de Cayetana
Intérprete: Pilar Lorengar
Victoriano Echeverría dirige a la Gran Orquesta Sinfónica

Cayetana:
Del pueblo humilde he nacido,
nadie a quererle me enseña,
que siempre a orgullo he tenido
ser chulapa y madrileña.
Llevo en mi sangre bravía,
soy nieta de Malasaña,
y dio luz al alma mía
el sol ardiente de España.
Gano mi vida luchando,
a nadie le debo yo ná,
y no obedezco ni mando
ni quiero mandar. ¡Ah!.
Y si soy como digo,
no sé por qué
he de odiar a la reina
Doña Isabel.
No hay razón para odiar
ni querer conspirar,
que ella puso en su pueblo
sus amores y no puedo yo
pagarle con rencores.
Y si soy como digo,
no sé por qué
no he de ser de la reina
Doña Isabel.
Sobre mi frente he sentido,
de su caricia el consuelo,
y por mi sangre ha teñido
la blonda de su pañuelo.
Y esa bondad que ha brotado
del fondo de sus entrañas,
ha sido un beso que ha dado
con amor a sus Españas.
Vale más la isabelina
que suele la gente pintar,
sabe llevar su corona,
merece reinar. ¡Ah!
Y si soy como digo,
no sé por qué
he de odiar
a la reina Doña Isabel.
Defenderla juré
y cumplirlo sabré,
porque sé despreciar murmuraciones
y agradezco de por vida los favores.
Y si soy como digo,
no sé por qué
he de odiar
a la reina Doña Isabel.

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